lunes, 30 de agosto de 2010

Las 50 mejores películas de la década 2000-2009

Ocho periodistas y críticos de cine del diario La Vanguardia han elaborado una lista de las que consideran las 50 mejores películas de la década 2000 – 2009. Dicha lista ha sido también reproducida en Cinemanet.

La elaboración de este elenco se ha hecho en base al cruce de listados individuales realizados por cada uno de los ocho expertos citados. Ellos son Miquel Molina, Jordi Batlle, Lluís Bonet, Juan Bufill, Jordi Batlló, Pedro Vallín, Salvador Llopart y Josep Massot.

Reconocen las limitaciones del sistema de selección que deja fuera películas y cineastas de gran valor, Señalan que en esta década, en su conjunto, “domina una cinematografía desesperanzada, con la espita del humor o del amor”. Dicen, asimismo, que es un cine de desasosiego y muestra una sociedad descarnada.

Las cincuenta películas seleccionadas, por el orden en que las han votado, son las siguientes:

1. Saraband (Ingman Bergman
2. Gran Torino (Clint Eastwood)
3. La vida de los otros (Von Donnersmarck)
4. Caché-Escondido (Michael Haneke)
5. 4 meses, 3 semanas, 2 días (Christian Mungiu)
6. Million Dollar Baby (Clint Eastwood)
7. Deseando amar (Wong Car Wai)
8. El pianista (Roman Polanski)
9. Un hombre sin pasado (Aki Kaurismaki)
10. Dogville (Lars Von Trier)

11. El arca rusa (Sokurov)
12. Memento (Nolan)
13. Bowling for Columbine (Michael Moore)
14. En construcción (Guerin)
15. Bailar en la oscuridad (Lars Von Trier)
16. El hombre que nunca estuvo allí (Hermanos Coen)
17. Olvídate de mí (Grondy)
18. Traffic (Soderbergh)
19. Mulholland Drive (Lynch)
20. UP (Docter/Petersen)

21. Crónica de un asesino en serie (Bong Joo-ho)
22. El bosque (Shyamalan)
23. Match point (Woody Allen)
24. Naturaleza muerta (Jia Zhang Ke)
25. Infiltrados (Scorsese)
26. Master and Commander (Weir)
27. La soledad (Jaume Rosales)
28. Invasiones bárbaras (Arcand)
29. Ratatouille (Brad Bird)
30. La mejor juventud (Marco Tullio Giardana)

31. La cinta blanca (Haneke)
32. Inland Empire (Lynch)
33. La habitación del hijo (Moretti)
34. Hable con ella (Almodóvar)
35. Mystic River (Eastwood)
36. Love actually (R. Curtis)
37. Los espigadores y la espigadora (Agnès Varda)
38. La inglesa y el duque (Rohmer)
39. Primavera … (Kim Ki-duc)
40. Oldboy (Chan-wood Park)

41. Kill Bill (Tarantino)
42. Crash (Paul Haggis)
43. Promesas del Este (Cronenberg)
44. Elephant (Gus van Sant)
45. Requiem por un sueño (Aronofsky)
46. Volver (Almodóvar)
47. Big Fish (Tim Burton)
48. Amores perros (Iñárruti)
49. Pozos de ambición (Paul Thomas Anderson)
50. Ciudad de Dios (Meireles)

Realizar una selección de este tipo no es sencillo, y es prácticamente imposible la unanimidad. En cualquier caso, os invito a comentar este post y decir las películas que echáis en falta… o las que sobran. Yo me comprometo a sacar mi listado personal dentro de pocos días.

martes, 24 de agosto de 2010

El mentor y la forja del héroe

Hablábamos la semana pasada de que el héroe no nace: se forja en la dura prueba y en el esfuerzo por conseguir su misión. Ofrezco ahora la segunda parte de un interesante artículo de Mario López de Astea sobre esta cuestión, publicado hace unos días en Aceprensa.

La soledad caracteriza a muchos de los héroes modernos, incluido el héroe corriente, sin superpoderes, de Gran Torino. Precisamente esa película —junto con una multitud de ejemplos, como Arturo y Merlin, Frodo y Gandalf, Harry y Dumbledore, o los entrenadores de Rocky y The Karate Kid, con una nueva versión por estrenar—, muestra otro de los elementos característicos del superhéroe: la necesidad de un mentor que lo acompañe en su camino de forja y dé sentido a su misión en esta vida.

Cuando falta, el héroe parece desvalido —o herido— y sin norte, inclinado al error, incapaz de ajustarse a la misión para la que ha sido designado. Sucede con Spider-Man, con el último Batman, y hasta con Águila Roja y con todos los que pierden o rechazan la figura del mentor. Con la misión y los poderes especiales viene siempre —¿un guiño a la providencia o una simple casualidad?— el sabio, guerrero o hechicero que instruirá y enderezará al héroe. Cuando falta, como sucede con los modernos superhéroes de Heroes y, especialmente, en Los protegidos, se echa de menos en el desarrollo del personaje.

Quizá una de las mayores diferencias entre el héroe clásico y el moderno esté precisamente en el modo en que se forja el héroe: el paso del "para qué sirven" los superpoderes al más completo de "a quién sirven". En la actualidad, muchos superhéroes parecen haber perdido la noción de sacrificio y autodominio, se han convertido en "héroes absolutos": es el caso de Batman en The Dark Knight, que termina rechazado por su mentor y colaborador cuando rebasa el límite de lo ético, aunque sea por una buena causa. También es el caso de personajes como Iron Man o Ghost Rider, que transgreden todo tipo de normas cuando se trata de hacer justicia o, con mayor frecuencia, de ejecutar una venganza.

Justicia y venganza son dos referentes ambiguos para esos superhéroes que se saltan las normas morales por las que se rige la humanidad... para salvar a la humanidad. Es la tentación del atajo: soluciones fáciles y rápidas, sobre todo en cuestiones éticas, porque no queremos reflexionar (falta madurez). Y la tentación del apaño: viajar al pasado para corregir las consecuencias de nuestros actos, porque no queremos rectificar en el presente y asumir esos errores (falta responsabilidad).

En nuestra sociedad, que confunde a menudo la satisfacción del deseo con la afirmación personal o con una manifestación de independencia, el autodominio que debería caracterizar al superhéroe acaba mermado. Los "héroes absolutos", como el superhombre de Nietzsche, no conocen límites —poco queda de templanza en el moderno héroe de acción—; pero el héroe verdadero conoce el alcance de su misión y sabe que "con mayor poder viene una mayor responsabilidad".

martes, 17 de agosto de 2010

Los superhéroes ¿nacen o se hacen?

En la ficción audiovisual, todos tenemos claro que el héroe no nace: se hace -o mejor, se forja- en el logro de una misión. Una misión que le es encomendada, que muchas veces le supera, y para la que siempre necesitará ayuda por parte de alguien (Lo vual exige de él una cierta dosis de humildad). Pero existe también el superhéroe, tan de moda en la filmografía contemporánea; y sobre él ha escrito Mario López de Astea un interesante artículo en Aceprensa. Reproduzco aquí la primera parte de esa nota.

No nos referimos aquí al origen del superhéroe –la causa de los superpoderes–, sino del proceso por el que un personaje con superpoderes termina convertido en superhéroe. En esa ficción, los poderes pueden ser innatos (o de origen extraterrestre), aparecer de modo fortuito (casi siempre por cuestiones de biotecnología fuera de control) o tener un origen inexplicado (forma parte del misterio que envuelve su identidad). También puede apuntarse un suceso que actúe como detonante —como ya se ha comentado, abundan los superhéroes con una agenda de venganza disfrazada de justicia—; pero, como señalaba Sánchez Escalonilla en el título de su libro, un héroe se forja. Según sea la catadura moral de la "persona", así será luego el "héroe".

Peter Parker, huérfano bien educado por Aunt May y Uncle Ben, da un buen Spider-Man (a pesar de su momento oscuro); Lucas, que desborda ingenuidad y buenos sentimientos, resulta ser un buen protegido (un poco torpe, pero va aprendiendo); Clark Kent, criado por Martha y Jonathan según los valores tradicionales, se convierte en el superhéroe que encarna las esencias del espíritu americano (aunque sea un illegal alien).

Para hacerse, los héroes deben, en primer lugar, enfrentarse a sí mismos, afrontar a la vez sus poderes y sus limitaciones. Por lo que parece, no debe resultar sencillo: el propio Luke Skywalker, campeón de la Fuerza, fracasó en su prueba en Dagobah. Y otros muchos de estos superhéroes modernos comparten la misma debilidad.

Simplificando su actitud ante los superpoderes, podríamos decir que los héroes de hoy caben en tres categorías que, a su vez, son todo un apunte psicológico: los que anhelan esos poderes, los que los rechazan, los que los aceptan. En este último grupo están los idealistas, que piensan haber recibido algún tipo de don, intentan averiguar por qué y suelen usarlo en favor de los demás porque se sienten llamados a actuar con especial responsabilidad (Peter Parker, Hiro, Micah). Los que anhelan tener superpoderes suelen ser egoístas (los quieren por motivos superficiales, como Ando, o sencillamente malvados, como Sylar). A otros no les hace gracia la habilidad que poseen, pero la aprovechan: son los pragmáticos como Nathan Petrelli, Matt Parkman (Heroes) o el Culebra (Los protegidos). Por último están los amargados por su habilidad, porque no saben cómo manejarla o porque lamentan que les haya tenido que suceder precisamente a ellos (Jessica en Heroes y Sandra en Los protegidos). En el fondo, son distintas actitudes ante un mismo objeto: la misión en esta vida y qué hacer con los talentos recibidos.

sábado, 14 de agosto de 2010

Las 50 mejores películas de "madres coraje": fuertes, generosas, sacrificadas

Parece que nuestra sociedad esté valorando poco una cualidad típicamente femenina: su capacidad de sacrificio por los demás: la madre que da su vida por un hijo, o por su marido, o por su familia. Una mujer fuerte y con coraje que saca adelante una familia numerosa, o que redime al marido a base de constancia, o que saca adelante a su prole cuando el padre ha muerto o está ausente. Es una pena, porque esta figura es un ejemplo paradigmático de cómo la mujer, muchas veces de forma silenciosa y oculta, es el auténtico pilar de la familia y de la sociedad. Y así ha sido reflejado en otras filmografías.

Quizás por eso me alegró descubrir hace unas semanas la lista que publicó Decine21 con "las 100 mejores películas de madres fuertes y con coraje". Como suele suceder, no todas me convencen ni me parecen igualmente loables. Pero el listado es magnífico. Os lo oferzco -con algunas adiciones y omisiones- en el orden en el que yo las pondría, por si os ayuda a seleccionar películas que podáis ver en casa, en un centro educativo o en una sesión de cine-fórum.

Como siempre, espero que me indiquéis cuáles os gustaron más, o cuáles añadiríais a este listado.

1. Mi pie izquierdo (Jim Sheridan, 1989)
2. The Blind Side (Un sueño posible) (John Lee Hancock, 2009)
3. El intercambio (Clint Eastwood, 2008)
4. La ganadora (Jane Anderson, 2005)
5. No sin mi hija (Brian Gilbert, 1991)
6. Las uvas de la ira (John Ford, 1940)
7. La Sra. Miniver (William Wyler, 1942)
8. En un lugar del corazón (Robert Benton, 1984)
9. Madre e hijo (Aleksandr Sokurov, 1997)
10. La madre (Vsevolod Pudovkin, 1926)

11. La habitación de Marvin (Jerry Zaks, 1996)
12. El aceite de la vida (George Miller, 1992)
13. Rocco y sus hermanos (Luchino Visconti, 1960)
14. Bellísima (Luchino Visconti, 1951)
15. Once (John Carney, 2006)
16. Juno (Jason Reitman, 2007)
17. Mahanagar (Satyajit Ray, 1963)
18. Plan de vuelo: Desaparecida (Robert Schwentke, 2005)
19 . Grbavica (Jasmila Zbanic, 2006)
20 . Mi mapa del mundo (Scott Elliott, 1999)

21. La boda de Tuya (Wang Quanan, 2006)
22. Solas (Benito Zambrano, 1999)
23. Una mamá en apuros (Katherine Dieckmann, 2009)
24. La mujer obsesionada (Henry Hathaway, 1959)
25. London River (Rachid Bouchareb, 2009)
26. Agnes Browne (Anjelica Huston, 1999)
27. Frozen River (Courtney Hunt, 2008)
28. La decisión de Anne (Nick Cassavetes, 2009)
29. Río salvaje (1994) (Curtis Hanson, 1994)
30. Un grito en la oscuridad (Fred Schepisi, 1988)

31. Tierras de penumbra (Richard Attenborough, 1993)
32. The Visitor (Thomas McCarthy, 2007)
33. Terminator 2: El juicio final (James Cameron, 1991)
34. El león en invierno (Anthony Harvey, 1968)
35. Amerrika (Cherien Dabis, 2009)
36. Paso decisivo (Herbert Ross, 1977)
37. Madame Curie (Mervyn LeRoy, 1943)
38. Corona de lágrimas (Alejandro Galindo, 1968)
39. La jurado (Brian Gibson, 1996)
40. El orfanato (Juan Antonio Bayona, 2007)

41. Stella Dallas (King Vidor, 1937)
42. La habitación del pánico (David Fincher, 2002)
43. Eclipse total (Taylor Hackford, 1995)
44. Los otros (Alejandro Amenábar, 2001)
45. A propósito de Henry (Mike Nichols, 1991)
46. Bailar en la oscuridad (Lars von Trier, 2000)
47. Erin Brockovich (Steven Soderbergh, 2000)
48. ¡Qué bello es vivir! (Frank Capra, 1946)
49 En el estanque dorado (Mark Rydell, 1981)
50. Raíces profundas (George Stevens, 1953)

martes, 10 de agosto de 2010

Videojuegos: ¿aislamiento o participación social?

Una de las acusaciones más frecuentes que suelen hacerse a los videojuegos es que fomentan el aislamiento, la incomunicación, el estilo de vida individual. Para evaluar con cierta objetividad ese reproche, me parece interesante la lectura de el artículo que acaba de publicar Miguel Soria titulado "Videojuegos: mejor en compañía" (Aceprensa, 27.VII.2010), del que extraigo esta síntesis:


Si se observan detenidamente los videojuegos más vendidos y que más dan que hablar, la tendencia es clara: Wii Sports, Wii Fit/Plus, New Super Mario BROS. Wii, Call of Duty: Modern Warfare 2, Uncharted 2, las series Guitar Hero o SingStar, etc.; todos ellos no sólo admiten disfrutarlos en su esplendor con más de un jugador, sino que precisamente en ello basan su principal atractivo destacando que dicha opción está potenciada y mejorada.
Antes muchos acusaban a los videojuegos de promover el individualismo. Aunque no tengo nada en contra de la aventura en solitario, reconozco que, probablemente, parte de razón no les faltase. Sin embargo, hay que ser justos: había medidas para evitar esa marginación a la que hacían referencia. Y hoy más que nunca, esa posibilidad es una realidad llevada muy lejos: los famosos modos cooperativos, competiciones online, etc.

sábado, 7 de agosto de 2010

Listado de filmes interesantes para disfrutar este verano

José Mª Caparrós, Catedrático de Historia del Cine y Viceprensidente de Cinemanet, acaba de publicar una interesante selección de películas para este verano. Os la copio, porque me parece muy útil para orientar a los amigos, a la familia... ¡y a uno mismo! Algunas están todavía en los cines, pero la mayoría pueden alquilarse en DVD.

ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS (USA, 2009), de Tim Burton, con Mia Masikowska, Johnny Depp y Helena Bonham-Carter. Color - 110 minutos.
La famosa novela de Lewis Carroll, llevada de nuevo a la pantalla por la factoría Disney, pero bajo la dirección vanguardista del siempre innovador Tim Burton. La película conecta con la imaginería infantil y puede gustar también al público adulto que se deje arrastrar por el onírico relato.

AVATAR (USA, 2009), de James Cameron, con Sam Worthington, Zoe Saldana y Sigourney Weaver. Color - 164 minutos.
Uno de los grandes éxitos taquilleros de la nueva revolución tecnológica que supone el cine en tres dimensiones. Aunque el espectáculo tiene más garra en ese sistema, interesará especialmente a los amantes del género fantástico y de ciencia-ficción, o al gran público que no sea demasiado exigente con su tópico contenido ecologista y de New Age. El 3D puede ser el futuro del Séptimo Arte.

CINCO MINUTOS DE GLORIA (GB-Irlanda, 2009), de Oliver Hirschbiegel, con Liam Neesson y James Nesbitt. Color - 90 minutos.
Nueva película sobre el conflicto político nord-irlandés, pero ahora visto desde el punto de la Fuerza de Voluntarios del Ulster. Treinta años después de un asesinato a sangre fría en venganza de los extremistas protestantes contra el IRA, verdugo y víctima se van a enfrentar a través de un reality show. Es un filme pacificador, que gustará primordialmente a los interesados por tal tragedia nacionalista.

EL CONCIERTO (Francia-Italia-Rumanía-Bélgica, 2009), de Radu Mihaileanu, con Aleksei Guskov y Mélanie Laurent. Color - 119 minutos.
Original parodia del comunismo ruso, realizada por uno de los cabezas de fila del nuevo cine rumano, que posee abundantes dosis de humor del absurdo y toques surrealistas. Se trata de una comedia melodramática, bastante emotiva y optimista, asimismo dirigida a los amantes de la música clásica.

domingo, 1 de agosto de 2010

Amor heroico de una madre por su hija

La muerte de Agata Mroz supuso una gran conmoción para toda la nación polaca. El día de su funeral, miles de polacos se agolparon en el exterior de la iglesia y siguieron la ceremonia desde el exterior, pues el templo no podía albergar más que unos pocos cientos de feligreses. Hubo llanto, oración, cantos y una profunda tristeza. Habían perdido a una gran deportista y, sobre todo, a una grandísima persona. Su vida fue corta, pero iluminó a muchos, y merece que hoy la recordemos.

Agata Mroz nació en Dąbrowa Tarnowska el 7 de abril de 1982. Desde muy joven destacó en el deporte del voleibol, en el que cosechó éxitos como alevín, infantil y juvenil. A la edad de 17 años le diagnosticaron la enfermedad de la leucemia. Su familia sufrió enormemente con la noticia, pero ella no se abatió. Dijo a sus familiares que iba a luchar por la vida con todas sus fuerzas, pero que necesitaba su apoyo y su alegría. Y venció. En poco más de un año estaba ya restablecida, y volvió de nuevo a entrenar para recuperar el tiempo perdido. Con 20 años se convirtió en la estrella nacional de este deporte, y con 21 lideró el equipo nacional polaco hasta ganar la final del Campeonato de Europa (2003), hazaña que repetiría también en 2005.

En septiembre de 2006 vino a nuestro país fichada por el CAV Murcia, y gracias a ella el Club murciano ganó el Campeonato de España con clara superioridad. Pocas semanas después volvieron a aparecer los síntomas de la leucemia, y Agata tuvo que retirarse de la competición y volver a su Polonia natal, donde fue recibida con entusiasmo. Los medios de comunicación la calificaban entonces como la mejor deportista polaca del siglo XXI.

Empezó entonces su calvario con la enfermedad. Tuvo que someterse a incesantes transfusiones de sangre, y todo el país se movilizó en una inmensa cadena de solidaridad para salvar a su estrella del deporte. Miles de personas donaron sangre como gesto de apoyo.

El 9 de junio de 2007 se casó con Jacek Olszewski. Su delicada salud le impidió realizar el proyectado viaje de bodas, pero eso poco le importó. Estaba con su marido y eso bastaba. A los pocos meses supo que estaba embarazada. Cuando acudió a los médicos, le dijeron que su enfermedad se estaba agravando rápidamente, y le aconsejaron abortar.

Agata tomó entonces una decisión heroica: no sólo rechazó el aborto, sino que postergó el trasplante de médula que estaban preparando los médicos hasta que pudiera dar a luz a su primera –y así lo intuía- también su única hija.

La prensa se hizo eco de esa decisión, y le pidieron varias entrevistas. En una de ellas, realizada al diario Dziennik en febrero de 2008, declaró con sencillez que nunca se había arrepentido de haberse quedado embarazada. "La noticia de que iba a ser madre me hizo sentir afortunada. Me llenó de alegría, porque quería sentir lo que suponía ser madre y dar a luz una vida humana; y también porque así le daría a mi esposo algo bueno de mí misma", fueron sus palabras.

Su hija Liliana nació el 4 de abril de 2008. Pocas semanas después, Agata se sometió al trasplante de médula, pero estaba ya muy debilitada. Aún resistió mes y medio, pero su cuerpo no superó las complicaciones que sobrevinieron y falleció en el hospital el 4 de junio de 2008. Tenía 26 años.

Sus funerales se celebraron el 9 de junio de ese año: en la misma iglesia y en el mismo día en que se casó con Jacek un año antes. Las multitudes lloraron su pérdida y quisieron acompañarla en su último adiós. Los medios de comunicación recordaron sus triunfos en eldeporte, pero la gente le recordó por su valentía y generosidad al enfrentarse a la leucemia.

El Obispo Auxiliar de Kielce, Mons. Marian Florczyk, presidió los funerales y aseguró que Polonia había recibido de Agataun impresionante testimonio de amor: a su país, a su marido y al sagrado don de la vida. Ese amor heroico a su hija aún no nacida es el mejor testimonio para esta socidad, que parece no saber apreciar el gran regalo de la familia y de la vida humana”.

Su hija Liliana asistió a la ceremonia en brazos de su padre. Actualmente ambos viven en Brelavia, donde murió Agata. Jacek no deja de recordar a quienes le preguntan lo buena que fue su mujer, y el amor heroico que tuvo hacia su hija, antes de que naciera.