lunes, 24 de febrero de 2020

"Granjas familiares", nueva campaña de Danone: Naturaleza, tradición y familia

Con la campaña “Granjas familiares”, Danone quiere acercar su marca a las familias. Al mismo tiempo, quiere rendir un sentido homenaje a las familias de ganaderos que colaboran con la marca desde hace años.

A través de historias reales de familias que cuidan y ordeñan vacas en el medio rural, la empresa de productos lácteos busca reflejar que “el secreto de cuidar una granja es el mismo que el de cuidar una familia”. Con creatividad de Wunderman Thompson y planificación de medios de Mediacom, la campaña busca visibilizar el origen de la leche con la que se producen sus yogures y la importancia de estas familias ganaderas en el proceso de fabricación. De este modo, Danone quiere reforzar su imagen de cercanía, calidad y naturaleza.

Tras la celebración del centenario de la empresa, queríamos recuperar la historia de amor entre un padre y un hijo, y trasladarla también a los ganaderos con los que colaboramos. Reflejar la apuesta permanente de Danone por la naturaleza y la leche de proximidad”, señala Cristina Kenz, vicepresidenta de marketing de productos lácteos de Danone.

Este primer spot de la campaña está protagonizado por la familia Ruiz, que lleva más de 80 años colaborando con la compañía. El anuncio refleja un paralelismo entre el cuidado de una granja y el cuidado de la familia; con este relato familiar, busca establecer una conexión emocional con los padres y madres que compran estos productos para sus hijos.

Naturaleza, tradición y familia se funden en este spot, que es un canto a la infancia y a la vida sana. Un ejemplo más de que la “publicidad con valores” logra conectar con la audiencia y sigue siendo eficaz.

domingo, 23 de febrero de 2020

"Volando juntos": cine, ecología y familia

(JUAN JESÚS DE CÓZAR) El francés Christian Moullec lleva más de 20 años trabajando en la observación y seguimiento de aves migratorias. Para sus investigaciones suele utilizar un ultraligero, pequeño avión modelo ala delta motorizado que no parece molestar a las aves ni perturbar su itinerario. Uno de sus logros fue establecer una nueva ruta migratoria para los gansos enanos, especie en extinción. Para contar cómo lo hizo, el cineasta, aventurero y escritor Nicolas Vanier ha rodado “Volando juntos”, película encantadora estrenada a finales de enero, con claros fines ecologistas y un enfoque muy alentador de la familia.

El protagonista de la historia es Thomas (Louis Vazquez) un chico de 14 años hijo de padres separados, que pasará unas semanas con su padre en las marismas de la Camarga, al sur de Francia. Thomas, un pijo en toda regla que vive pegado al móvil, se frustra a las primeras de cambio cuando comprueba que allí no hay cobertura para usar Internet: solo agua, animales… y mosquitos. Su padre, un científico idealista y caótico, ha proyectado un atrevido plan para crear una nueva ruta migratoria que frene la desaparición de los gansos enanos. Un proyecto en el que Thomas se implicará cada vez más, y que le convertirá en el auténtico héroe de una aventura tan arriesgada como apasionante.

Con resonancias al clásico literario “El maravilloso viaje de Nils Holgersson”, de Selma Lagerlöf, Vanier y su equipo de guionistas (entre ellos, el propio Moullec) han urdido una trama de carácter épico, con el objetivo de despertar la conciencia ecologista del público joven, resaltar la capacidad del ser humano para sobreponerse a las dificultades… y entretener. Desde el punto de vista técnico la cinta es un alarde, y regala al espectador unos planos impresionantes del paisaje y de las aves en vuelo junto al ultraligero. Seguramente haya algo de ‘truco’, pero indudablemente ha habido un importante trabajo preparatorio para lograr la convivencia entre los gansos y Thomas, a través del fenómeno de la impregnación, método que muchos conocimos con el visionado del documental “Nómadas del viento” (2001).

Quizá se enfatizan en exceso algunas secuencias a través de la música y la acción se estira demasiado, pero se puede entender lo costoso que debe ser para cualquier director descartar escenas rodadas con tanto esfuerzo y cariño. Estamos por tanto ante un filme descaradamente familiar, con un desenlace optimista que resulta incluso más positivo de lo que podría esperar el espectador. Y es que, para compensar la amargura de ciertas producciones, no vienen mal a veces unas dosis bien despachadas de ‘azúcar cinematográfico’.

martes, 18 de febrero de 2020

SEAT: "Juntos, pueden suceder cosas grandes"

Hace pocas semanas, Seat lanzó en Europa un spot muy emotivo en Navidades para subrayar esta idea: juntos, pueden suceder cosas grandes. Como ha pasado bastante inadvertido, he querido rescatarlo para el blog.

El anuncio, un precioso storytelling de 2 minutos de duración, se titula "The Code" ("El código") y es descrito por la compañía de automóviles como "una historia que celebra la unión entre las personas y la verdadera amistad". Es el relato de una amistad infantil que comienza una mañana, cuando una chica tímida, de pocas palabras, se traslada a un nuevo colegio.

Un chico también tímido, apenas conectado con los demás, siente por ella una especial fascinación. No tienen grandes habilidades comunicativas, pero juntos, son capaces de cosas grandes.

Ella le enseña el lenguaje morse; y, sin palabras, son capaces de comunicarse por las noches, cuando cada uno enciende su linterna en la ventana y se intercambian mensajes de luz. El afecto hace inútiles las palabras; la sonrisa hace superfluo el tono de voz.

La historia de esta silenciosa y luminosa amistad avanza noche tras noche. Hasta que un día, el niño y sus padres se mudan por vacaciones, y la chica queda sumida en la tristeza. El día en que su amigo va al aeropuerto para tomar su vuelo, ella se comunica con la gente de su vecindario para organizar una gran sorpresa. Y de nuevo comprobamos el mensaje de SEAT: “juntos, suceden cosas grandes”. Cuando el niño está en el avión, sobrevolando la ciudad y su querido barrio, recibe un inesperado y sorprendente mensaje. Vemos entonces el rostro de cada uno, plenamente feliz. Y por primera vez les vemos pronunciar unas palabras que van dirigidas no al oído, sino al corazón del otro

El spot, acompañado por una melodía dulce y muy pegadiza, termina con el eslogan de la campaña: "Together, great things can happen”. Y también: “Happy Holidays from Barcelona”. Un buen deseo navideño para esta publicidad con valores.

lunes, 17 de febrero de 2020

"Vida oculta", de Malick: Una oda a la libertad

(JUAN JESÚS DE CÓZAR) Terrence Malick es un director único. Impredecible e inclasificable. Enigmático y genial. Alejado de toda comercialidad, su cine nace a impulsos de su propia evolución interior, intelectual y afectiva. Se explica así que este licenciado en Filosofía por Harvard y Oxford solo hiciera 4 películas en 30 años, de 1969 a 1998. Posteriormente, 7 años de silencio cinematográfico. Y desde 2005 hasta hoy otros 10 filmes. Reconocido en San Sebastián, Cannes y Berlín, puede fascinar e irritar a partes iguales, tanto a la crítica como al público. Pero no cabe duda de que Malick ya tiene un lugar en la historia del cine al menos por tres títulos soberbios: “La delgada línea roja” (1998)”, “El árbol de la vida” (2011) y “Vida oculta” (2019), estrenada esta última en España el pasado 7 de febrero.

Con una duración de 3 horas, “Vida oculta” se centra en los últimos años de la vida del austríaco Franz Jägerstätter, que murió mártir por su oposición al régimen nazi y que fue beatificado en 2007 durante el pontificado de Benedicto XVI. Para muchos (incluido el que escribe) la existencia de este beato, campesino de Radegund, hubiera quedado escondida si no se hubiera hecho esta película. Hombre bueno y sencillo, enamoradísimo de su mujer Fani y padrazo de sus tres hijas, excelente profesional y persona fiel a su conciencia, Franz pasó un auténtico calvario desde que fue movilizado para participar en la Segunda Guerra Mundial y se negó a prestar fidelidad a Hitler.

Interesantísima biografía de este “santo desconocido”, y más en esta época nuestra donde es moneda corriente el relativismo. Pero conviene advertir al potencial espectador que se trata de una cinta muy pausada, que exige una actitud de paciencia meditativa, porque de lo contrario puede sentirse tentado a… salirse de la sala (algo de esto ya ocurrió en algunos cines con “El árbol de la vida”). Dicho esto y si se acepta el reto, hay que decir que estamos ante un producto mayúsculo, no solo desde el punto de vista espiritual sino también en el aspecto cinematográfico: bellísimas imágenes de una naturaleza que oscila desde la inclemencia a la luminosidad, interpretaciones formidables, cuidada ambientación, extraordinaria música de James Newton Howard acompañada por piezas de Dvorak, Gorecki, Händel…

Todos estos elementos contribuyen a que el espectador experimente de cerca la “pasión de Franz”, donde no faltan ni la oración el huerto, ni la flagelación, ni la entrevista con Pilatos, ni la identificación con la voluntad de Dios, ni la muerte. Un paralelismo buscado, y expresado visual y discursivamente: luz, oscuridad, oraciones, consuelos, generosidades… Malick termina su obra con una oportuna cita de George Eliot: “…Si las cosas no nos van tal mal como podrían irnos a ti y a mí, se debe en parte al número de personas que han vivido fielmente una vida oculta y reposan en tumbas olvidadas”.

lunes, 10 de febrero de 2020

Nueva canción de ColaCao: Valores de siempre con música renovada

ColaCao celebra en estos días sus primeros 75 años de vida, y lo hace con una sorprendente novedad: su famosa canción (“Yo soy aquel negrito / del África Tropical…”) se ha adaptado a los nuevos tiempos y se ha vuelto más cercana e inclusiva.

El compositor, pianista y director musical Manu Guix ha sido el encargado de adaptar la letra y música y de dirigir al coro infantil y juvenil de Xamfrà, que pone voz a la nueva versión. Xamfrà es un centro de la Fundació l'ARC Música situado en el barrio del Raval de Barcelona y que vela por la integración social de pequeños y jóvenes a través de las artes escénicas y de la música.

La conocida “Canción del ColaCao”, compuesta por Aurelio Jordá, se escuchó por vez primera en la radio en 1955. Los directivos de la empresa, conscientes de que este medio había penetrado con fuerza en todos los hogares, apostaron por la publicidad musical. El éxito inicial de la melodía y su letra tan pegadiza se ganaron el favor del público, que la memorizó con entusiasmo. Poco después, en 1962, grabaron un spot para el cine que combinaba imagen real y dibujo animado; y el éxito se consolidó. Desde entonces no ha dejado de sonar en todos los medios de comunicación: radio, cine, televisión, internet. Aún hoy, continúa formando parte del imaginario musical de los españoles, y su letra la conocemos todos: grandes, medianos y pequeños.

Sin embargo, ahora llega una nueva letra que, inspirada en la anterior, actualiza los contenidos y la referencias al deporte. Antes parecía que solo los chicos hacían ejercicio físico; ahora hay claras referencias a la mujer. Y la interpretación por parte de chicos de El Raval indica también su deseo de colaborar en la integración social.

ColaCao es una marca tan querida porque se mantiene auténtica tras 75 años de recorrido. Hay cosas que no pueden cambiar, como la receta que se mantiene invariable desde su nacimiento, pero hay otras, como nuestra canción, que deben evolucionar para seguir siendo relevantes” explica Xavi Pons, consejero delegado de la marca.

Sin duda, es gratificante comprobar que los valores de una marca permanecen en el tiempo y siguen siendo válidos en la publicidad contemporánea. Sobre todo, en una marca tan ligada al entorno familiar como es ColaCao. ¡Enhorabuena por esta renovación de los valores de siempre!

sábado, 8 de febrero de 2020

Las 25 mejores películas románticas

A nadie se le escapa que dentro de seis días, el 14 de febrero, es San Valentín. En todos los medios de comunicación hay artículos y propuestas para esta fecha.

Ciertamente, no hay que esperar al Patrón de los enamorados para tener un detalle con la mujer o el marido, con la novia o el novio. El amor es algo que hay que regar todos los días, como la rosa de El Principito. Nosotros necesitamos ser también ese pequeño Príncipe que riega cada día su flor delicada; con cuidados pequeños pero constantes: una sonrisa, un beso, un abrazo, un piropo...

Y evitar la rutina, y decir “te quiero” con la ilusión de la primera vez. Volver a ser novios, aunque se cuenten por decenios los años de matrimonio.

Todo eso es cierto. Pero también lo es que las fechas tienen su significado. Por eso he querido sumarme a esta celebración con una lista de 25 películas románticas que han superado la barrera del tiempo. Este fin de semana es una ocasión espléndida para sorprender a nuestra pareja con un filme que vimos hace años, o que vemos ahora por primera vez. El cine siempre ha sido “una fábrica de sueños”; y en ocasiones, una forma de demostrar el cariño.

Que paséis un gran día de San Valentín. Y, por favor, ¡decidme cuáles de ellas son vuestras preferidas! Me encantará saberlo:

1. Casablanca (1942), de Michael Curtiz
2. Vacaciones en Roma (1953), de William Wyler
3. Lo que el viento se llevó (1939), de Victor Fleming
4. Tú y yo (1957), de Leo McCarey
5. Ninotchka (1939), de Ernst Lubitch

6. Sonrisas y lágrimas (1965), de Robert Wise
7. Orgullo y prejuicio (2006), de Joe Wright
8. Cumbres borrascosas (1939), de William Wyler
9. Luces de la ciudad (1931), de Charles Chaplin
10. Cyrano de Bergerac (1990), de Jean-Paul Rappeneau

11. El hombre tranquilo (1952), de John Ford
12. La sociedad literaria y el pastel de piel de patata (2018), de Mike Newell
13. Mejor... imposible (1997), de James L. Brooks
14. Breve encuentro (1945), de David Lean
15. Sabrina (1954), de Billy Wilder

16. West Side Story (1961), de Robert Wise
17. Algo para recordar (1993), de Nora Ephron
18. Titanic (1997), de James Cameron
19. Ghost (1990), de Jerry Zucker
20. La princesa prometida (1987), de Rob Reiner

21. La Bella y la Bestia (1991), de Gary Trouslade y Kirk Wise
22. Lo que queda del día (1993), de James Ivory
23. Sentido y sensibilidad (1995), de Ang Lee
24. El camino a casa (1999), de Zhang Yimou
25. Matrimonio de conveniencia (1990), de Peter Weir

lunes, 3 de febrero de 2020

Bouygues Telecom: Por una comunicación humana

La compañía Bouygues Telecom y la agencia creativa BETC han ideado un emotivo spot para crear un nuevo posicionamiento de la marca. Con esta campaña tratan de posicionar a la compañía francesa como el operador que hace crecer las relaciones humanas, facilitando la comunicación y aprovechando las posibilidades de las nuevas tecnologías.

El anuncio, dirigido por Martin Werner, cuenta la historia de "Max & Romain" (así se titula), dos amigos que comparten momentos únicos en su infancia y adolescencia. Con los años pierden el contacto, aunque en determinadas situaciones algo les hace recordar al amigo ausente. Todo sigue igual, hasta que un día, un mensaje al móvil lo cambia todo.

"Las relaciones personales son la principal fuente de nuestra felicidad. Desde 1996, te hemos ayudado a hacerlas crecer", reza el anuncio que, además, estrena su nuevo claim: "We Are Made to be Together".

Con esta campaña, Bouygues Telecom deja claro que, a pesar de las sombras que rodean a la tecnología, ellos quieren aprovechar sus ventajas para conectar a las personas. "La ambición de Bouygues Telecom es que la tecnología digital sea accesible para todos, que no se convierta en una fuente de exclusión o división y, sobre todo, alentar a las personas a dar más tiempo a las personas cercanas a ellos", explican sus directivos.

Es bueno que las compañías de telecomunicaciones nos hablen de comunicación y no tanto de aparatos, dispositivos y frías conexiones. Por eso conectan con el público. Esta campaña está en la línea de las que han hecho, con bastante éxito, True Move o D-Tac. Porque la comunicación, o es humana y enriquecedora, o no vale para nada, ¿no os parece?

Agradeceré vuestros comentarios.

domingo, 2 de febrero de 2020

¿Sabemos usar el móvil? Mensaje familiar de Vodafone

¡He vuelto al blog! Después de una ausencia de diez meses, he recapacitado y he decidido continuar esta iniciativa que lleva ya 550 post en algo más de diez años.

Para regresar, he escogido una campaña emotiva –un auténtico storytelling, lleno de encanto y de valores– con la que Vodafone quiso felicitarnos la Navidad. Se titula #TiempoDeUso.

Es frecuente oír la queja de que pasamos mucho tiempo con el móvil en las manos, mirando a la pantalla y descuidando el trato personal con los demás. Y es verdad que muchas veces el móvil se utiliza así, de forma abusiva y despersonalizada. Pero ese mensaje tan reiterado como negativo puede esconder algunos aspectos verdaderamente hermosos. Porque, ¿y si en realidad estar tanto tiempo con nuestro smartphone no fuera tan terrible como dicen?

Vodafone ha querido tomar este tema como hilo conductor de su campaña, subrayando que el móvil se ha convertido en una útil herramienta para mantener el contacto con los seres queridos que viven lejos, a los que no podemos ver de forma diaria. Según el estudio “Tiempo de Uso del móvil en España” de Conecta Research & Consulting para Vodafone, los españoles recurrimos al móvil de forma habitual para estar en contacto con la familia y amigos, convirtiendo a este dispositivo en el preferido para hablar con ellos. Según este informe, el 70% del tiempo que usamos el móvil lo pasamos con nuestros seres queridos, y el 87% de los encuestados afirman que el móvil es el único modo para mantener la relación con los familiares alejados.

"Es importante relativizar el discurso ciberpesimista –señala José Manuel Robles, sociólogo experto en la sociedad de la información–. La telefonía móvil y las redes sociales son tecnologías que ayudan a adaptarse a contextos sociales nuevos, como la deslocalización (ya no vivimos donde nacimos, y nuestros seres queridos y amigos no siempre están cerca de nosotros). De ahí que la telefonía móvil se utilice en mayor media para la comunicación rutinaria con las personas a las que no podemos ver tanto como desearíamos".

Este anuncio, creado por la agencia Sra Rushmore, realizado por Gabe Ibáñez y producido por Garlic, puede hacernos pensar. El problema no está en los dispositivos, sino en el uso que hacemos de ellos. Por eso, ¿y si fuéramos capaces de educar a nuestros hijos –y a nosotros mismos– en el uso positivo y altruista del móvil? ¿Y si en vez de utilizarlo para el ocio o el pasatiempo lo utilizáramos para comunicarnos, para aportar vida a quienes queremos?

¡Ah! Ciertamente, si hiciéramos eso el mundo entero cambiaría. ¡Bienvenidos de nuevo al blog! Como siempre, agradeceré vuestros comentarios y vuestras experiencias.