Coca-Cola acaba de estrenar una nueva campaña centrada en su principal valor publicitario: la alegría y las ganas de vivir. Nos dice que hay muchas razones para creer en la felicidad, en que es posible un mundo mejor. De esto nos hablaba ya en los setenta, en aquel anuncio rodado en una colina de Roma donde personas de los cinco continentes se unían para cantar al mundo una canción: “Al mundo entero quiero dar / un mensaje de paz…”. Después vino la versión navideña, con los mismos actores encendiendo su vela y formando un precioso abeto que se extendía por toda la montaña. Siempre nos ha hablado de alegría y de concordia, de sentimientos y de felicidad..
En los últimos años, esa apuesta por la alegría se ha vuelto más decisiva en sus mensajes. En 2009 creó el Instituto de la Felicidad, y su página web se llenó de consejos, estímulos, testimonios e ideas para ser feliz; todo ello compartido por las gentes más diversas. En octubre pasado el I Congreso Internacional de la Felicidad, que aportaba ideas sencillas, muy de sentido común, pero también muy valiosas:
•Tener un proyecto entre manos, una meta que nos motive pero sin dejar que nos aplaste.
•Aprender que no somos el centro del universo.
•Aceptar cómo somos, cómo vivimos y lo que tenemos.
•Seguir confiando en nosotros después de un aparente fracaso.
•Cultivar las relaciones sociales, tener inteligencia social.
•Saber decir que no en el trabajo, saber delegarlo.
•Gestionar bien nuestro tiempo.
Ahora nos dice que la vida merece la pena ser vivida. Y un joven, guitarra en mano, hace cantar a los niños (como antaño en la colina) a un mundo que se empeña en no ser feliz. Nos dice que “por cada tanque que se fabrica, en el mundo se fabrican más de cien mil peluches; por cada bolsa que se desploma, surgen diez versiones distintas de “What a wonderful life” (Qué maravilloso es vivir, la preciosa canción de Louis Armstrong).
Y yo digo: Sí , la vida merece ser vivida, sobre todo si tenemos algo que aportar a los demás. Este spot puede darnos algunas ideas. Será, probablemente, uno de los spots más comentados de 2011.