domingo, 24 de noviembre de 2013

Creer en tus propios sueños, como los niños

Este anuncio de Aerolíneas Argentinas, que me ha enviado Juan Adárvez, invita a creer en los propios sueños. Tratándose de una compañía aérea, cabría esperar que nos hablara de puntualidad, comodidad o servicio. Sin embargo, ninguno de estos aspectos -puramente racionales- aparecen en el spot; en vez de eso, apela a nuestra capacidad de soñar. Habla de una ilusión, de creer -como los niños- que nuestros sueños pueden hacerse realidad...

El anuncio comienza en lo alto de una azotea, donde el cielo está más cerca y es más fácil soñar. Cruza, de repente, la sombra de un avión: ni siquiera la figura o el más leve soporte de la realidad. Solamente vemos el reflejo, y ese reflejo estimula el deseo y la imaginación de dos niños, que deciden guardarlo en una caja de latón, como si fuera el mejor tesoro de su vida.

Como en “El Principito”, los adultos del spot se ríen de ellos: “¿Qué puede haber en una caja vieja y desvaída?”. Pero, para un alma inocente, el reflejo es tanto como la realidad, y el sueño tanto como la vida. Se trata de su avión. ¡El suyo! Y lo tienen bien custodiado en esa caja…

Su mente despega de la tierra. Sueña con lugares adónde podrían viajar. Y así, hasta que un buen día llega el piloto de la nave y se presenta en el colegio. Realidad y ficción se unen por un momento. Vuelven a la azotea –donde sus sueños aprendieron a volar- y enseñan a los adultos que siempre es posible creer, y amar, y soñar…

Ver para creer, eso dicen. Pero la capacidad de soñar que tiene un niño puede hacer que ame sin interés y que crea sin ver. ¡Cuánto podemos aprender de ellos!

Os lo pido de corazón: No dejéis de soñar

domingo, 17 de noviembre de 2013

¡Se chove, que chova!: Optimismo gallego a prueba de bombas

¡Se Chove, que chova!” es un spot de supermercados Gadis que ha conseguido más de 800.000 visitas en apenas dos semanas. Hace seis años grabaron el primer spot, “Vivamos como gallegos”. Fue un éxito rotundo, y el eslogan dio nombre a toda una campaña que rezuma optimismo, alegría, espíritu luchador… y amor a las propias raíces. (Algo de morriña no podía faltar).

Pero este último anuncio es especial. “Se chove, que chova” es un canto a la sabiduría ancestral. Toda la sabiduría del mundo se da cita en una simple peluquería, donde se reúnen unas abuelas muy simpáticas que desconocen lo que es Twitter e Internet, pero que saben las cosas que dan sentido a nuestra vida: las verdaderamente importantes, que se nos escapan por vivir en lo inmediato; las que hemos heredado de nuestros mayores, y que se nos olvidan porque no aprendimos a amarlas; las que alimentan nuestras raíces, porque somos parte de la tierra en que vivimos. Lo que somos y sentimos está impreso en nuestros bosques y terruños, y forjan nuestra primera identidad.

El anuncio, a la vez que sabiduría (nos ofrece verdades como puños), rezuma también emotividad y humor. Esa “alma gallega” que advertimos en sus diálogos sentenciosos es aún –gracias a Dios- el alma del pueblo gallego; y, de alguna forma, también el alma de todos los pueblos. Es hora de abandonar las preocupaciones, como sentencia la mayor de todas: “Si no me preocupa viajar por el espacio en una bola enorme a miles de kilómetros por segundo, entre meteoritos y basura espacial ¿me voy a preocupar por lo demás?”. Y añade otra: “¡Tanta preocupación, tanta preocupación! … La gente seguirá conociéndose, enamorándose; seguirá abrazándose, quedando..., riendo...”.

La conversación se vuelve gozosa a la vez que profunda. Una joven peluquera no puede contenerse y llama a su novio, que es locutor de radio: “Carlos, Esto es buenísimo. ¡Debes emitirlo!”. Y deja puesto el manos libres para que lo escuche. Así, ese diálogo sencillo, que sólo en la abuelas podemos aún escuchar, va a ser –sin que ellas lo sepan– el gran programa en ese día. Toda Galicia lo escucha embelesada.

El anuncio está tan bien contado, que no importa que no entendamos la mitad de las frases. Basta la expresión de sus rostros y las preciosas imágenes que lo envuelven. En todo caso, y con ayuda de Google, he intentado traducir esos diálogos al español. Vienen a continuación del spot. Pero, antes de leerlos, os animo a que os metáis en este inspirador anuncio que ha enamorado a Galicia entera.

¡Felicidades a todos! Y no lo olvidéis: “Si llueve…, ¡que llueva!”.



Texto del anuncio en español:

(Una peluquera a una señora mayor)
- ¿Y hoy qué le pongo a Vd.?
- Ni moño ni melena , algo moderno .
- Lo de siempre.

- Digo, que no se puede leer nada, todo son malas noticias ... ¡Es que te amargan la vida!
- Si te digo lo que hicieron mis nietos... Uno de ellos me preguntó si habría algún sitio en Galicia que no se nublase nunca. Y otro respondió que conocía al hombre más sabio de Galicia. Y por él se fueron. Llegaron y, por supuesto..., ¡era una mujer! (¡¡¡Hombre!!!) Y les dijo : "La única cosa que no se nubla nunca en Galicia es nuestra alegría. Porque nuestra alegría viene de nuestra fuerza, y ​​nuestra fuerza viene de la tierra. Los robles y los acantilados nos hacen recios; los ríos, un poco enrevesados; la lluvia, creativos; y los atardeceres, sensibles y ‘morriñentos’"…
- Lo sabías todo. Y no me has dicho nada.
- Les dijo que hay algo en la tierra que nos ayuda a tirar adelante…
- Es verdad , siempre lo hemos hecho. ¡En todo el mundo!
- ... y no dejamos nunca que nos amarguen la vida.

(Una joven peluquera, a su novio en la emisora de radio):
- Esto es buenísimo. ¡Debes emitirlo! (Deja puesto el manos libres; se escucha en toda Galicia)
- Mira mi madre, casi cien años, ha vivido de todo. Y cada vez que tenía un problema decía: “Trabajemos mucho, pero disfrutemos mucho". Por eso no ha perdido una repichoca (baile popular gallego), ¿eh ?
- A nosotros nadie nos amarga un plan.
- Si vamos a la playa ... ¡nos vamos a la playa ! ¡Aunque sea con chaqueta! Y si nos bañamos , siempre decimos : "¡Está buenísima!"
- Y si la cosa se pone fea .... ¡Comida , merienda y cena!
- ¿Y si alguien pone un poco pochiño (decaído) , cien visitas al día que quepan en la habitación y ¡como nuevo!

- Como dice mi Paco : "Si no me preocupa viajar por el espacio en una bola enorme a miles de kilómetros por segundo, entre meteoritos y basura espacial, ¿me voy a preocupar por lo demás?”
- ¡Qué profundo!
- Aquí todos somos profundos, hija.
- Unos más que otros.
- Tanta preocupación, tanta preocupación… y la gente seguirá conociéndose, enamorándose; seguirá abrazándose, quedando, riendo… Porque los gallegos sabemos que este es el mejor 2013 de nuestras vidas (Todos, cada uno en su sitio, asiente con una gran sonrisa).
- ¡No hay otro!
- Y eso nos hace disfrutar más de la vida, de la gente, de los amigos… Así que salgamos ahí fuera, disfrutemos de todo lo que tenemos y vivamos, vivamos, ¡¡vivamos como gallegos!!

- ¡Ay, cómo llueve!
- La que está cayendo…
- ¿Sabéis qué os digo? Que si llueve, ¡que llueva!

(Texto en sobreimpresión): En Galicia, lo único que nunca se nubla… es nuestra alegría… Así que si llueve, ¡que llueva!
Vivamos como gallegos

domingo, 10 de noviembre de 2013

Adelanta el parto para que su marido conozca al bebé

El anuncio de esta semana tiene un singular precedente, que merece la pena ser contado. En febrero de 2012, saltó a los periódicos de todo el mundo la noticia de que Diane Aulger, de 31 años, y natural de Colony (Texas, Estados Unidos) había adelantado el nacimiento de su bebé para que su esposo, Mark, que había entrado en la fase terminal de un cáncer, pudiera conocer y besar a la nueva hija.

En diciembre de 2011, ocho meses después de que Diane quedara embarazada, Mark sintió que su salud se deterioraba de forma angustiosa. Los médicos le habían diagnosticado cáncer de colon y le habían sometido a sesiones de quimioterapia, pero de repente sus pulmones empezaron a fallar sin que se pudiera poner remedio.

La insuficiencia respiratoria se agravó el 3 de enero de 2012, cuando tuvo que ser trasladado de urgencia al hospital, donde determinaron que se trataba de una fibrosis pulmonar. Diez días después, los médicos les informaron de que el estado de salud de Mark era ya terminal y de que su esperanza de vida no era de más de una semana.

Ante esta desesperada situación, la mujer decidió adelantar el parto para que Mark pudiera estrechar entre sus brazos a su quinto hijo antes de morir. El bebé, que al final resultó ser una niña, Savannah, tenía programado su nacimiento para el 29 de enero, pero pudo ver la luz el día 18 de ese mes. Mark la tuvo en sus brazos a los pocos minutos, y en seguida se vio rodeado por su mujer y sus cuatro hijos, que miraban conmovidos la escena. Diane pudo ver cumplido su sueño: su marido sostenía en sus brazos a su hija y lloraba de emoción. El 21 de enero, tres días después del nacimiento de Savannah, Mark ingresó en coma farmacológico y al cabo de 24 horas murió. De este suceso verdaderamente impresionante, dejaron constancia varios periódicos: entre otros, ABC, Diario Correo, Vanguardia de México o Estrella digital.

Esta historia de amor y de heroísmo merecería por sí sola un post en este blog. Pero lo más inaudito es descubrir que, un año antes de que sucediera, una empresa tailandesa imaginó este mismo relato para un spot antológico. Lo cuenta desde el punto de vista del médico, que se sorprende ante el rasgo de generosidad de la madre (anticipar el parto para que su marido vea a la niña) y el amor inconmensurable del padre (aferrarse a la vida y resistir para vivir un poco más y poder verla).

Dada su grave situación –nos dice la voz en off-, pudo haberse rendido mucho tiempo atrás”. Y el doctor reflexiona: “A lo largo de nuestras vidas llegamos a hacernos muchas preguntas: ‘¿Por qué estamos aquí?’ ‘¿Para qué nacimos?’… Quizás nos hacemos las preguntas equivocadas, y la correcta es: ‘¿Para quién vivimos?’

Un spot maravilloso, con el que hoy quiero celebrar el don de la vida, el amor de los esposos y su entrega en cada criatura que traen al mundo. ¿Cabe mayor gesto de generosidad y de entrega?... Sí, yo también quisiera ser como Diane Aulger, y siento que el ejemplo de esta madre desconocida me ha inspirado hoy muchísomo. ¡Muchas gracias, Diane!

domingo, 3 de noviembre de 2013

Vídeo con valores: "Con la familia, la remontada es posible"

Muchas familias en España sufren en sus carnes el terrible drama del paro. Para muchos, la pérdida del empleo es vivido con angustia, más aún si se tienen más de 50 años. Los que son despedidos o no encuentran trabajo al finalizar sus estudios pueden sentir la tentación del desaliento: la sensación de fracaso, el sentirse inútil y un estorbo para los demás, la pérdida incluso del sentido de la vida.

Esas situaciones, que pueden herir profundamente el alma, están siendo suavizadas, dulcificadas y acolchadas en el entorno familiar. La familia es hoy el gran colchón que todo lo para: los golpes y las caídas. Todo lo aguanta. Los padres si es el parado es el hijo, la mujer o el marido si lo es el cónyuge; los hijos pequeños con su afecto, los hermanos o los primos con su ayuda… Todos están ahí para sostener al que podría venirse abajo.

Por eso me ha parecido especialmente luminoso este vídeo que ha elaborado la Asociación de Familias Numerosas de Euskadi para destacar la inestimable ayuda que suponen las redes familiares en la actual situación de crisis. La historia nos presenta a un padre en paro que acude al colegio en el “Día de las profesiones”. Tiene que explicar delante de un grupo de niños de nueve  años -entre ellos, su propio hijo- que está en paro y que "mi trabajo, en este momento, es buscar trabajo". Ante la atenta mirada de los niños, el padre establece un paralelismo entre su situación laboral y el marcador 0-4 en un partido de fútbol. Todo está en contra. Pero los jugadores saben que no están solos: tienen a los demás, y luchan sin desanimarse porque saben que el equipo está con ellos. Así sucede con la familia. En ella nadie está solo, todos apoyan al que busca trabajo, todos le animan y comparten su esfuerzo. De ahí el lema: "con un buen equipo, la remontada es posible".

Natalia Diez-Caballero, directora de la Asociación, ha explicado que "en varias ocasiones me han preguntado desde algún país vecino cómo hacemos para subsistir con más de un 25% de paro, y siempre les he respondido lo mismo: lo hacemos gracias a la familia; a la fuerza que esta institución tiene en nuestra sociedad y a la generosidad intergeneracional de millones de madres, padres, abuelos, hijos, que se quitan de lo que no tienen para compartirlo con sus seres más cercanos".

Y concluye: "esto apenas se ve en nuestros medios de comunicación y nunca es reconocido y agradecido como se debe por nuestros gobernantes, que deberían besar allí donde pisan las familias, ya que allí donde ellos no están pudiendo o sabiendo llegar, sí está presente la familia".

Totalmente de acuerdo. Y sirva este vídeo como sentido homenaje a la gran labor que están haciendo en estos años de crisis. Un brindis por la familia, para que resuene y sea compartido en el mundo entero.