lunes, 27 de febrero de 2017

Arturo Méndiz y UIC Barcelona casi alcanzamos el Óscar

No pudo ser. “Timecode”, ese sueño de Arturo que hemos compartido estas últimas semanas, se quedó a las puertas del Óscar (aunque él pudo disfrutar de la famosa alfombra roja y de toda la ceremonia). El premio al mejor cortometraje de ficción se lo llevó Sing”, un drama húngaro que no deja indiferente a quien lo ve. Sin embargo, para la UIC este resultado de “Timecode” no es un fracaso, sino un motivo de esperanza: un triunfo de amistad,  profesionalidad y trabajo en equipo que –estamos seguros– va a inspirar a nuestros alumnos durante mucho tiempo.

Estar entre los 5 nominados entre más de 5.000 cortometrajes, es sin duda el triunfo más valioso. Pero es que, además, ha dado un gran impulso a la carrera de dos personas de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de UIC Barcelona : el profesor de Producción Cinematográfica, Arturo Méndiz, y el graduado en Comunicación audiovisual, José Parcerisa.

En la UIC, Arturo ha llenado de ilusión y de esperanza, de sabiduría y de experiencia, a varias generaciones de estudiantes: casi diez años. Ellos –los alumnos actuales y los graduados–, junto con los profesores, los técnicos, las secretarias, las responsables de Promoción y Comunicación –toda la Facultad– estamos hoy de fiesta, nos alegramos con su triunfo y lo sentimos muy cerca. Más que ningún otro, yo lo siento hoy especialmente cerca (aunque esté a 10.000 Kms). Como Decano de la Facultad, y como hermano mayor, siento un gozo inefable y un orgullo inmenso. Cuando él era niño y yo adolescente, le inicié en el mundo del cine y le enseñé a gustar los clásicos del Séptimo Arte. Muy pronto me alcanzó. Y ahora es él quien me enseña y me guía, sobre todo con su actitud.

Porque este productor creativo, que busca siempre historias luminosas y muy humanas –que acrecienten las ganas de vivir y de convivir es un hombre sencillo que nunca se hace notar. Es generoso con todos, accesible a todos, y en especial a sus alumnos. Apoya a los jóvenes directores que acuden a él (como Fernando Trullols, en la foto de la izquierda), y está creando una escuela que dará frutos sabrosos en muy poco tiempo.

Hoy es fiesta en la UIC, a pesar de todo. Y, para festejar este triunfo moral que todos celebramos, quiero dejaros dos breves entrevistas que le hicieron en la UIC –antes de que yo llegara- con motivo de sus dos primeros Goyas: “El barco pirata” (2012) y “El corredor” (2016). Los pongo en orden inverso. Este año ha sumado el tercero, con “Timecode” (2017), que ha ganado también el premio Gaudí y la Palma de Oro en Cannes, y que ayer inscribió su nombre en la historia de los Oscars al ser uno de los 5 cortos de todo el mundo que obtuvo nominación.

De todo corazón, ¡muchísimas felicidades, Arturo!



Os dejo también los agradecimientos de Fernando Trullols, director de "El barco pirata", al recoger el Goya en 2012. Las referencias a Arturo, a José María Caparrós (tan querido en la UIC) y a su mujer e hijos están llenas de un particular encanto. Que las disfrutéis.

domingo, 19 de febrero de 2017

Estreno de "La Bella y la Bestia": Semejanzas con la cinta animada (1991-2017)

En noviembre de 1991 se estrenó en EE UU la cinta animada La Bella y la Bestia, que se convirtió en un clásico instantáneo y en la primera película de animación -y única en la historia- que logró la nominación al Oscar más importante: el de mejor película. Aún es hoy uno de los clásicos de Disney más queridos por públicos de muy diferentes edades.

Justo en el 25 aniversario, en noviembre de 2016, Disney lanzó el primer tráiler completo de la nueva versión en imagen real, con Emma Watson en el personaje de Bella y Dan Stevens en el de Bestia. Ese tráiler causó un auténtico terremoto en Internet, como contamos en este blog: sus 127 millones de visitas en el primer día de exhibición lo proclamaron el tráiler con más éxito de toda la historia. La fecha del estreno mundial está ya próxima: el 17 de marzo de 2017 (número mágico: 17.3.17), con una Emma Watson como absoluta protagonista de la historia.

¿Cuál de las dos versiones será mejor? Muchos pensaban que sería imposible igualar el encanto del filme animado, pero después de ver el tráiler, bastantes críticos apuestan ya por la cinta de imagen real. Y es que en ese adelanto se intuyen dos puntos novedosos e interesantes:

- Bella es ahora más inquieta, más intelectual y más dueña de sí misma. Se nos dice que es inventora, no una mera ayudante de su padre. Prefiere leer a quedarse esperando que le digan lo que tiene que hacer, y por eso llega a inventar hasta una especie de protolavadora. También resulta más práctica: en vez de zapatos lleva botas para trabajar o correr en el campo, y usa zapatos de tacón bajo para moverse bien en el enorme salón de baile.

- Se profundiza más en el retrato de los personajes. Desde Gastón a la mítica Señora Potts -pasando por Bestia mucho más perfilado-, todos los personajes son ahora más ricos y complejos: tienen tres dimensiones. No se quedan en el esquematismo de la fábula original. Y quizá, por eso, la historia resulta más matizada y hasta un poco más oscura.

Conocemos también un detalle que cautivará a muchos: la cinta conserva sus míticas canciones. A diferencia de otros cuentos traslados a acción real, como La Cenicienta o El libro de la selva, La Bella y la Bestia seguirá siendo un musical. Y además de las baladas originales, añadirá otras tres nuevas. Será una delicia volver a escuchar su emotiva banda sonora.

Como preparación para el día del estreno, se ha publicado en Internet un vídeo que compara los dos tráilers: 1991 y 2017. En él se puede apreciar la enorme cercanía entre ambas cintas; y, a la vez, las nuevas aportaciones que veremos en los personajes. Te animo a que veas este precioso montaje.

viernes, 10 de febrero de 2017

"Lo que de verdad importa": una película 100% benéfica

(JUAN JESÚS DE CÓZAR) A Paco Arango habría que hacerle un monumento. “He tenido mucha suerte en la vida afirma  y hace unos años tomé la determinación de donar tiempo a los demás”. Estos “demás” son sus queridos niños y niñas enfermos de cáncer, a los que ayuda través de la Fundación Aladina de la que es presidente. De modo que este director y productor español de origen mexicano decidió que su cine siempre sería solidario. Ya lo demostró con “Maktub” (2011) –su magnífico primer largometraje, cuya recaudación se dedicó a construir un centro de trasplantes de médula ósea en el Hospital Infantil Niño Jesús de Madrid: en poco más de dos años, ya se han realizado allí 171 trasplantes.


Pues bien, el próximo 17 de febrero estrena en toda España su segunda producción, titulada “Lo que de verdad importa”. La cinta cuenta la historia de Alec, un ingeniero mecánico inglés que arregla aparatos eléctrico y un “cabra loca” en palabras de su tío Raymond. Cuando el pequeño negocio de Alec está al borde la quiebra, su tío le propone un trato: pagará todas sus deudas si se traslada un año a Lunenburg, un pueblecito de Nueva Escocia (Canadá) del que procede su familia. Allí conocerá a la guapa Cecilia y a los demás habitantes de la localidad, y tendrá que plantearse “lo que de verdad importa”.

El guión, también de Arango, armoniza comedia, drama y realismo mágico, a través de unas divertidas y emotivas escenas, con un claro sentido de la trascendencia pero sin “sermonear” al espectador. Todo en el filme destila calidad: el cuidado diseño de producción, donde objetos y animales escaleras, lámparas, cuadros, libélulas, cuervos… están cargados de significado; la preciosa fotografía de Javier Aguirresarobe, ganador de 6 premios Goya; la vibrante banda sonora de Nathan Wang; y unos actores convincentes: Oliver Jackson-Cohen, Camilla Luddington, Kaitlyn Bernard, Jorge García y el veterano Jonathan Pryce.

La recaudación ayudará a sufragar los gastos de estancia de más de 120 niños con cáncer de toda España en Barreststown (Irlanda), uno de los campamentos terapéuticos de la Serious Fun Children’s Network, institución fundada por Paul Newman. A la causa se ha sumado la Fundación Lo que de verdad importa, comprometida desde hace 10 años en la transmisión de valores a los jóvenes españoles, y que ha tenido mucho que ver en el título final del filme.

Vale la pena convertirse en “embajadores” de una película que gustará a todo tipo de público, 100 % positiva y desinteresada: detrás de cada entrada que se compre hay un rostro humano.

domingo, 5 de febrero de 2017

¡"Timecode" gana el Goya y acaricia ya el Oscar!

Hoy estamos de fiesta en mi familia y en el blog. Mi hermano Arturo, profesor de Producción Cinematográfica en UIC Barcelona y director de Bastian Films, ha ganado el Goya 2017 al Mejor Cortometraje de Ficción. Ha ganado el Goya por tercera vez (y por segunda consecutiva) gracias a la cinta “Timecode”, dirigida por Juan José Giménez y producida por él mismo, que ha obtenido ya más de 50 premios.

Lo más sorprendente es que ¡opta también al Oscar! El día 26 de febrero esperamos verle recoger la estatuilla en Hollywood, y agradecer a sus alumnos de UIC Barcelona -eso le he pedido- toda la ilusión que le transmiten en sus clases.

Todos los estudiantes y los profesores (conmigo a la cabeza: yo me he declarado el "fan nº 1 de Arturo") le agradecemos lo que ha hecho por nuestra Universidad, y todo lo que impulsa a soñar a nuestros estudiantes de Comunicación Audiovisual. 

El Goya fue anoche un notición para toda la familia (Aunque no una sorpresa: seis días antes le habíamos acompañado a recoger el Gaudí). Yo seguí anoche la ceremonia por Twitter, porque en mi casa estábamos viendo una película. Y de repente... un wasap de mi hermana anunciando que van a entregar el premio al mejor cortometraje. Logro que dejemos la peli  unos momentos y pasemos a la 1. Son momentos de tensión y de esperanza. Y, de repente ¡Timecode es el ganador!

Los hermanos andamos bastante dispersos (en Roma, Bombay, Tarragona, Barcelona), pero pudimos celebrarlo juntos gracias a las nuevas tecnologías: la distancia física fue salvada por mails, wasaps, llamadas de wasap, SMS…

La verdad es que Arturo es un genio. Ha sabido seleccionar bien los proyectos que quiere producir, como señala en la entrevista que le hicieron anteayer en El Confidencial. Ahí le calificaban de "apóstol del cine humano que nos hace mejores". Y es que él no sólo ha sabido organizar los proyectos para que pudieran convertirse en películas, sino que ha sabido elegir los guiones que iluminaran la vida de los espectadores. Su cine es un cine que aporta valores y ayuda a pensar.

Hace cinco años, produjo un cortometraje titulado “La historia de siempre”, con el que cosechó más de 130 premios: en festivales prestigiosos como los de Lucania (Italia), México D.F., Montecatini (Italia), Seattle (U.S.A.), Honk Kong (China), Cartagena de Indias (Colombia) o San Diego (U.S.A).

Al año siguiente su película “El barco pirata”, del que hablé en su momento, ganó en 2012 el Goya al Mejor Cortometraje de Ficción. ¡Fue una gran alegría que compartimos pocos días después toda la familia! (La foto de al lado nos la hicimos una semana después, y en ella se me puede ver más feliz aún que el propio Arturo).

Un año más tarde, “El corredor” obtuvo en la SEMINCI el premio al Mejor Cortometraje Europeo, lo que le permitió representar a nuestro país en los premios EFA (European Film Award), los más prestigiosos del cine europeo. Después ganó en los Gaudí, como ya conté en esta página, y ha estado presente en las secciones oficiales de muchos festivales: Flickerfest, en Australia; Clermond Ferrand, en Francia; Palm Spring, en California...

Pero lo mejor para Arturo llegó anoche: su tercer Goya con Timecode, una excepcional historia de amor sin palabras. Es el gesto, la mirada ¡y sobre todo, la danza! lo que va desgranando un argumento sorprendente y, a la vez, cautivador. Ésta es la sinopsis oficial: "Luna es una vigilante de seguridad que trabaja en el parking de unas oficinas. Cansada de su trabajo y de su jefe, se turna con Diego, a quien apenas ve unos segundos al día. A partir de un curioso hallazgo, Luna descubrirá una manera de comunicarse con su compañero".

En palabras de Arturo, "Timecode está llamado a ser el cortometraje español más importante de la historia". Y no le falta razón: Palma de Oro en Cannes, Gaudí al mejor corto, ¡Goya anoche con todos los honores! (Aquí el momento en que recogen el Goya). Y ahora afronta con esperanza el reconocimiento de la Academia de Hollywood. ¡El Oscar sería la locura completa! Y como dice Óscar Sueiro, profesor de Cine en UIC Barcelona: "Este corto es una maravilla; tiene arte, tiene emoción, y tiene ese 'no-sé-qué' que solo encuentras en las obras maestras".

Como fin de fiestas, os dejo tres regalos: el tráiler de Timecode (el corto no está disponible, porque está en el circuito de los festivales), el Making of de la cinta y el primer gran corto de Arturo: "La historia de siempre". Que los disfrutéis.




“La ciudad de las estrellas (La La Land)”: un musical moderno... como los de antes

(JUAN JESÚS DE CÓZAR) Brillante, romántica, nostálgica y de una energía contagiosa, “La ciudad de las estrellas” o “La La Land” –su título original, mucho más sonoro y pegadizo– se acaba de convertir en la película con más Globos de Oro de la historia: los 7 a los que aspiraba. Recientemente estrenada en nuestro país tras su éxito en USA, se ha situado en lo más alto de la taquilla española y es previsible que tenga un prolongado boca-oreja. Con un encanto irresistible, “La La Land” no solo convence al espectador sino que lo conquista.

El filme, que está lleno de guiños cinéfilos, quiere ser también un agradecido homenaje a los famosos musicales de las décadas de 1950 y 1960: “Cantando bajo la lluvia”, “Melodías de Broadway”, “Un americano en París”, “West Side Story” o “Los paraguas de Cherburgo”. Pero Damien Chazelle, director y guionista, no se ha conformado con imitar o rememorar el pasado, porque su cine tiene personalidad propia como ya demostró en la intensa “Whiplash” (2014), una cinta donde la música también es un factor clave.

En “La La Land” se puede confirmar ese algo casi imperceptible que llamamos “química entre los actores”. Porque Ryan Gosling y Emma Stone, en su tercer trabajo juntos, se suman en la era moderna a esas míticas parejas de cine que formaron Humphrey Bogart y Lauren Bacall, Fred Astaire y Ginger Rogers, Spencer Tracy y Katharine Hepburn o Dick Powell y Myrna Loy.

Estamos en Los Ángeles y la película comienza con un vibrante plano secuencia, que la coreografía de Mandy Moore y la música de Justin Hurwitz convierten en una escena espectacular. Será ocasión para el primer encuentro entre Sebastian (Gosling) y Mia (Stone), él pianista y gran amante del jazz, y ella aspirante a actriz y –de momento– camarera en la cafetería de un estudio de cine. Lo que viene después es mejor verlo y no contarlo, pero les aseguro que es una delicia.

La La Land” se mueve en terreno conocido argumentalmente, porque habla de perseguir los propios sueños, de sacrificio, de renuncia y de un amor que querría ser para siempre. Pero lo hace con tal simpatía que el espectador se rinde al hechizo de unas canciones que se tararean con los pies, de un colorido vestuario con toques retro de Mary Zophres y de unos actores soberbios, muy bien dirigidos por un Chazelle –32 años recién cumplidos– que apunta al Oscar.