lunes, 29 de noviembre de 2010

Spot de la semana: "Liberarnos" del móvil (¿Nos comunicamos o nos aislamos?)

Juan Adárvez, profesor de Secundaria y seguidor del blog, me envía este anuncio para la sección “Spot de la semana”. Es un anuncio para pensar: no hay una especial carga emotiva, ni tampoco grandes alardes de producción, pero el argumento nos engancha. En breves e intensas escenas, nos sentimos interpelados: vemos situaciones muy cotidianas -en las que a veces no reparamos- y el conjunto apela a nuestra conciencia.

Unos novios pasean a la orilla del mar; él, absorto en el móvil, acaba perdiendo a su novia, aunque las huellas en la arena nos dicen que sigue junto a él. Un amante de la música, pegado a su smartphone, se olvida de su grupo de amigos que está tocando junto a él. Y una secretaria, que se abstrae de la importante reunión a la que asiste. Y una hija que, en la parte de atrás del coche, se olvida de sus padres. Y un padre que, en la sobremesa de la comida, se olvida de la hija que está a su lado…

Situaciones cotidianas. Situaciones normales que no llaman nuestra atención, pero que pueden llegar a ser dramáticas. Afortunadamente, todos esos desajustes se solventan cuando el interesado desconecta el móvil para escuchar a los que tiene alrededor. De ahí el lema de la campaña: “Desconectar para conectar”.

Quizás el tema tenga especial eco entre los jóvenes. De hecho, me dice Juan Adárvez que este anuncio ha suscitado intensos debates en su colegio, donde ha sido proyectado y comentado, porque muchos chicos se sentían retratados en esas escenas. Pero no es sólo un anuncio para jovenes.

La dependencia del móvil está ya tipificada en las manuales de Psiquiatría, y los síntomas son muy claros: no poder vivir sin él, no poder atender a un cliente si llaman por teléfono, estar más pendiente del móvil que del entorno, sentir una grave contrariedad –incluso angustia- si el móvil se estropea o se ha quedado olvidado en casa... Por lo que dicen los expertos, afecta ya a un 2 por mil de la población: o sea, 1.200 en Málaga (que no son pocos), 14.000 en Madrid, 22.000 en Buenos Aires o más de 35.000 en México D.F., Sao Paulo o Nueva York.

Pensemos por un instante: ¿no hay alguien en nuestro entorno que padezca alguno de esos síntomas? ¿No vemos en nosotros alguno de esos indicios? Aún estamos a tiempo de cambiar: de desconectar el móvil cuando haga falta, y escuchar a quienes nos rodean.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Videojuegos para la familia (Pensando en las fiestas navideñas)

Hasta hace poco, el videojuego se asociaba al juego individual de los adolescentes, al parapeto de los jóvenes frente a sus padres, al abandono de la vida familiar por parte de los más pequeños.

Esta idea fue rota hace unos años gracias a Wii, videoconsola que permitió el encuentro familiar en juegos de salón que podían practicar los padres junto con sushijos. Eran juegos sencillos, fáciles de manejar por los adultos (“inmigrantes digitales”), y ofrecían siempre una competición que armonizaba con la simpatía y la cooperación. En este sentido, la empresa japonesa Nintendo ha sabido ver las posibilidades que se abren con el videojuego familiar, y la que antaño era líder en la fabricación de juegos violentos, ahora se esmera en diseñar juegos digitales para todos los públicos.

El pasado 3 de noviembre se presentó en Madrid la última apuesta de Nintendo, sobre todo de cara a las próximas navidades, momento en el que la venta de videojuegos se dispara. Se trata de "Wii Party", un título que incluye una docena de modos de juego y unas 80 pruebas, orientadas especialmente para usar la videoconsola en grupo.

José Arcas, uno de los portavoces de Nintendo España, señalaba al respecto: «Wii Party es una especie de pegamento familiar. La videoconsola Wii es una máquina que usan todos los miembros de la familia y que genera cierto consenso a la hora de su compra (…). Con Wii Party, toda la familia se anima a jugar a la consola; ya no es el niño de la casa el que se encierra en su habitación a jugar al ordenador. No divide al grupo, todo lo contrario». Los datos que maneja la compañía le dan la razón en este aspecto: hay 2,3 millones de usuarios de Wii en España y el 81% de ellos asegura que la usan para jugar en familia.

"Wii Party" plantea una gran variedad de partidas, según el tiempo que se quiera emplear o el número de jugadores. Se pueden elegir pruebas de puntería, de memoria, de habilidad, puzzles e incluso una revisión de juegos clásicos como la oca, el bingo o el tres en raya.

Para los tiempos que corren, esta noticia es una auténtica novedad. Y de las buenas.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Spot de la semana: "Una historia de amor... en la distancia"

El spot de esta semana recibió varios premios internacionales, entre ellos un León de Oro en el Festival de Cannes de 2009. Fue realizado por la Agencia J. Walter Thompson de Buenos Aires, bajo la dirección de Andy Fogwill.

Narra la historia de una limpiadora de un gran hotel cuya vida está sumida en la más completa rutina. Una noche, accidentalmente, pulsa el botón de la videoconferencia, y al otro lado de la pantalla aparece un vigilante nocturno de un país muy lejano. Ambos se miran, y sus miradas lo dicen todo. La limpiadora apaga la conexión, pero algo queda en la mente de ambos.

Cuando, al día siguiente, pulsa de nuevo la videoconferencia, el vigilante es sorprendido mientras se peina… por si ella “regresa”. Es la hora de las presentaciones. Ella es Clara, y vive en Buenos Aires. Él es Vladimir, y vive… ¡en Moscú, a 13.500 kilómetros!

Pero no importa. “Mañana, a esta misma hora”. Es todo lo que ella dice, por gestos. Y empieza así esta maravillosa historia de amor. Una historia que nos dice algo a los hombres de todas las culturas: el amor puede surgir, y crecer, y hacerse fuerte, también en la separación. El amor es más fuerte: supera todas las distancias.

Lo más conmovedor es el carácter humilde de los protagonistas. Dos personas sencillas que nunca hubieran sabido nada el uno del otro, sino hubiera sido gracias a la tecnología. Una historia de amor entre desheredados: no tienen nada, pero a la vez lo tienen todo. Porque en esa “cena de gala” no hay nada que les separe. Una bella parábola para nuestra sociedad: hiperconectada pero totalmente aislada. Y una historia muy bien contada, en pocos planos –los necesarios–, y que ayuda a creer en el amor, en la amistad, en las cosas buenas de la vida. (Por cierto, la canción "Quelqu'un m’a dit" es interpretada por Carla Bruni).




Si te gustó el anuncio, aquí tenéis la continuación: tuvo tanto éxito, que la agencia de publicidad decidió proseguir el relato. Fijaos cómo suena "sopa" en ruso. Es una maravillosa coincidencia...


viernes, 19 de noviembre de 2010

El mejor “spot con valores”: Reflexiones sobre vuestra elección


Siempre he procurado escuchar a los demás. Saber hacerlo no es nada difícil, porque todos nos aferramos a nuestras ideas, a lo que personalmente nos parece más bueno o más valioso. Y más aún cuando nos dedicamos a pensar y a escribir.

El lunes pasado os pedí que valoraseis los diez primeros anuncios que había recogido en la sección “PUBLICIDAD: El spot de la semana”, añadiendo un breve comentario. Vuestras elecciones me han hecho pensar. Y, aunque espero y deseo que sigan llegando más en los próximos días, quisiera compartir con vosotros lo que estas votaciones me han sugerido.

Hasta media tarde de ayer, se habían publicado 19 comentarios. La nota común a todos ellos es la reiterada queja de lo arduo que resulta escoger el más valioso: “¡Menuda tarea! – exclamaba el Anónimo del 2º comentario-. Es realmente difícil seleccionar o calificar los anuncios que nos pides”. Y Agus, que comentó en sexto lugar, decía también: “Se me hace tan difícil elegir. Las historias son muy buenas y están muy bien narradas. Gracias por ponerlas aquí”. Hubo incluso dos profesores que trasladaron esa decisión a sus alumnos de Publicidad; y, de hecho, algunos estudiantes de la Universidad de Alcalá dejaron sus anotaciones con explícita referencia a su profesor, José Miguel Ponce.

En esas elecciones, 4 spots quedaron en primer lugar, empatados a 4 votos (clara muestra de que, en efecto, la elección no era fácil). Esos anuncios fueron: el nº 1 (“Coca-Cola: El valor de la Reconciliación”), el nº 2 (“AFANOC: Los niños… ¡nos enseñan tanto!”), el nº 5 (“4 sentidos: Homenaje a unos padres ciegos”) y el nº 8 (“Thailandia: “La niña que soñaba con tocar el violín”). De ellos, el más comentado ha sido el nº 1, así que tal vez merezca la primera posición. Y el que tiene un comentario más emotivo es el nº 2, así que éste podría ser considerado el segundo.

Merece la pena reproducir esa nota: “La niña que se corta el pelo para dárselo a su hermano enfermo me puso los pelos como escarpias, y dos lágrimas despeñándose de mis ojos, la primera vez que lo vi. Todavía hoy, me pone un nudo en la garganta antes de devolverme a la reflexión sobre la lección de naturalidad, de emoción y de amor que encierra el spot”.

También me ha conmovido el comentario de Alejandro Utrilla, de la Universidad de Alcalá: “Entre sus propuestas me quedo con “El hombre más viejo y el bebé más joven”. Me hace plantearme tantas cosas, y me genera tantas sensaciones que no las voy a enumerar todas, solo pondré dos: -Mi vida es un regalo para mí, y la tengo que convertir también en un regalo para los demás. -Respeto, cariño y admiración a nuestros mayores”.

Cabe señalar también que los diez han recibido votos como aspirantes al mejor spot. Espero los comentarios de los próximos días para orientar esta sección de cara al futuro. Solo me queda deciros una cosa: Muchas gracias por vuestra colaboración. Y seguid enviando más anuncios.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Diez anuncios de oro: Por una publicidad con valores

Hace poco más de dos meses inicié en este blog una pequeña sección ("Spot de la semana") que ha terminado por ser la más visitada. Cada lunes he colgado un anuncio y lo he comentado brevemente con el propósito de transmitir un mensaje positivo. Podéis ver todos los anuncios en la etiqueta “PUBLICIDAD: Spot de la semana”, en la columna derecha.

Deseaba que los spots reunieran estas tres condiciones: 1) Hicieran pensar; 2) Aportaran optimismo; 3) Mostraran que un mensaje comercial es compatible con la ética y la responsabilidad social. En definitiva, apostar por una publicidad que pueda transmitir esperanza y también hacernos mejores.

Ya son diez los anuncios comentados, y me parece un buen momento para hacer balance. Os decía en aquel post inicial: “Si mi trabajo en publicidad no sirve para iluminar el mundo, entonces no sirve para nada”. Sigo convencido de ello, y me gustaría permanecer fiel a aquella propuesta.

Por eso quiero pediros un favor: que me ayudéis a valorar esta primera decena y así establecer una pauta para el futuro. Os incluyo los enlaces a estos diez primeros anuncios. Me ayudaría saber cuál os ha gustado más: el que más os ha conmovido, los que más os han gustado, enriquecido o invitado a pensar. Me encantará saberlo. Cuento con vuestra ayuda y con vuestras sugerencias para encontrar un spot adecuado cada semana.

1. Coca-Cola: El valor de la reconciliación
2. AFANOC: Los niños… ¡nos enseñan tanto!
3. “Abraza la vida”: amor familiar y poesía en la tragedia
4. Burberrys: Un amor que perdura siempre
5. “4 sentidos”: Homenaje a dos padres ciegos

6. “El hombre más viejo y el bebé más joven”: Un canto a la vida
7. Pan Pepín: “Un beso por ser como eres”
8. Thailandia: “La niña que soñaba con tocar el violín”
9. Telecom Personal: “Los tres deseos de una madre”
10. TVE: “La despedida de la perrita Pippin”

Recordad que espero vuestro comentarios. En este post, más que en ningún otro.

jueves, 11 de noviembre de 2010

El “boom” del "remake" fílmico: ¿crisis de guiones o algo más?

Basta echar una mirada a las historias que nos cuentan las producciones cinematográficas para advertir que algo va mal en el trabajo de los guionistas. Esas historias ya nos las sabemos: son remakes de filmes clásicos o europeos (últimamente, también asiáticos) que vuelven a contar el mismo argumento sin ninguna –o muy escasa– variación en el relato.

El caso más reciente es Let me in (2010), dirigida por Matt Reeves: una historia vampírica de dos niños que no encuentran su lugar en el mundo y se comunican por morse a través de las paredes. Es la versión americana de la misma historia que contó el director sueco Tomas Alfredson hace un par de años. Pero no es el único. En 2009 vimos el estreno de Karate Kid, versión idéntica al clásico de 1984; el remake de Pelham 1,2,3, con John Travolta y Denzel Whasington en los papeles que interpretaron Bernard Shaw y Walter Matthau en el filme de 1974; o la cinta El Equipo A, que convierte en thriller trepidante la famosa serie televisiva de los ochenta.

Pero esto es sólo el principio. En agosto se inició el rodaje de Perros de paja, remake del clásico de Sam Peckinpah dirigido en 1971, que ahora interpretará James Marsden en vez de Dustin Hoffman. Y están en fase de pre-producción las versiones “actualizadas” (¿?) de My Fair Lady (con Carey Mulligan en vez de Audrey Hepburn), El increíble hombre menguante (con ¡Eddy Murphy! en el papel que Scott Carey encarnó hace cincuenta años) o Los pájaros, con Naomí Watts en el lugar de Tippy Hedren y –no se lo pierdan– George Clooney en el de Rod Taylor.

¿Cuál es la causa de este “boom” tan fílmicamente explosivo? Muchos aluden a la famosa huelga de guionistas de los años 2007 y 2008: cuando quisieron hacer oír su voz –y, de paso, aumentar sus salarios– argumentando que una película es, antes que nada, una buena historia. Y que sin un buen guión es imposible hacer una película. Es verdad. Aquella huelga lo hizo patente, y fue también la causa de que se echara mano de películas con éxito para volver a contarlas con más fuegos de artificio. Pero hay otras razones…

Recuerdo que, hace años, cuando estudiaba Guión y Producción en la Film School de UCLA, en Los Angeles, le planteé este asunto de la proliferación de remakes a mi profesor de Escritura de Guiones, Set Winston (ganó el Óscar al mejor cortometraje aquel mismo año). No olvidaré nunca su respuesta. Me miró, sonrió y simplemente dijo: “Cuando hay crisis de historias, lo que ha entrado en crisis es la cultura”. Me quedé pensando esa frase. Y entonces comprendí que una sociedad está viva y genera historias –tanto en la literatura como en el cine- cuando tiene valores que le impulsan a contar, a plasmar argumentos interesantes en la pantalla. Toda historia plantea un tema, un valor. Si nuestra cultura entra en crisis –y actualmente lo está, como lo están nuestros valores– entonces no tenemos nada que decir. Y, por lo mismo, tampoco tenemos nada nuevo que contar.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Spot de la semana: La despedida de la Perrita Pippín

Rafael Repiso, profesor de la Escuela de Comunicación de Granada y seguidor de este blog, me envía este anuncio “de cuando la televisión era diferente” (así lo comenta Rafael). Es un anuncio institucional de Televisión Española, producido por la Agencia Contrapunto en 1988, para convencer a los niños de que no estuvieran demasiado tiempo pegados a la televisión. Ciertamente, eran otros tiempos…

La campaña, titulada “Aprende a usar la televisión”, tuvo una gran resonancia. Fue muy comentada en los medios y ganó numerosos galardones; entre otros, el Gran Premio del Festival de Cine Publicitario de Cannes, por delante de 5.000 anuncios de todo el mundo. Era la primera vez que una campaña española conseguía tan alta distinción.

En la primera parte de la campaña, una divertida perrita –después supimos que era inglesa y que se llamaba “Pippin”- intentaba por todos los medios llamar la atención de su embobado amo, absolutamente hipnotizado por la “caja tonta”. En la segunda parte, que salió en antena pocas semanas después, la perrita hacía la maleta y se iba de casa. Éste es el anuncio que he seleccionado para hoy.

Prestad atención al clima que generan la imagen y la música. Hay una mezcla extraña, de humor y de ternura, de comicidad y de nostalgia. Porque ¿hay algo más divertido que un perro haciendo una maleta? Y a la vez, ¿hay algo más triste y nostálgico que esa despedida? Como en los filmes de Charles Chaplin, humor y ternura se funden una historia sencilla que nos conmueve interiormente.

Hay dos planos que contienen de forma sintética toda la emoción de esa escena: cuando el perro mira el portafotos sobre la mesilla, y el contraplano siguiente: cuando vemos la fotografía de su antigua amistad.

Espero que os guste: que os haga reír y llorar. Y que, si tenéis la misma edad que yo, os recuerde aquella época dorada en que la televisión era otra cosa de lo que conocemos actualmente.


viernes, 5 de noviembre de 2010

¿Se enfocan bien las campañas contra el SIDA?

El Programa Nacional de Control del SIDA (National AIDS Control Programme, NACP) estableció hace años una estrategia efectiva en la lucha contra el SIDA: la estrategia ABC:

- A («abstinence») en primer lugar, porque lo prioritario y 100% eficaz para prevenir la infección es recomendar a los jóvenes que retrasen hasta la madurez el inicio de relaciones sexuales.

- B («being faithful») en segundo lugar, porque la pandemia se acaba si cada uno es fiel a su pareja. Lo que expande el virus es la promiscuidad: el cambio de pareja, las experiencias sexuales de fin de semana, etc.

- C («condoms») en tercer lugar, y sólo en el caso de que la población rechazara las recomendaciones anteriores, y advirtiendo que reducen -pero no eliminan totalmente- el riesgo de contagio.

Esa estrategia ABC es también las recomendada por la UNESCO. En España, sin embargo, se promueven campañas sólo en el tercer sentido, “animando” a los jóvenes a mantener relaciones sexuales con preservativo, y asegurando que así serán relaciones “seguras”. Con esto, asumen la promiscuidad sin decir nada en contra, y sus mensajes tranquilizadores fomentan la experiencia sexual, con lo que aumenta el riesgo de contagio. Según datos oficiales, la mayoría de los españoles desconoce que evitar la promiscuidad es crucial para evitar el sida.

Como señala el Profesor Jokin de Irala, Profesor Titular de Medicina Preventiva: “Desde el punto de vista científico y de la eficacia de la Salud Pública es un error, o un prejuicio, no hacer campañas claras y contundentes desaconsejando la promiscuidad por miedo a ser "moralizantes". Tampoco parecía "realista", aparentemente, plantear programas de educación sanitaria para prevenir el tabaquismo hace años cuando, en muchos grupos de edad, más del 75% de la población fumaba”.

Y añade: “En salud pública se pueden dar recomendaciones utilizando canales poblacionales o canales personales cuando los primeros pudieran favorecer efectos indeseables. Por ejemplo, a pesar de haberse encontrado evidencias científicas de que el consumo moderado de alcohol es beneficioso para algunos varones, se recomienda no anunciar a la población que "el alcohol es bueno para la salud" porque podríamos asistir a problemas colaterales debido a su consumo inadecuado o abusivo, como un aumento de los accidentes de tráfico en jóvenes, del alcoholismo o de cirrosis. Por el contrario, se recomienda que su efecto beneficioso se transmita mediante un canal de comunicación personal, del profesional sanitario al paciente concreto.

En el caso del sida asistimos al fenómeno curioso de que se está dando el mismo mensaje a la persona que comercia con el sexo o al usuario de drogas que al joven de 13 años que no ha tenido todavía relaciones sexuales. La falsa idea de seguridad y la sensación de invulnerabilidad propia de la juventud incitan a muchos a dejar la "evitación del riesgo" poniéndose "en riesgo" de infectarse.

Tampoco tiene sentido aceptar la idea en público pero afirmando que en la práctica "no es una opción realista". Parece que existe un autentico prejuicio o "pánico" en pronunciar las palabras "retraso del inicio de relaciones sexuales" o "fidelidad". Se intenta camuflar sus logros y se evita hacer un esfuerzo real para aplicarlos en la práctica. Probablemente no consigamos revertir la pandemia de sida hasta que la abstinencia y la fidelidad formen genuinamente parte de todos los programas llamados "integrales" de prevención del sida”.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Un informe reciente sobre las campañas contra el SIDA

El miércoles pasado comentaba el estudio “Use of mass media campaigns to change health behavior”, publicado el 7 de octubre pasado en la revista The Lancet, que señalaba los fracasos de las campañas contra el SIDA. Reproduzco el análisis que Fernando Rodríguez ha publicado en Aceprensa.

El informe constata que los esfuerzos de los distintos gobiernos se han materializado en un mayor uso del preservativo, aunque sin embargo no ha disminuido el número de parejas sexuales. Pese al tono optimista de todo el estudio, los datos ofrecidos no llevan precisamente al entusiasmo: en cuanto a hábitos sexuales, las campañas institucionales centradas en el preservativo no están dando los resultados esperados.

El estudio aborda las campañas centradas en la natalidad desde la perspectiva de la llamada “planificación familiar”, una forma eufemística de promover la contracepción, no solo dentro de la familia, sino en cualquier ámbito. Desde este punto de vista, la maternidad aparece como un “fracaso organizativo” o como la consecuencia negativa de una información deficiente. Es significativo que la reducción de la natalidad se tome como un objetivo propio de estas campañas de “concienciación social”, al mismo nivel que la prevención del sida. De hecho, ambas aparecen vinculadas en el título del epígrafe: “Reducción de la tasa de natalidad y prevención del contagio del sida”.

Lo que une a estos dos objetivos no es tanto erradicar lo que se consideran malos hábitos en el comportamiento sexual, sino proponer una estrategia común: el inevitable uso del preservativo.
Este reduccionismo, unido al poco éxito en la modificación de las conductas de las personas expuestas a las tradicionales campañas del estilo “póntelo, pónselo”, está llevando a la utilización de nuevas estrategias de marketing. Es el caso de la moda de introducir mensajes a favor de la “planificación familiar” –en su sentido más profiláctico– en espacios televisivos de entretenimiento, y más en concreto en las series de ficción, diluyendo la dosis de propaganda entre el resto de contenido para lograr mayor impacto.

El informe argumenta que los avances en la contracepción solo se producen cuando se da un clima “favorable al uso moderno de la contracepción y a la idea de un modelo de familia menos numerosa”. De ahí –añaden– que el aumento en la demanda de métodos de contracepción solo se estén dando –y a corto plazo– entre aquellas personas expuestas a las campañas de concienciación institucional que previamente eran favorables a este tipo de técnicas. La influencia entre los que no lo son es mucho menor. Es decir, que las mencionadas campañas convencen a los ya convencidos, mientras que son ineficaces entre los críticos.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Spot de la semana: "Los sueños de una madre"

El spot de esta semana fue uno de los 13 ganadores del Lápiz de Oro en 2004: los premios a la mejor Creatividad Publicitaria en Argentina. Fue desarrollado por la Agencia FCB Argentina para Telecom Personal, la principal operadora de Telecomunicaciones de ese país. Esta campaña se integra en su línea de comunicación: “Queremos ayudarte a cumplir tus deseos”.

El anuncio empieza con un vídeo casero, grabado hace años en el cumpleaños de la madre. Todo hace sospechar que ella estaba recién casada.

Sus hijos están viendo ahora en el salón esas imágenes, y disfrutan percibiendo el paso del tiempo: “¡Aquél es papá!”. “¡Mira qué peinado llevaba mamá!”. Todo rezuma calor de hogar: alegría, espontaneidad, familia. De repente sale una gran tarta con las velas encendidas, y el padre agita sus manos ante el grupo de amigos: “¡Un momento, un momento! ¡Pará, pará!”. Luego se dirige a ella: “Cariño, pide tres deseos”.

Entonces se produce el momento mágico. La joven madre dirige sus ojos a la cámara. Parece traspasar el tiempo y el espacio, como si viera más allá: más lejos y más hondo. En el salón, los tres hijos se sienten misteriosamente mirados por ella, contemplados de una manera especial: uno a uno, con un cariño infinito. Se miran entre sí. Ahora comprenden cuáles fueron los tres deseos de su madre. Y vuelven la vista a la pantalla, con una sonrisa de felicidad y de agradecimiento.

Todo lo que “dice” este spot está contenido en las miradas. ¡Cuánto cariño y entrega… y sacrificio y ternura… y amor y esperanza! Todo eso junto, encerrado en una mirada. Al ver este anuncio, dan ganas de gritar por dentro: “¡Gracias, mamá, muchas gracias!”.