domingo, 31 de enero de 2016

IKEA contra los fantasmas de la cocina


IKEA –¡cómo no!– ha vuelto a sorprendernos. Y lo ha hecho como suele: con humor y con valores. Pero esta vez el envoltorio tiene ambiente de “película de terror”. Al más puro estilo gótico (mansiones cerradas donde pasan cosas extrañas y aparecen monstruos), la historia nos lleva al interior de la cocina.

En clave de comedia, pero con una apariencia de suspense, asistimos a mil detalles cotidianos que suceden en la cocina y que nos hacen sospechar que allí habita algún fantasma: desaparecen las tapas de los tupperware, se pierden los abridores, menguan de día en día las cucharillas. De repente, un bote mal puesto se cae al abrir el armario, y en su interior aparecen decenas de botes de orégano que no se sabe de dónde han salido. No hay duda: la cocina está poseída por un espíritu cuya “misión” es asustar e intranquilizar a la sufrida ama de casa.

A estas alturas, el espectador ya ha comprendido el mensaje. Ese caos formidable pasa porque no conseguimos que “haya un sitio para cada cosa y que cada cosa esté en su sitio”. Sí, esa tendencia al desorden que parece acrecentarse cuando el mobiliario no ayuda.

Por eso IKEA, con la ayuda de McCann y MRM//McCann, ha creado esta campaña de la que he tenido noticia por Jaume Figa, de UIC Barcelona: “No es magia. Es orden”. Con ese lema, la empresa finesa se nos presenta como un aliado para el hogar: no alguien que quiere vendernos productos, sino alguien experto en detectar los problemas cotidianos de la casa y en ayudarnos a resolverlos. Una estrategia semejante a la que vimos en su campaña de las mesas, narrada en primera persona por la mesa del Despacho Oval de la Casa Blanca.

Para Gabriela Díaz-Guardamino, directora de marketing de IKEA Ibérica, “en España la cocina es vista como un espacio estrictamente funcional, y creemos que las soluciones de orden en la cocina pueden acabar con muchas frustraciones del ama de casa, como la falta de espacios. Nosotros nos hemos especializado en proporcionar soluciones de orden a través de un gran surtido de armarios”.

No es sólo una apuesta por el orden. Es también una apuesta por el hogar, el ámbito donde todo se ordena y se aquieta, donde todo encuentra su lugar y su sentido. De ahí el claim de la campaña : “Nada como el hogar para amueblarnos la cabeza”.

Un mensaje muy apropiado para los tiempos que corren.

lunes, 25 de enero de 2016

Vídeo sugerente: "Levanta la vista del móvil"

Tener cientos de amigos en Facebook no es sinónimo de ser querido. Puede equivaler a quedarse esperando un “Me gusta” que quizá nunca llegue. Estar atado a Whatsapp durante una reunión entre amigos no hace que estemos en más lugares, sino, más bien, a no estar en ninguno.

Sobre estas premisas se construye el vídeo titulado significativamente “Look Up” (levanta la vista). El corto fue publicado en YouTube hace unos meses, y en diez días superó los 27 millones de visitas. Ahora son ya más de 56 millones. Para ser el vídeo inaugural del escritor británico Gary Turk, no está nada mal. Pero, ¿cuál ha sido el motivo de su éxito?

Tengo 422 amigos. Aún así, estoy solo. Hablo con todos ellos cada día, sin embargo, ninguno me conoce realmente”. Así arranca este poderoso corto: con las palabras de un joven hiper-conectado e hiper-desilusionado, que nos hacen pensar a dónde nos ha llevado la actual fascinación por la tecnología. Con rima y ritmo de rap, jugando con las comparaciones y las antítesis, con la emoción y la ironía, el espectador asiste a un lúcido discurso que le llega hasta el fondo. Todos nos sentimos interpelados en esta llamada a “levantar la vista” del teléfono móvil y entablar relaciones humanas –directas– con quienes nos rodean. El mensaje no es nuevo, pero la puesta en escena sí.

Las imágenes no son tremendistas, pero las reflexiones que suscita pueden suponer un shock intelectual y emocional. Lo que vemos son escenas cotidianas, con hombres y mujeres interactuando a través de redes sociales, pero que ya no tienen tiempo para mirarse a la cara. Ya no pueden –o, lo que es peor, ya no saben– relacionarse con los demás, tener amigos de verdad, vivir reposadamente la propia vida en vez de una vida ficticia y agitada en el mundo virtual.

Sin embargo, lo “peor” está por llegar. De repente, vemos a unas nuevas generaciones de niños que ya no son capaces de divertirse. Ya no juegan ni corren. Sólo miran su tableta. La voz en off suena aquí especialmente triste:

Estamos rodeados de niños que, desde que nacieron, nos han visto vivir como robots, y piensan que eso es lo normal. No es muy probable que seas el mejor padre si no puedes entretener a tu hijo sin usar un IPad. Cuando era un niño jamás estaba en casa; estaba afuera con mis amigos... Ahora los parques están silenciosos. No veo niños jugando, y los columpios están todos quietos…”.

Por contraste, el relato incluye una conmovedora historia de amor nacida de una acción tan simple como preguntar a una mujer una dirección, algo que nunca habría sucedido si el protagonista se hubiera dejado guiar por su teléfono móvil. Esa relación, profundamente humana, llega a saborear el amor, el afecto de una esposa y las alegrías de una hija que al fin levantó el vuelo y se fue… Una vida normal, pero una vida plena, con pequeños sucesos que merecieron ser vividos y no sólo “compartidos”. Una historia como la de nuestros padres; esa que gusta recordar en la vejez (¿te acuerdas cómo nos conocimos?), y que se vuelve a contar a hijos y a nietos, como si fuera la primera vez...

La comunicación mediante dispositivos en lugar de conversaciones amistosas está cambiándonos la vida. Por eso el vídeo llega a decir: “Somos una generación de idiotas, de teléfonos inteligentes y gente estúpida. Así que levanta la vista del teléfono”.

Un mensaje que, al menos de vez en cuando, conviene oír y meditar. ¡Feliz semana de vida auténticamente real!

"Ghadi": Comedia humana, música del corazón

(JUAN JESÚS DE CÓZAR) Candidata al Óscar en la edición de 2014, esta simpática película libanesa nos deja un buen sabor de boca por su humanidad, sus entrañables personajes y el tono cómico casi siempre elegante de las escenas. Su fugaz paso por las carteleras españolas se compensa ahora con el reciente lanzamiento de la cinta en DVD.

El director de “Ghadi” es el libanés Amin Dora, que nos introduce en el barrio de Mshakkal, de la ciudad de Matroun. Allí ha vivido siempre Leba (Georges Khabbaz), joven profesor de música y hombre de gran bondad. Con su propia voz en off,  visualizada a través de secuencias breves y divertidas,  Leba va explicando al espectador detalles del vecindario, de su infancia y juventud, de su amor por Lara (Lara Rain)… Felizmente casado con ella, han tenido dos hijas y un hijo muy especial al que han llamado Ghadi. La familia adora a Ghadi, que nació con síndrome de Down, a pesar de los continuos chillidos que emite desde la ventana de su casa. No hay quien le haga callar y los vecinos, que están al borde de un ataque de nervios, deciden tomar cartas en el asunto y denunciar el tema al ayuntamiento. Algo tendrán que hacer Leba y Lara, porque para ellos Ghadi es un ángel… Claro, ¡un ángel!

El párrafo anterior puede dar idea al lector de los caminos que transita esta comedia costumbrista, que a pesar de su localismo logra una fácil empatía con el espectador siempre que éste acepte las claves del género: relato amable, humorístico e inverosímil; galería de personajes singulares, con muchos defectos y gran corazón; ligera crítica a la hipocresía social…

Teniendo en cuenta que la religión está por medio, algún sector del público podría juzgar determinados pasajes como irreverentes. Ciertamente, la fe de los habitantes del barrio tiene bastante de folclórica y milagrera, pero la religión es presentada como una realidad positiva y no como fuente de conflictos. De modo que,  en mi opinión,  la comicidad del guión sobre el hecho religioso debe entenderse sólo como un recurso cinematográfico sin segundas intenciones.

Las interpretaciones son estupendas, algo que resulta crucial en este tipo de comedias corales que se mueven en el filo de lo absurdo. Con una agradable banda sonora en la que está presente Mozart y un guión que fluye casi sin altibajos, “Ghadi” enfila la recta final provocando emociones legítimas y un buen puñado de sonrisas: 100 minutos que configuran una película verdaderamente humana.

lunes, 18 de enero de 2016

Spot emotivo: Canto al amor verdadero

Sobre un negro absoluto, el spot arranca con una sugerente voz en off: “Tú que puedes, vive la vida por los dos…”. Se abre el plano y vemos a una mujer en la tercera edad, recostada en la cama de matrimonio. Su mano pasa por encima del lugar en el que antaño dormía su marido, como buscando el recuerdo de su ser más querido. “Ya va para once años que me lo pidió… ‘Y hazlo con la alegría y la hermosura que siempre has tenido’”. El relato sube de tono: “Porque, como me llamo Unce, desde ese Cielo en que tanto crees te estaré contemplando… [Ella mira ahora a lo alto, a través de la ventana]… Y prométeme que no estarás triste más de un minuto. Porque yo seguiré a tu lado”.

Viene entonces la referencia a la familia: “¡Y cuídate!... Porque les harás falta a los niños…”. Pero el consejo va más allá, y toca la fibra del espectador: “Y si conoces a alguien más, sigue tu camino”.  Ella no parece dispuesta a buscar otros afectos: “¡Ay, qué ocurrencias tiene este hombre! Yo, por si acaso, siempre llevo la alianza…”. Y responde con un monólogo chispeante y lleno de ternura, sobre todo cuando recuerda: “Fueron 36 años, 11 meses y 20 días maravillosos… que duraron un suspiro”.

La marca anunciada se desvela al final: es una tienda sencilla, con amplia tradición familiar. Y entendemos entonces que todo ese recuerdo de la protagonista entronca bellamente con el objeto anunciado. Y lo hace con tal naturalidad, con tal emoción, que ese recuerdo nostálgino nos conmueve y nos arrastra.

Habrá quien vea en ello una instrumentalización de los sentimientos. A mí, por el contrario, me parece un canto bellísimo al amor verdadero, ese que no muere nunca aunque muera la persona amada.

domingo, 17 de enero de 2016

"Mia Madre": homenaje de Moretti a su propia madre

(JUAN JESÚS DE CÓZAR) La última película de Moretti, que se estrena en España el próximo 22 de enero, no supone ninguna sorpresa en su filmografía, pero sí una cierta evolución. No en el sentido profesional, desde luego, porque el ganador del premio a la mejor dirección en Cannes 1994 por “Caro Diario” y al mejor film en Cannes 2001 por “La habitación del hijo”, es un realizador suficientemente acreditado, de esos que ya sólo ruedan lo que quieren.

La progresión del inquieto director italiano va en otra línea. En “Mia Madre” flexibiliza su mirada, que se hace más serena y reflexiva, menos preocupada por denunciar los fallos del “sistema” y más centrada en las carencias personales. Como si al traspasar los 60 (tiene ahora 62 años) hubiera decidido ajustar algunas cuentas con su propio pasado. Y quizá también porque, al fin y al cabo, los errores estructurales siempre tienen su origen en errores humanos.

En su nuevo film, que fue candidato al premio a la mejor dirección en los European Films Awards (EFA), Moretti nos presenta a Margherita –soberbia Margherita Buy, nominada también al premio a la mejor actriz en los EFA–, una directora de cine especializada en películas de corte social, que tiene a su madre ingresada en el hospital. A ésta se encarga de atenderla su hermano Giovanni –papel interpretado por el propio director–, que está atravesando una crisis profesional e, intuimos, también vital.

Margherita es una realizadora de carácter (¿alter ego de Moretti en la pantalla?), con una vida afectiva descentrada. Los avatares del rodaje en el que está inmersa, la preocupación por la salud de su madre, la educación de su hija adolescente y una inseguridad creciente en el acierto de su propia conducta, serán los elementos dramáticos que recorrerán todo el film, que tiene alguna leve caída de tensión pasados los dos tercios del metraje.

La cinta es casi autobiográfica, pues Moretti la pensó como un emotivo homenaje a su madre, fallecida mientras rodaba su anterior film. Quizás por eso, la mejor escena de la película es aquella en que el propio Moretti sirve, delicada y amorosamente, un plato de pasta a su madre enferma.

En todo caso, “Mia Madre” muestra una vez más la capacidad del director para aunar comedia y drama, y aquí es justo reconocer la impagable actuación de John Turturro, verdadero animador de esta notable cinta. Se podría decir que éste es un Moretti más sabio, al que sin embargo le falta ese punto de optimismo que últimamente se aprecia en otro director “evolucionado” de su quinta: Robert Guédiguian. Y es que, quizá, Moretti aún sigue buscando el fundamento sobre el que asentar una esperanza que necesitan él mismo… y los espectadores.

sábado, 9 de enero de 2016

Homenajes de Pixar a la historia del Cine

A diario, Internet nos brinda todo tipo de montajes dedicados al séptimo arte; la mayoría son banales, pero de vez en cuando surge algo especial. El español Jorge Luengo es responsable de este delicioso vídeo: una recopilación de homenajes cinéfilos incluidos en las películas de Pixar.

Hay referencias a filmes clásicos "con solera", como King Kong (1933) o Vértigo (tal vez la cinta más homenajeada por Pixar), y también a clásicos más cercanos y populares, como "La guerra de las galaxias" (1977), "En busca del arca perdida" (1981) o "Parque Jurásico" (1993). En todo caso, películas míticas, que han dejado su huella en el cine.

Espero que disfrutéis este montaje tanto como yo. Es un maravilloso ejemplo de amor al Séptimo Arte.


Pixar's Tribute to Cinema from Jorge Luengo Ruiz on Vimeo.

jueves, 7 de enero de 2016

"La canción del mar": historia irlandesa con corazón universal

(JUAN JESÚS DE CÓZAR) Ha salido a la venta en bluray y DVD uno de los 5 filmes de animación que aspiró al Oscar 2015. Se entiende que finalmente se llevara la codiciada estatuilla una película de la factoría Disney técnicamente impecable, “Big Hero 6”, pero personalmente considero que “La canción del mar”, a la que dedicamos este post, está un escalón por encima como obra artística.

Tomm Moore (Irlanda, 1977), el director, es un ilustrador y escritor de cómics, experto en animación y cofundador de los estudios Cartoon Saloon. Si con la primera producción de su compañía, “El secreto del libro de Kells” (2009), también nominada al Oscar, ya alcanzó notoriedad internacional, esta maravilla titulada “La canción del marle confirma como uno de los sucesores del genio japonés Hayao Miyazaki, figura de referencia de la animación mundial durante los últimos 40 años.

Moore utiliza técnicas de animación tradicionales, con unos diseños que pueden parecer algo esquemáticos pero que están atentos al detalle y que resultan tremendamente expresivos. Si a la alta creatividad de los dibujos le añadimos el componente poético que impregna cada fotograma, un imaginativo uso del color y de la luz, unos movimientos llenos de armonía, y una extraordinaria banda sonora del francés Bruno Coulais (“Los chicos del coro”) con canciones del grupo irlandés Kíla, se puede calificar su película como verdadera obra de arte.

Pero, ¿qué nos cuenta “La canción del mar”? El guión –coescrito por Moore– mezcla algunas leyendas irlandesas procedentes de tradiciones nórdicas con la historia de dos hermanos, Ben y Saoirse, que viven con su padre en un faro. Una serie de circunstancias obligarán a los dos pequeños a lanzarse a una emocionante aventura, donde realidad y magia se funden para regalarnos un relato muy humano de aprendizaje y maduración, y un gran espectáculo visual. Para construir la narración, los guionistas se han apoyado sobre todo en la leyenda de los selkies, seres mitológicos con apariencia de foca que tenían el poder de transformarse en hombres y mujeres de belleza inigualable; eran focas en el mar y hombres o mujeres en tierra.

Hay mucha relación entre los paisajes y las historias. Pienso que hay algo casi sagrado en los paisajes –afirma el director, y hemos intentado plasmarlo en la película, porque creo que todos los paisajes tienen su propia historia, su significado”. Respecto a la proliferación de símbolos celtas en el film, explica Moore que sobre todo predomina el círculo, que está presente en casi todos los fotogramas de la película: “El círculo nos recordó el seno materno y cómo los niños buscan a su madre”, resume.

La canción del mar” es una encantadora fábula para toda la familia, con un final optimista y emotivo. Probablemente los más pequeños queden atrapados sobre todo por el magnetismo de las imágenes y no capten del todo el argumento, pero entenderán los elementos más evidentes y positivos de la cinta: el cariño a los padres y a los hermanos, la importancia de comprender a los demás y de pedir perdón, el respeto a la naturaleza, la grandeza de la bondad, la valentía… Una historia irlandesa con corazón universal.

domingo, 3 de enero de 2016

¿Qué anuncio navideño te gustó más?

Como siempre, la Navidad ha sido una época de grandes anuncios emocionales. Algunos, muy emotivos y nostálgicos, como el de Lotería de Navidad, con su solitario y generoso Justino, que nos robó a todos el corazón. Otros resultaron escandalosos a la vez que muy conmovedores, como el de ese anciano que se ve obligado a simular su muerte para conseguir que todos sus hijos acudan a casa en Nochebuena.

También tuvo su doble faceta de morbo y encanto el spot de la cadena de supermercados Sainsbury, en la que un adorable gato, Mog, provoca una serie de catástrofes y arruina la casa en el día Navidad (aunque, a la postre, ese desastre provoca la solidaridad de todo el vecindario). El de John Lewis, con la historia del hombre solitario en la Luna, tocó nuestro corazón cuando vimos que una pobre niña era capaz de hacerle llegar un regalo a través del espacio, y comunicarse con él sin palabras: bastaba la mirada de ambos y… una lágrima en cada ojo.

Uno de los que a mí más me ha gustado es el anuncio canadiense de Cineplex, que supo encontrar el momento y la historia para comunicarse con su público. La Navidad, los recuerdos, la época de la nostalgia y de la infancia, los momentos vividos en familia… Todos esos elementos se reúnen bellamente en este cortometraje que le ha servido como campaña promocional en estas fechas.

La empresa, dueña de la cadena de cines más grande del país, presentó Lily & the Snowman, un video de genuino storytelling que transmite emoción por todos los cuatro costados. La historia nos recuerda que, a pesar de todos los cambios y del ritmo de vida que llevemos, siempre podemos volver a ser niños en Navidad; volver a los recuerdos, a lo más elemental, al deseo de felicidad. Y soñar, y sonreír… como cuando éramos niños.

No es mal mensaje. Desde luego, no ha sido mala campaña para Cineplex, que en las 3 semanas que lleva de exhibición ha constatado en las encuestas un repunte del vínculo emocional con sus cientos de miles de clientes, así como sus 12.000 empleados en todo el país. El mundo del cine, desde luego, nos ayuda a soñar con más facilidad.

Os pongo este anuncio, y a continuación podéis ver el delicioso "Así se hizo".

¡Feliz año nuevo a todos!



Por si no los habéis visto, os pongo otros 3 spots navideños, que ya fueron comentados en este blog, para que hagáis vuestra elección personal. De nuevo, feliz año...

John Lewis: Man on the Moon



Lotería de Navidad: Justino



Sainsbury: Mog’s Christmas Calamity


viernes, 1 de enero de 2016

"Secretos de guerra": Amistad en la barbarie

(JUAN JESÚS DE CÓZAR) ¿Se puede mantener la amistad en tiempos de guerra? Esta es la pregunta que sobrevuela la trama de “Secretos de guerra”, una película de Dennis Bots (Kitwe, Zambia, 1974) que se estrena en España el próximo 8 de enero y que está basada en la novela homónima de Jacques Vriens, especialista en literatura infantil y juvenil.

Esta premiada cinta nos retrotrae hasta 1943 y nos traslada a una pequeña localidad de la Holanda ocupada por los nazis. Allí viven Tuur y Lambert, amigos inseparables a pesar de las diferencias sociales e ideológicas entre sus respectivas familias. No muy conscientes de la gravedad de la guerra, continúan con sus juegos y sus pequeñas aventuras, e incluso se divierten cuando suena la alarma y deben correr hacia el refugio. Un buen día llega a la ciudad Maartje, una avispada y desenvuelta chica que enseguida se suma a los planes de los dos amigos. De forma involuntaria, la presencia de Maartje desencadenará una serie de acontecimientos que pondrán a prueba la amistad entre Tuur y Lambert, les abrirá los ojos a la realidad y les cambiará la vida.

Bots rueda con buen pulso esta historia de maduración y amistad. Gracias a su buen hacer, saca partido a un presupuesto no muy holgado, a través de una ambientación sencilla pero eficaz, y una realización clásica y realista. A estos méritos hay que añadir el mayor logro del director: haber sabido arrancar de los tres jóvenes actores protagonistas unas interpretaciones llenas de naturalidad. Acertar en este punto resultaba fundamental para la credibilidad del film, al estar construido sobre un guión que nunca abandona el punto de vista de Tuur, Lambert y Maartje.

En la película salen a relucir las nefastas realidades que rodearon la ocupación alemana: el colaboracionismo con los nazis, las denuncias, las deportaciones, el Holocausto judío… Todo lo malo, pero también todo lo bueno: los esfuerzos de la Resistencia, la solidaridad, la amistad, la lealtad, la ayuda que prestó la Iglesia… Sin ocultar el drama que siempre supone una guerra, el film evita las imágenes crudas o violentas mediante un uso inteligente de la elipsis. De este modo, “Secretos de guerra” resulta apropiada para un público joven y puede convertirse en una valiosa pieza didáctica en manos de padres, profesores y educadores en general.

Muy recomendable en todos los sentidos.