viernes, 30 de diciembre de 2011

2011 de cine: Un balance


(Pablo Castrillo, CinemaNet]

Se acerca el 31, el fin de año, el año nuevo. Se acerca la 84ª Gala de los Oscar, y se empieza a notar en periódicos, revistas, vallas publicitarias, en Internet… Se acercan los propósitos y las lamentaciones, los balances y valoraciones. Dejamos atrás el 2011 cinematográfico, pero sólo para dar la bienvenida a otro 2012, también cinematográfico. Echemos un vistazo a lo que dejamos atrás, porque aunque todos los años tengas sus más y sus menos, 2011 ha mostrado algunos picos muy, muy elevados.

Hemos podido disfrutar de maravillosas aventuras como Tintín; Super 8; y quizá El Origen del Planeta de los Simios, que han sido llamadas por muchos “clásicos instantáneos”. Otros títulos espectaculares, si bien menos brillantes, de acción trepidante y espectáculo puro fueron Invasión a la Tierra; Harry Potter y las Reliquias de la Muerte – Parte 2; Piratas del Caribe: En Mareas Misteriosas; Capitán América; X-Men: Primera Generación… todas ellas tremendamente entretenidas, con sus más y sus menos, pero sin dejar de llenar las arcas de dólares para mantener el negocio en funcionamiento.

Y por lo visto y oído hasta ahora, parece que los últimos estrenos navideños como Misión Imposible: Protocolo Fantasma y War Horse son, dentro del género y de su carácter mainstream, grandes películas, igualmente elogiadas por crítica y público. La revelación de la temporada fue, probablemente, Acero Puro, junto con la inusual –aunque desafortunadamente fallida– Machine Gun Preacher. También fue valiente y atrevida Destino Oculto, mientras que Cowboys & Aliens cayó en las garras de lo tópico y típico, y la Linterna Verde se llevó el gran fracaso del año de la mano de Los Tres Mosqueteros, a quienes les salió el tiro por la culata. Otra promesa no satisfecha fue J. Edgar, que por lo visto se le “atascó” al legendario Clint Eastwood y le salió lentorra y aburrida.

La animación tuvo sorpresas: Rango fue un “western” excepcional, inteligente, divertido, mientras que Cars 2 decepcionó a la crítica –que no a la taquilla, por supuesto. Kung Fu Panda 2 hizo su trabajo decentemente; El Gato con Botas dio la campanada con un exitazo arrollador y el fiasco del año se lo llevó Mars Needs Moms, de Disney, con unos números de taquilla (y de presupuesto) aterradores.

La comedia, y particularmente la comedia romántica es la que está de capa caída. Hecha astillas, para ser exactos. Y si no, lean: ¡Qué dilema!; Jack y Jill; Sin Compromiso; Con Derecho a Roce; Sígueme el Rollo; Bad Teacher; Carta Blanca; Resacón 2; El Cambiazo; Caballeros, Princesas y Otras Bestias… Después de semejante lista de títulos empiezo a pensar que Adam Sandler, Natalie Portman, Cameron Díaz y varios otros actores de primera son un poco imbéciles. Por lo (poco) que he podido leer hasta ahora, parece que salvan el género Crazy Stupid Love; Medianoche en París; La Boda de mi Mejor Amiga (y aún así tengo mis dudas); The Help; y la intrigante The Beaver que dirigió Jodie Foster. Está por ver qué pasa con Young Adult, la nueva comedia (que seguro tiene sus tonos trágicos) del combinado Jason Reitman-Diablo Cody.

Queda por preguntarse sobre los títulos más oscuros y arenosos como Drive o Blue Valentine. Como medida personal, yo voy a optar por no verlas. “Forma sin fondo”, dicen los que saben. Pero allá cada uno. Parece que, aunque sesudas y densas (y quizá con algún que otro reparo) son interesantes Melancolía y Otra Tierra. En el tintero de 2011 están todavía pendientes My Week with Marilyn; Coriolanus; The Artist, cine mudo en 2011, que se dice pronto; y The Lady, el esperado regreso de Luc Besson al drama épico.

Y para terminar, en mi lista personal de películas que me he quedado sin ver este año, están: Senna, el documental sobre la vida del mítico piloto; El Topo, que –no nos olvidemos– se llama Tinker Taylor Soldier Spy; la alabadísima Warrior; Hanna, tan intrigante, novedosa y también muy bien recibida por la crítica; Los Descendientes, regreso de Alexander Payne (demostró su ingenio con Entre Copas en 2004); el thriller político Los Idus de Marzo; Código Fuente, tradicional película de acción que parece tener “algo más”; el proyecto personal de Robert Redford sobre el asesinato de Abraham Lincoln –La Conspiración; y por último, el tema del momento, la crisis financiera y la banca de inversión, en Margin Call.

Y para acabar, hay que responder la dichosa pregunta: ¿cuál es la película del año? Yo digo, con pocas dudas, El Árbol de la Vida. Y por supuesto, es opinable. Y además no hay tiempo ni espacio para hablar aquí de ello (otras reflexiones, sobre la película, Dios, la vida, y la muerte, en mi blog). Pero desde luego, merece la pena hacer el esfuerzo. Y si no me creen, vuelvan a releer las docenas de títulos vacíos, estúpidos o simplemente simplones que acabamos de enumerar. Hay mucho cine bueno, pero siempre está rodeado de toneladas de basura.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Spot de la semana: "Amar es, a veces, saber sorprender"

El 24 de diciembre de 2010, casi al filo de la medianoche, un avión de la compañía Span Air culminaba un largo viaje entre Barcelona y Las Palmas. Ciento noventa personas, con el cansancio del día y del trayecto, salían medio dormidos por el finger, en dirección a la recogida de equipajes, mientras el todo el mundo estaba celebrando ya la Nochebuena. La compañía había pensado ya en ese vuelo y sentía que tenía que hacer algo por todos ellos. También para ellos tenía que llegar el cariño y el calor y la alegría de la Navidad.

Se trata de una acción de marketing preciosa. Comercial, pensarán algunos. Humana, concluirán otros. En todo caso, un gesto bonito, un detalle navideño que nos hace paladear el amor y la fraternidad con la que todos soñamos. También en este mundo tecnificado y funcional hay espacio para el afecto y la atención de cada persona.

Porque amar es, a veces, saber sorprender. Saber tener un detalle que el otro no espera. (O sí, pero finge no esperarlo y, entonces, el gesto es doblemente afectuoso: porque ha sido correspondido por el amor).

La Navidad se presta a detalles como éste. Se presta a la comida preferida, que el otro no ha pedido; a la decoración amable, que hace grato el hogar; a la salida inesperada, que a ella le emociona porque ya no recuerda cuándo fue la última vez. Y a la llamada de aquel amigo, y a la visita a aquel pariente que ya no puede salir de casa. Y al regalo pequeño, y al beso de amor.

La Navidad está en los detalles: en el belén del salón, que pusieron los niños con papá al frente; y en las canciones que se escuchan (¿te acuerdas de ésta?); y en las fotos y DVDs que se vuelven a ver; y en la ilusión de los niños y en la sonrisa de todos. La Navidad está en los gestos, y en el cariño con que se preparan. Como en este anuncio.

¡Feliz Navidad, y felices sorpresas en todo 2012!



Si te gustó este vídeo, mira qué es lo que han hecho para la Navidad de 2011. La Navidad sigue estando en las familias y en los niños. ¿Dónde mejor?

jueves, 22 de diciembre de 2011

¡Feliz Navidad! Mis recuerdos de 2011, mis deseos para todos

En vísperas de Nochebuena, el mejor post es una felicitación navideña. Os adjunto la que he enviado a mis mejores amigos. Porque, sin duda, vosotros os contáis entre ellos. Gracias por estos dos años que llevamos juntos, y que sigamos unidos en el 2012.

Queridos amigos:

Para quienes vivimos apasionadamente el mundo de la comunicación –como profesores, profesionales, estudiantes o simples espectadores– el año 2011 ha sido un año de grandes titulares. Inauguramos el año con las revueltas en el mundo árabe (Egipto, Libia, Siria, Argelia...) en las que las redes sociales fueron la pieza clave. Poco después, estallaba en España el 15-M, una protesta de "indignados", con acampadas y manifestaciones, que desconcertó al gobierno y al sistema. También en marzo, un tsunami arrasó la costa oriental japonesa, destruyó la prefectura de Tohoku y provocó un grave incendio en la central nuclear de Fukushima; en los trabajos de extinción, los japoneses dieron al mundo una lección de serenidad, solidaridad y trabajo.

El 29 de abril el mundo entero pudo contemplar un cuento de hadas: la boda del príncipe Guillermo de Inglaterra con Catherine Middleton en la Abadía de Westminster. Tres días después, Bin Laden, cabeza del movimiento Al Qaeda, fue localizado y aniquilado en Islamabad, Pakistán. En julio, un fanático hizo explotar una bomba junto a la sede del gobierno de Oslo y después sembró el pánico en una campamento juvenil: murieron 87 personas. En agosto, la visita del Papa a España atrajo a casi dos millones de jóvenes a Cuatro Vientos, que tuvieron un comportamiento ejemplar: tras el fuerte temporal, rezaron con ante el Santísimo en un silencio sobrecogedor; y su noche de fiesta en Madrid no dejó apenas desperdicios (los recogieron antes de irse), y ni siquiera un coma etílico.

La crisis económica siguió azotando al mundo en 2011: Estados Unidos sufrió una crisis interna para aumentar su nivel de endeudamiento y la Unión Europea se metió en un avispero -del que aún no ha salido- para salvar la moneda del euro. El 20 de octubre nos levantamos con dos noticias de distinto signo: la revuelta libia localizó y dio muerte a Muammar Gaddafi, y ETA anunció al mundo su definitivo adiós a las armas. Justo un mes más tarde, España apostaba en las urnas por un cambio político, azuzada por el paro, la recesión y la incertidumbre.

A pesar de todo, ninguna de esas noticias ha sido tan luminosa como la que ahora se aproxima: la Noticia de la Navidad: la única verdaderamente importante, y la única que merece ser celebrada año tras año. En la tele, en Internet o en los periódicos quizás salga lo más superficial de ella, pero es en las cartas personales y los encuentros familiares -¡gran fracaso de los medios de comunicación!- donde esta Noticia crece y se comunica eficaz y amorosamente. Porque la comunicación, o es humana y en favor de las personas, o no es nada.

Que paséis unas muy felices fiestas de Navidad, y que los Reyes Magos nos traigan muchos regalos el año próximo, sobre todo a los más necesitados. Que se acabe la crisis y haya trabajo para todos; que cesen el hambre, la guerra, el terrorismo y la violencia; que la familia –tan castigada– salga fortalecida y recuperada; que se respete siempre la vida, desde su concepción hasta su muerte natural, también cuando parezca débil o limitada; que todos puedan dar a sus hijos la educación que desean, y que haya salud y amor en todos los hogares. Personalmente, me contentaré con el regalo de veros más a menudo y compartir un rato de felicidad.

Gracias por el 2011. Y que seamos un poquito mejores en el 2012. Sobre todo, que no perdamos la sonrisa ni un solo día.

Un fuerte abrazo navideño,

Alfonso Méndiz.

lunes, 19 de diciembre de 2011

"Ser abuela... ¡en Navidad!"

La Navidad es un tiempo para soñar, para reunirse… y para dar lo mejor de nosotros mismos.

El anuncio que os propongo esta semana es una historia preciosa de generosidad. Es la historia de una abuela que vive una vida corriente, sin brillo, y a la que un buen día la suerte le sonríe de modo admirable. Podría vivir al fin sin preocupaciones, pero ella piensa en su hija: “¡La pobre!, con sus hijos revoltosos, con el trabajo en casa y con el otro, fuera de casa”. Y sin que nadie se dé cuenta, ni siquiera su hija –esto es lo más bonito–, tiene un acto de desprendimiento heroico.

Y nada es extraordinario, salvo el amor por su hija. Porque todo sucede en la vida ordinaria, en lo corriente, en lo de cada día… en la familia. El anuncio tiene más valor en estos días, y encuentra su contexto en el próximo sorteo de Navidad. Pero su mensaje es eterno.

Hoy quisiera brindar por todas las madres del mundo. Por esa entrega abnegada y silenciosa que hace de la casa un hogar entrañable, y del mundo un lugar más humano, donde todos podemos realizarnos. Brindo también por todas las abuelas del mundo que hoy cuidan de sus nietos: porque, cuando ya podrían pensar en su retiro, se hacen cargo de una atención y una educación que tanto ayuda a los padres y que, sin ellas, nunca hubiera llegado a los niños.

¡Ah! Y quiero dedicar este anuncio a mi madre: la abuela más inmensamente dulce que he conocido jamás...

jueves, 15 de diciembre de 2011

Un precioso monumento al niño no nacido


El pasado 28 de octubre 2011, en Eslovaquia, se inauguró el monumento al niño no nacido, obra de un joven escultor de ese país. El monumento expresa no solo el pesar y arrepentimiento de las madres que han abortado, sino también el perdón y el amor del niño fallecido hacia su madre.

La ceremonia de inauguración contó con la presencia del ministro de Salud de ese país. La idea de construir un monumento a los niños no nacidos fue de un grupo de mujeres, madres jóvenes, que se han comprometido en la noble tarea de difundir el valor de toda vida humana, y en hacer más consciente a la humanidad del daño que se inflige no sólo a un ser indefenso, sino también a la madre, al padre, a la sociedad y a las familias de toda una nación.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Spot de la semana: "¿Qué sería la Navidad sin 'ellos'?"

Se acerca la Navidad, la época más feliz del año; la época de la infancia, de la inocencia, del volver a ser niños… o, al menos, de intentarlo. Es la época de los buenos propósitos, de los anhelos más altos (paz, dicha, amor) y de los deseos de felicidad. Es la época del perdón y del reencuentro, de volver a la amistad y a la familia. Por eso es también la época del cariño, del recuerdo de los seres queridos, de todo lo bueno… porque queremos ser buenos otra vez, y regalar a los demás lo mejor de nosotros mismos.

Es la época de compartir abrazos, recuerdos, ilusiones... Y todo, porque hace dos mil años nació Dios en un portal. Fue el mayor regalo de la historia: el auténtico reencuentro, el mayor abrazo, el mayor perdón… Pero de esto casi nos hemos olvidado.

En este spot se reúnen muchas de estas cosas que anhelamos en estas fechas: amor, cariño, familia, amistad. En él descubrimos que el verdadero regalo no es nada costoso ni extraordinario: son las personas, nuestros seres queridos, con los que convivimos a diario.

Todos nos quejamos de una madre que insiste en que vayamos a comer los domingos, de un padre que nos trata como si nunca hubiéramos crecido (…). Nos quejamos de un amigo que no para de llamar (…); de una novia que pregunta en qué piensas, o de un novio que nunca lo pregunta... Y, de pronto, llega la Navidad, y pensamos: ¿qué sería de nosotros sin ellos...?

Os dejo que veáis el final. ¡Feliz Navidad! Y que los buenos anuncios nos ayuden a ser mejores.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Spot de la semana: "Esperando los regalos de Navidad"

En estas semanas previas a la Navidad, los niños empiezan ya a soñar con los regalos que les traerán Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente. Su anhelo de juguetes parece crecer de día en día, y no es raro que acabe convirtiéndose en una dulce obsesión. A veces, hasta llegan a ponerse un poco pesados…

Puede parecer que es un síntoma de egoísmo infantil. Pero eso sería un juicio demasiado apresurado. Junto al anhelo, hay también ilusión, sueño, alegría compartida. Ese deseo infantil puede ser pieza de unión con los hermanos y con toda la familia. Y hasta es un síntoma de que el niño sabe lo que estamos celebrando. Es el cumpleaños de Jesús, ¿por qué no vamos a celebrarlo? Decoramos las calles y las plazas, ponemos adornos y belenes… como cualquier niño hace en el día de su aniversario. E invita a todos los niños, y les da regalos.

Por eso, junto al deseo ferviente de recibir obsequios, surge en los pequeños el deseo de dar, y de compartir. Surge lo mejor de nosotros: esa inocencia que ellos aún tienen y que tantas veces anhelamos los mayores. Sí, como sale a relucir en este anuncio, la espera de los regalos de Reyes es también una ocasión para dar, y para ser feliz compartiendo con los demás. Todo un ejemplo para los que ya no somos tan niños…