A veces nos preguntamos: “pero ¿cómo ha salido este niño así’?, ¿por qué es tan agresivo, desordenado, egoísta, contestón? ¡Si no he hecho más que darle cariño…!”.
Y es verdad que en casa les damos afecto, que les queremos. Pero nos olvidamos de que los niños nos vean actuar en muchos otros ámbitos, y esa actuación les marca. Unas veces, ven nuestros actos y los juzgan. Si los padres riñen, se produce una gran tragedia en su alma: “Papá es malo porque chilla a mamá”, y entonces sobreviene el trauma, la desilusión, la tristeza infinita de un niño que no estaba preparado para ese trance.
Otras veces ven nuestros actos y tienden a imitarlos. Y no siempre son positivos, como los que aparecen en esta historia. “Pero, ¿cómo ha salido este niño así? ¿Dónde ha aprendido todas esas cosas?”. Pues, desgraciadamente, a nuestro lado.
Ciertamente, la mayoría de nuestros actos son para ellos positivos y enriquecedores. Pero es bueno recordar que ellos nos ven siempre… y que serán, en buena parte, lo que les enseñemos con nuestra conducta. Para ellos, seremos siempre “el modelo”, el espejo en el que se miran para aprender a conducirse en sus vidas.
Y es verdad que en casa les damos afecto, que les queremos. Pero nos olvidamos de que los niños nos vean actuar en muchos otros ámbitos, y esa actuación les marca. Unas veces, ven nuestros actos y los juzgan. Si los padres riñen, se produce una gran tragedia en su alma: “Papá es malo porque chilla a mamá”, y entonces sobreviene el trauma, la desilusión, la tristeza infinita de un niño que no estaba preparado para ese trance.
Otras veces ven nuestros actos y tienden a imitarlos. Y no siempre son positivos, como los que aparecen en esta historia. “Pero, ¿cómo ha salido este niño así? ¿Dónde ha aprendido todas esas cosas?”. Pues, desgraciadamente, a nuestro lado.
Ciertamente, la mayoría de nuestros actos son para ellos positivos y enriquecedores. Pero es bueno recordar que ellos nos ven siempre… y que serán, en buena parte, lo que les enseñemos con nuestra conducta. Para ellos, seremos siempre “el modelo”, el espejo en el que se miran para aprender a conducirse en sus vidas.
Que verdad más grande encierra este anuncio!!!! ¡¡¡Y qué difícil lo tenemos los padres de hoy en día para educar en valores cuando los hijos no ven sólo a sus padres, si no a una sociedad que a veces deja mucho que desear!!!
ResponderEliminarGracias Alfonso, y un abrazo, Susana Ternero.
Gracias a ti, Susana. Y espero que tus buenos deseos nos estimulen a todos a ser responsables de la huella que dejamos en los hijos.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias, Alfonso, por este anuncio. Me ha parecido duro porque aparecen vivencias realmente desgarradoras, pero sin duda alguna, es una ayuda y un estímulo para los padres. Gracias por la selección,
ResponderEliminarMuy buena selección y muy buen mensaje, lástima que lo haya tenido que descubrir en un blog y no lo viera directamente en la Tv. de mi país, hay que concienciar.
ResponderEliminarUn saludo