Como todos los años, la Navidad nos ofrece lo mejor de la publicidad: los mejores anuncios, los más emotivos. Se diría que en estas fechas todas las empresas pugnan por encontrar la creatividad más selecta y lograr un mensaje que cale en la gente y toque la fibra más sensible. Hemos publicado ya algunos anuncios preciosos que han aparecido en estos días, pero el que he seleccionado hoy me parece especialmente hermoso y sensible. Lo más sorprendente es que viene… ¡de una empresa de servicios financieros!
La campaña de Erste Group Bank está conquistando los corazones de todo el mundo porque alude a dos de los temas más preocupantes en el ámbito de la infancia: la aceptación de los diferentes y el acoso escolar. En realidad, una misma situación vivida no pocas veces por los menores extranjeros. De ahí que nos lo cuente desde la imaginación de un niño.
El anuncio animado tiene como protagonista a un pequeño erizo que llega a un nuevo colegio. Desde el principio, se da cuenta de que es “diferente” al resto: sus púas no son bien recibidas por sus compañeros, y nadie quiere compartir con él juegos ni asiento. Su forma de ser, que en absoluto pretende ser áspera ni hiriente, es percibida así por los demás. Y aquí entra en juego el segundo tema: el bullying, que se cierne sobre él de forma clara, aislándole de todos y acentuando la diferencia con los demás: una velada alusión a la discriminación étnica.
Sin embargo, ésta no es la última palabra. El espíritu de la Navidad se hace presente en esos mismos compañeros que antes le arrinconaban. Y ese amor lleno de comprensión es capaz de encontrar la solución al problema: de forma ingeniosa, encuentran el modo de suavizar su aspecto áspero y de hacer posible la convivencia.
#BelieveInChristmas: eso es lo que nos propone la campaña. Una propuesta que tiene como correlato la pregunta que nos lanza en su cabal de You Tube: “¿Qué sería de la Navidad sin amor?”. Realmente, un mensaje inspirador en estos días que reclaman nuestro afecto.
Ojalá todo el año tuviéramos una publicidad como ésta. Una publicidad con valores.
La campaña de Erste Group Bank está conquistando los corazones de todo el mundo porque alude a dos de los temas más preocupantes en el ámbito de la infancia: la aceptación de los diferentes y el acoso escolar. En realidad, una misma situación vivida no pocas veces por los menores extranjeros. De ahí que nos lo cuente desde la imaginación de un niño.
El anuncio animado tiene como protagonista a un pequeño erizo que llega a un nuevo colegio. Desde el principio, se da cuenta de que es “diferente” al resto: sus púas no son bien recibidas por sus compañeros, y nadie quiere compartir con él juegos ni asiento. Su forma de ser, que en absoluto pretende ser áspera ni hiriente, es percibida así por los demás. Y aquí entra en juego el segundo tema: el bullying, que se cierne sobre él de forma clara, aislándole de todos y acentuando la diferencia con los demás: una velada alusión a la discriminación étnica.
Sin embargo, ésta no es la última palabra. El espíritu de la Navidad se hace presente en esos mismos compañeros que antes le arrinconaban. Y ese amor lleno de comprensión es capaz de encontrar la solución al problema: de forma ingeniosa, encuentran el modo de suavizar su aspecto áspero y de hacer posible la convivencia.
#BelieveInChristmas: eso es lo que nos propone la campaña. Una propuesta que tiene como correlato la pregunta que nos lanza en su cabal de You Tube: “¿Qué sería de la Navidad sin amor?”. Realmente, un mensaje inspirador en estos días que reclaman nuestro afecto.
Ojalá todo el año tuviéramos una publicidad como ésta. Una publicidad con valores.
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