lunes, 10 de diciembre de 2018

#BelieveInChristmas: la Navidad saca lo mejor de nosotros

Como todos los años, la Navidad nos ofrece lo mejor de la publicidad: los mejores anuncios, los más emotivos. Se diría que en estas fechas todas las empresas pugnan por encontrar la creatividad más selecta y lograr un mensaje que cale en la gente y toque la fibra más sensible. Hemos publicado ya algunos anuncios preciosos que han aparecido en estos días, pero el que he seleccionado hoy me parece especialmente hermoso y sensible. Lo más sorprendente es que viene… ¡de una empresa de servicios financieros!

La campaña de Erste Group Bank está conquistando los corazones de todo el mundo porque alude a dos de los temas más preocupantes en el ámbito de la infancia: la aceptación de los diferentes y el acoso escolar. En realidad, una misma situación vivida no pocas veces por los menores extranjeros. De ahí que nos lo cuente desde la imaginación de un niño.

El anuncio animado tiene como protagonista a un pequeño erizo que llega a un nuevo colegio. Desde el principio, se da cuenta de que es “diferente” al resto: sus púas no son bien recibidas por sus compañeros, y nadie quiere compartir con él juegos ni asiento. Su forma de ser, que en absoluto pretende ser áspera ni hiriente, es percibida así por los demás. Y aquí entra en juego el segundo tema: el bullying, que se cierne sobre él de forma clara, aislándole de todos y acentuando la diferencia con los demás: una velada alusión a la discriminación étnica.

Sin embargo, ésta no es la última palabra. El espíritu de la Navidad se hace presente en esos mismos compañeros que antes le arrinconaban. Y ese amor lleno de comprensión es capaz de encontrar la solución al problema: de forma ingeniosa, encuentran el modo de suavizar su aspecto áspero y de hacer posible la convivencia.

#BelieveInChristmas: eso es lo que nos propone la campaña. Una propuesta que tiene como correlato la pregunta que nos lanza en su cabal de You Tube: “¿Qué sería de la Navidad sin amor?”. Realmente, un mensaje inspirador en estos días que reclaman nuestro afecto.

Ojalá todo el año tuviéramos una publicidad como ésta. Una publicidad con valores.

domingo, 9 de diciembre de 2018

Leche Pascual: Dar lo mejor... también en Navidad

El 5 de enero por la noche, tras una fantástica víspera de Reyes, una familia regresa a su casa de campo. Es una familia ganadera, de esas que gusta ver en los anuncios de Leche Pascual. Una familia feliz con dos hijos (Tomás y Valentina) que, de repente, se ve azotada por un terrible nubarrón: la puerta de casa está forzada; los muebles, abiertos y tirados por el suelo, y todo el salón patas arriba. Hasta el árbol de Navidad ha sido destrozado: va a ser el día de Reyes más triste en la historia de esta familia.

Todo parece indicar que han sido objeto de un robo. Sin embargo, la madre descubre una carta sobre uno de los sillones. La cara se le ilumina cuando empieza a leerla en voz alta: “Queridos Tomás y Valentina: Lo sentimos mucho, no queríamos que sucediera esto. Hemos querido pasar los tres por vuestra casa antes de venir esta noche con los regalos, pero los camellos se han puesto nerviosos con las luces del árbol tan bonito que habéis montado y lo han destrozado todo con las pezuñas…”.

Por un momento, casi nos lo creemos. Casi nos creemos que la magia de la publicidad puede hacer que un día triste se convierta en algo mágico y hermoso. Pronto nos damos cuenta de que la madre está improvisando un maravilloso cuento para hacer felices a sus hijos, para evitarles una realidad demasiado cruda… Y, al final, comprendemos que la magia de la publicidad sí puede convertir la tragedia en algo hermoso: en un sueño feliz e inocente, como el que viven todos los niños la noche de Reyes. Ese arranque de ilusión y de ternura con que la madre resuelve la situación, nos dice mucho del cariño que ella pone todos los días en sus hijos: en cada día del año, y sobre todo, en estas fechas. El lema “Dar lo mejor”, de Leche Pascual, se hace vida también en Navidad.

Sin duda, es un anuncio emotivo y hermoso, que nos habla de ilusión y de familia, de un cariño que supera tragedias, y que por eso termina con un cierre muy atinado. La Navidad está hecha para esto: para soñar y amar. Y a eso nos invita la publicidad de estos días: a volver a la ilusión de la infancia.

¡Un brindis por los buenos anuncios de la Navidad!

lunes, 3 de diciembre de 2018

Las diez mejores películas navideñas

Estamos comenzando el Adviento, pero para muchos la Navidad está ya a las puertas. Las calles están adornadas e iluminadas, y todos los comercios nos recuerdan que ya es tiempo de hacer regalos...

En este contexto, dentro de poco empezará a programarse en televisión un particular género televisivo que podríamos denominar películas navideñas. Estas cintas incorporan algunos de los valores más típicamente cristianos: el sentido de la Navidad, la conversión a lo "Scrooge" (el personaje de Dickens), los deseos de felicidad, el reencuentro familiar, o el anhelo de retornar a la inocencia y a la infancia.

Como sugerencia para ver en casa durante estas próximas semanas, incluyo mi personal lista de "las diez mejores películas sobre la Navidad": incluye filmes familiares, y cintas clásicas junto a películas más recientes. Todas ellas son fáciles de encontrar en las plataformas o en los videoclubs.

1. ¡Qué bello es vivir! (1946), de Frank Capra. La víspera de Navidad, George Bailey está con el agua al cuello. Toda su vida ha renunciado a proyectos personales para ayudar a su comunidad; pero ahora el banco que ha creado para socorrer a la gente está al borde la quiebra, y Bailey va a un puente dispuesto a arrojarse al agua, pensando que todos sus esfuerzos han sido en balde. La repentina aparición de Clarence, un ángel que todavía no se ha ganado las alas, le hará ver cómo hubiera sido la vida de su familia y sus amigos si él no hubiese existido. Número uno indiscutible del género, que sigue transmitiendo esperanza y optimismo a públicos de todas las culturas.

2. La Natividad (2006), de Catherine Hardwicke. Recrea con acierto los escenarios, costumbres y utillaje de la época en que nació Cristo, pero falla en el retrato de la Virgen, que aparece siempre tímida e introvertida. Con todo, una buena preparación para vivir el sentido religioso de la Navidad.

3. Las Crónicas de Narnia (2005), de Andrew Adamson. Todo un clásico de la literatura infantil, escrito por C. S. Lewis. Durante la II Guerra Mundial, cuatro hermanos ingleses son enviados a una casa de campo para huir de los bombardeos alemanes. Un día, mientras juegan al escondite, la pequeña Lucy se esconde en un armario y de repente aparece en Narnia, un mundo fantástico que vive un invierno perpetuo. Cuando vuelva al caserón, nadie creerá su increíble aventura. Pero Narnia lanzará más mensajes a los niños, porque necesita de su inocencia para ser redimido. Y en esa misión encontrarán al majestuoso león Aslan, una respetuosa analogía del personaje de Jesucristo. Filme aún reciente que gustó a niños y adultos, y que aúna simbolismo cristiano junto a una gran aventura épica.

4. Maktub (2011), de Paco Arango. Manolo atraviesa una grave crisis en su matrimonio. Un día, cercano a la Navidad, conoce a Antonio, un chico con cáncer que tiene unas extraordinarias ganas de vivir, y eso le cambia la vida. Esta película familiar, con formato de cuento navideño, logra divertir y conmover, apelando a los buenos sentimientos. El director propone una fábula con enseñanzas sobre el sentido de la vida y la enfermedad, hablando sin complejos de la muerte, la trascendencia, el amor, la familia, la capacidad de perdonar, la fidelidad y las relaciones entre padres e hijos. Una gran opción para jóvenes y adultos.

5. De ilusión también se vive (1947), de George Seaton. Cercana la Navidad, la jefe de unos grandes almacenes contrata a un viejecito barbudo y simpático para que haga de Santa Claus. El anciano acapara pronto la atención de todos por su derroche de simpatía, y también porque afirma que es el verdadero Santa Claus. Con este planteamiento, la jefa quiere devolver a todos los ciudadanos el auténtico sentido de la Navidad, incluyendo a su escéptica hija. Cinta entrañable, nominada a los Oscar, donde se hace una dura crítica a los impulsos materialistas y consumidores que se anteponen, en estas fechas, al verdadero significado de la Navidad.

6. Family man (2000), de Brett Ratner. Entrañable fábula sobre un personaje que prefirió alcanzar el éxito en vez de casarse con la chica de sus sueños. En vísperas de Navidad, sólo y sin familia, tiene un extraño encuentro con su “Ángel de la guarda” que le hará ver lo que podría haber sido su vida con un matrimonio feliz, con hogar y con hijos.

7. La gran familia (1962), de Fernando Palacios. Un espléndido homenaje a la familia numerosa, que tiene como clímax la pérdida de uno de los hijos en la víspera de la Navidad. La mejor para el sentido familiar de estas fechas.

8. Polar Express (2005), de Robert Zemeckis. Un niño que ha perdido la ilusión de la Navidad se ve metido en un tren rumbo al Polo Norte, para conocer a Santa Claus. A través del viaje, plagado de increíbles aventuras, misterios y canciones , el protagonista viajará a un lugar mucho más escondido e importante, el de su propio corazón. Excelente película de animación en 3 D.

9. Mientras dormías (1995), de Jon Turteltaub. Una joven taquillera de metro, secretamente enamorada de uno de los pasajeros, tiene la oportunidad de salvarle la vida, aunque él queda en coma; por una confusión, todos creerán que ella es su novia. Comedia romántica por excelencia, al estilo Capra o LeoMcCarey, que trae a colación la necesidad de afecto y compañía cuando llega la Navidad.

10. Feliz Navidad (2005), de Christian Carion. Narra lo que sucedió el 24 de diciembre de 1914 en el frente de Ypres (Bélgica), durante la Primera Guerra Mundial. Se decretó una tregua para esa noche que implicaba permanecer en los puestos sin disparo alguno, pero las tropas alemanas iniciaron un villancico, y las tropas británicas respondieron con "Adeste fideles". Luego intercambiaron gritos de alegría y deseos de una feliz Navidad para todos. Al poco, hubo encuentros de unos y otros en la tierra de nadie, y allí se intercambiaron regalos y recuperaron a los caídos. Celebraron funerales con soldados de ambos bandos, llorando las pérdidas y ofreciéndose mutuamente el pésame. Una gran lección de solidaridad cristiana.