domingo, 29 de marzo de 2015

Aprenden la lengua de los signos para sorprender a su vecino sordo

Muharrem es un hombre sordo que vive en Estambul. Una mañana sale a dar un paseo con su hermana Özlum y, de repente, es sorprendido por alguien que le saluda en la lengua de los signos. El hombre da un respingo, pero no da mayor importancia al asunto.

A continuación, entra en una tienda y, de nuevo, el dependiente también se comunica con él en el lenguaje de los sordos. Continúa su recorrido, de sorpresa en sorpresa, hasta que llega a una plaza donde ve un anuncio en una marquesina. Ahí se descubre el pastel…

Todo se había fraguado tiempo atrás. Un equipo de Samsung y de la agencia publicitaria Leo Burnett habían estado trabajando un mes entero: habían enseñado el lenguaje de los signos a la gente del vecindario y colocado cámaras ocultas en lugares estratégicos del recorrido habitual del joven para darle la mayor de las alegrías. También habían contactado con su hermana, que actuaba de enlace. En el día señalado, Özlem sale a pasear con su hermano y se produce este pequeño milagro. A lo largo de varios minutos, una festiva y bien orquestada interpretación de todos sus vecinos conmueve profundamente al interesado. Al final del anuncio se puede ver como el chico se emociona cuando todos abandonan sus escondrijos y se acercan a él aplaudiendo en señas.

El anuncio fue diseñado por “Samsung Turquía” para promocionar su sistema de vídeollamadas para personas con problemas auditivos. El vídeo ha tenido una fenomenal respuesta en YouTube: en sólo 3 semanas acumula 9’5 millones de visitas, y ha sido alabado y compartido por miles y miles de internautas.

Desde luego, es agradable ver una publicidad con valores, capaz de conmover y de suscitar la solidaridad, que contribuye a hacer de nuestro mundo un lugar más habitable. ¿No os parece?

lunes, 23 de marzo de 2015

Hijo, puedes contar conmigo...

Puedes contar conmigo” es un emotivo spot que McDonald’s realizó para el día del padre, un anuncio que nos lleva de la mano por un recorrido agridulce que conocemos bien: las idas y venidas de los hijos en relación a sus padres: hay momentos de ternura y acercamiento, pero llegan también los estallidos de crispación, de rebeldía, de desencuentro.

La historia empieza con un hombre que sueña con ser padre, y que casi muere de infarto el día en que nace su criatura. Al principio todos son alegrías: sus primeros pasos en la playa, sus primeras lecciones sobre la vida, sus primeras risas compartidas… Después sobreviene un progresivo distanciamiento: los enfados, las ausencias en casa, los conflictos por las notas… De repente, los padres asisten a su primer enamoramiento. Y, desde la distancia –solo aparente–, le ven tambalearse y le apoyan moralmente cuando “ella” se va.

Las tornas cambian de nuevo. El chico comprende que ellos han estado siempre a su lado, y que siempre estarán allí. Lo descubre, sobre todo, cuando llega el momento de abandonar el nido y formar un nuevo hogar. Y, más aún, cuando él esté en el mismo lugar que ocupó su padre y empiece a temblar en el hospital porque… va a convertirse en padre.

Entonces caemos en la cuenta de que el lema de la campaña sólo se comprende cuando se enuncia por completo: “Puedes contar conmigo, como yo contigo”. Y que la letra de esa preciosa balada de Bruno Mars, “Count on Me”, esconde en verdad una significación mucho más profunda: “Si alguna vez te encuentras perdido en el mar, navegaré por el mundo para encontrarte

Es más que un spot. Es un homenaje a la figura del padre –tan olvidado– y, sobre todo, un rendido agradecimiento a todo lo que nos ha regalado, sin apenas darle importancia. Hoy, más que nunca, me acuerdo especialmente de mi padre, y quisiera decirle: “Gracias por todo, papá. Puedes contar conmigo”.

domingo, 15 de marzo de 2015

El amor de padre dura siempre

El próximo 19 de marzo celebramos el día del padre. Por eso hoy, entre todas las posibilidades que había, he seleccionado esta campaña porque es un homenaje a su figura...

Los anuncios sobre chicles suelen ser bastante superficiales, basados en experiencias fuertes, en aventuras idílicas y, sobre todo, en los sabores. Casi nunca apelan a sentimientos humanos. Al fin y al cabo, ¿puede haber algo más carente de vida que una simple goma de mascar?

Pues bien, la agencia americana Energy BBDO ha creado un anuncio fantástico, lleno de emoción y de ternura, para la marca de chicle Extra Gum. Una preciosa historia de amor entre padre e hija, que eleva el chicle a una categoría superior y da un giro de 180 grados en la comunicación de este tipo de productos.

El eje central es el origami, el arte de origen japonés consistente en plegar el papel para crear figuras y animales. El spot comienza con el viaje en tren de un padre y su hija. Él solo tiene ojos para su querida niña, quien parece no advertir el afecto de su padre. En un momento determinado, él le regala una grulla de origami, hecha con papel de un chicle. Ese pequeño gesto se convertirá en un leit motiv, un guiño de afecto que repetirá muchas otras veces a lo largo de su vida: en un cumpleaños, en la nieve, en la playa o en un partido de béisbol. Cualquier lugar y momento es bueno para recrear esa ilusión que tuvo una niña pequeña al recibir un detalle de su padre.

Con el paso del tiempo, esa costumbre se consolida, se convierte en un recordatorio del amor paternal. Ni las nuevas amistades ni el posible nuevo enamoramiento pueden hacer tambalear esa conexión. Ni si quiera cuando llega el momento inevitable que cualquier padre teme: la marcha a la universidad de su pequeña princesa (una "gran separación", en Estados Unidos). Cuando van a estar más lejos el uno del otro, es cuando más va a necesitar ella de esos pequeños detalles que alimentaron su infancia

La resolución es, simplemente, maravillosa. Porque revela que el alma de esa niña no ha dejado escapar ninguno de los pequeños gestos de su padre. Todos están guardados en la pequeña cajita de su corazón. Y, aunque aparentaba distancia, en realidad estaba siempre muy cerca de él. El eslogan final resume a la perfección el mensaje del spot: “Sometimes the little things last the longest.” (Algunas veces las cosas pequeñas son las que más duran).

No dejéis de verlo. Y permitid que el desenlace os toque un poquito la fibra interior… ¡Feliz día del padre!

domingo, 8 de marzo de 2015

Documental sobre "La familia en el cine"

En 1994, coincidiendo con el Año Internacional de la Familia convocado por Naciones Unidas, edité un documental titulado “La familia en el cine” que ofrecía una rápida panorámica sobre muchos filmes. Fue proyectado en diversos foros y emitido por algunos canales televisivos.

Hace unas semanas, coincidiendo con el XX aniversario de aquella efemérides, decidí actualizar la edición (con ayuda de Salve Márquez) y publicarla en la Red: porque vivimos unas circunstancias muy parecidas a las que motivaron aquel Año en favor de la familia. La defensa y protección de la institución familiar sigue siendo la asignatura pendiente de la sociedad del tercer milenio.

El documental dura 16 minutos y mira con especial detenimiento a la película Kramer contra Kramer (Robert Benton, 1979), que en pleno auge de los movimiento divorcistas, mostró muy a las claras la enorme tragedia que supone toda ruptura familiar y, sobre todo, lo terrible que puede llegar a ser un proceso judicial entre los padres en su lucha por la custodia de los hijos. La película ganó cinco grandes Óscars (película, director, guión adaptado, actor principal y actriz secundaria) y fue todo un referente del cine familiar que surgió en los años siguientes.

Espero que el documental, ofrecido aquí en 3 partes, os haga pensar y os permita pasar un rato agradable. Al menos, me gustará que podáis ver los 2 primeros minutos





domingo, 1 de marzo de 2015

Un mundo generoso

A veces la vida es dura, y cuando pasamos por malos momentos nunca está de más que alguien nos eche una mano, aunque se trate de un gesto simbólico. De esto trata el nuevo spot de Coca-Cola ("A generous World", Un mundo generoso) creado por la agencia Wieden+ Kennedy, de Portland, que se estrenó el pasado domingo durante la gala de los Óscar. Forma parte de la campaña "Destapa la Felicidad", que Coca-Cola lleva desarrollando en los últimos años.

El anuncio mezcla humor y sentimiento en dosis gigantescas, pues en él se suceden -uno a continuación del otro, como en cascada- una serie de acontecimientos desastrosos, a cuál peor. La primera imagen  muestra a un joven que compra, feliz, una Coca-Cola en un kiosco. Está a punto de llevársela a la boca cuando una mujer, cerca de él, rompe una cuerda de su guitarra y ya no puede tocar. Nuestro joven decide que ella la necesita más que él, y le entrega generosamente su botella. Ella le da las gracias, y está a punto de beber el contenido cuando ve a una monja anciana cuyo coche está siendo remolcado por la grúa. ¡Se queda tirada sin medio de locomoción! La joven, entonces, pone cara de circunstancias y le da su Coca-Cola.

A partir de aquí, la Coca-Cola sigue haciendo de las suyas, y pasa de una persona a otra: la cascada de desdichas se convierte en una cascada de solidaridad. Cada vez que un infortunado está a punto de beber la botella, aparece otro que ha sufrido una desgracia peor, y entonces el primero comprende que lo suyo no es para tanto, por lo que ofrece generosamente al otro su único consuelo en la desgracia.

En la línea de sus anteriores campañas, Coca-Cola quiere promover la felicidad y la visión positiva. Pero, esta vez, el anuncio termina en suspense. Cuando la desgracia se cierne sobre el dueño del kiosko, y se cierra el círculo de personajes, surge la incertidumbre y la inquietud. ¿Qué puede pasar ahora?¿Qué desastre aún peor le puede pasar? La empresa quiere contar con la participación del público y nos invita a presentar nuestras propias ideas para el desenlace antes de dar a conocer la suya.

Para saber el final, habrá que esperar. Pero no hay problema. Vivimos en un mundo generoso...