Por: Ana Mª Medina, periodista de la COPE.
La misma semana en que conocíamos que había nacido en España el primer bebé sin posibilidad de heredar cáncer de mama (a base de eliminar a todos sus hermanos con gen cancerígeno, porque no se ha resuelto ni de lejos la enfermedad), la Conferencia Episcopal Española nos sorprende con un spot en defensa de la vida humana que supone un paso adelante en la comunicación de la Iglesia con sus públicos.
De tú a tú
En la era de las nuevas tecnologías, por encima de la comunicación de masas, ésta es una campaña que habla a un espectador individual: “Podría decirte que la vida es un regalo...”. Y en apenas tres minutos, resume la Doctrina de la Iglesia sobre la defensa de la vida humana, sea cual sea su situación.
A través de la presentación de cuatro escenas diferentes, nos acercamos a la situación de un joven con parálisis cerebral, una mujer mayor con respiración artificial acompañada de sus nietos (uno de ellos con síndrome de Down), un niño con cáncer que celebra su cumpleaños y un anciano en la cama de un hospital. Cuatro tipos de sufrimiento humano que podrían llevarnos a pensar si merece la pena la vida cuando nuestra fragilidad nos hace impotentes ante el dolor. Los protagonistas, sin embargo, no están solos. Junto a ellos hay personas que comparten con ellos ese momento, demostrándoles con gestos de cariño que su vida merece la pena, que hay mucho que disfrutar y compartir.
Emoción auténtica
A la intensidad de la imagen se une la fuerza sonora. Una música que crece en viveza y que, en la parte central del spot, se mezcla con el audio de uno de los momentos más gozosos que la sociedad española ha vivido en el último año: la victoria de la selección nacional en el campeonato del mundo de fútbol celebrado en Sudáfrica en julio y agosto de 2010. Este sonido acompaña la escena medular del anuncio, en la que un anciano acompañado por su hijo mira la televisión durante el partido de la final del campeonato. La celebración del gol marcado por Iniesta, que dio la victoria a España, se refleja en los gestos del hijo y, muy especialmente, en el rostro del anciano, que sonríe emocionado en un canto a la capacidad de todo ser humano de sentir, compartir y ser feliz, aun en las situaciones del más dramático desahucio vital.
Interpela y está abierto a la participación
El spot, que en la primera parte ha presentado esas situaciones de dolor a las que hemos hecho referencia, ofrece en su conclusión un cierre emocionante y lleno de optimismo que valora, a través de las personas que las rodean, cada una de las vidas mostradas, presentándolas como únicas y merecedoras de todo respeto, como “regalo”, “don de Dios” que es nuestro “aunque no nos pertenece”. El mensaje que quiere transmitir esta campaña, y que el spot hace llegar de manera eficaz, es que siempre hay una razón para compartir, para crecer, para celebrar, para llorar, para vivir.
Mientras que el bebé milagro que nos han presentado los medios de comunicación es el único superviviente de una selección que ha acabado con la vida de diez embriones susceptibles de sufrir en la edad adulta una enfermedad como el cáncer, este spot nos recuerda que en la enfermedad, en la vejez, en la incapacidad... la vida conserva su dignidad y es el valor por encima de todos los valores.
Lo mejor de esta campaña es que no se queda en un subidón de nuestros mejores sentimientos, que luego nos deja vacíos, sino que invita a participar en la página web http://www.siemprehayunarazonparavivir.com/, y compartir a través de ella y de las redes sociales cuál es la nuestra.
La misma semana en que conocíamos que había nacido en España el primer bebé sin posibilidad de heredar cáncer de mama (a base de eliminar a todos sus hermanos con gen cancerígeno, porque no se ha resuelto ni de lejos la enfermedad), la Conferencia Episcopal Española nos sorprende con un spot en defensa de la vida humana que supone un paso adelante en la comunicación de la Iglesia con sus públicos.
De tú a tú
En la era de las nuevas tecnologías, por encima de la comunicación de masas, ésta es una campaña que habla a un espectador individual: “Podría decirte que la vida es un regalo...”. Y en apenas tres minutos, resume la Doctrina de la Iglesia sobre la defensa de la vida humana, sea cual sea su situación.
A través de la presentación de cuatro escenas diferentes, nos acercamos a la situación de un joven con parálisis cerebral, una mujer mayor con respiración artificial acompañada de sus nietos (uno de ellos con síndrome de Down), un niño con cáncer que celebra su cumpleaños y un anciano en la cama de un hospital. Cuatro tipos de sufrimiento humano que podrían llevarnos a pensar si merece la pena la vida cuando nuestra fragilidad nos hace impotentes ante el dolor. Los protagonistas, sin embargo, no están solos. Junto a ellos hay personas que comparten con ellos ese momento, demostrándoles con gestos de cariño que su vida merece la pena, que hay mucho que disfrutar y compartir.
Emoción auténtica
A la intensidad de la imagen se une la fuerza sonora. Una música que crece en viveza y que, en la parte central del spot, se mezcla con el audio de uno de los momentos más gozosos que la sociedad española ha vivido en el último año: la victoria de la selección nacional en el campeonato del mundo de fútbol celebrado en Sudáfrica en julio y agosto de 2010. Este sonido acompaña la escena medular del anuncio, en la que un anciano acompañado por su hijo mira la televisión durante el partido de la final del campeonato. La celebración del gol marcado por Iniesta, que dio la victoria a España, se refleja en los gestos del hijo y, muy especialmente, en el rostro del anciano, que sonríe emocionado en un canto a la capacidad de todo ser humano de sentir, compartir y ser feliz, aun en las situaciones del más dramático desahucio vital.
Interpela y está abierto a la participación
El spot, que en la primera parte ha presentado esas situaciones de dolor a las que hemos hecho referencia, ofrece en su conclusión un cierre emocionante y lleno de optimismo que valora, a través de las personas que las rodean, cada una de las vidas mostradas, presentándolas como únicas y merecedoras de todo respeto, como “regalo”, “don de Dios” que es nuestro “aunque no nos pertenece”. El mensaje que quiere transmitir esta campaña, y que el spot hace llegar de manera eficaz, es que siempre hay una razón para compartir, para crecer, para celebrar, para llorar, para vivir.
Mientras que el bebé milagro que nos han presentado los medios de comunicación es el único superviviente de una selección que ha acabado con la vida de diez embriones susceptibles de sufrir en la edad adulta una enfermedad como el cáncer, este spot nos recuerda que en la enfermedad, en la vejez, en la incapacidad... la vida conserva su dignidad y es el valor por encima de todos los valores.
Lo mejor de esta campaña es que no se queda en un subidón de nuestros mejores sentimientos, que luego nos deja vacíos, sino que invita a participar en la página web http://www.siemprehayunarazonparavivir.com/, y compartir a través de ella y de las redes sociales cuál es la nuestra.
Me ha encantado. un anuncio que apuesta por las cosas buenas de la vida: por lo sencillo, lo familiar, lo auténtico. Y es respetuoso para quien no cree en el valor de la vida.
ResponderEliminarAmar la vida: ese es el proyecto más grande que existe. Me gustaría saber comunicarlo a todo el mundo.
Saludos. Y enhorabuena por el blog.