Ruavieja lo ha vuelto a hacer. Su campaña de Navidad 2018, lanzada esta misma semana, vuelve a tocar nuestro corazón y nos invita a tornar la mirada hacia nuestros seres queridos, como ya hiciera en el spot navideño de 2017.
El planteamiento es, a la vez, muy simple y muy certero. Todos decimos que queremos mucho a nuestros padres y a ese amigo del alma que nos cambia la vida cada vez que le vemos… El problema es que le vemos muy poco, menos –mucho menos– de lo que pensamos.
Si ahora nos dijeran que, teniendo 40 ó 50 años, solo pasaremos 36 días con nuestra madre –que vive a cierta distancia– o con el mejor amigo que tenemos, lo más seguro es que no nos lo creyéramos. “Imposible. ¡Si le quiero de veras, si –aunque estemos lejos– no puedo vivir sin él, si por verle haría cualquier cosa…!”. Sin embargo, cuando examinamos un poco nuestra vida, nos damos cuenta de que en el último año apenas hemos pasado tiempo con él. El estrés diario, las series televisivas, las redes sociales y un ritmo de vida demasiado acelerado han ido robándonos gran parte del tiempo que antes dedicábamos a nuestras relaciones personales. El «ya te llamaré» es hoy de lo más cotidiano, y se acentúa a medida que nos hacemos mayores. ¿Con qué frecuencia veo a ese amigo con el que antes quedaba todos los sábados? ¿Y a aquel hermano o primo que siempre fue mi consejero?
En este marco, la campaña navideña de Ruavieja está resultando de lo más impactante. Tras ver el spot, muchos lo reconocen en los correos electrónicos o en sus publicaciones en las redes sociales. Porque esa campaña –a través de unas breves historias en las que todos podemos sentirnos reflejados– nos invita a descubrir cuánto tiempo pasaremos con nuestros seres queridos hasta el día en que nos muramos. El test, que está disponible en la página web de la marca, pretende sacudir nuestra conciencia y animarnos a dedicar más horas a aquellos que de verdad nos importan. Porque un día no muy lejano les echaremos en falta.
Buen mensaje para esta Navidad. Volver a disfrutar las relaciones humanas, y muy especialmente las familiares: tíos, sobrinos, primos… y, sobre todo, hermanos y padres.
Si ahora nos dijeran que, teniendo 40 ó 50 años, solo pasaremos 36 días con nuestra madre –que vive a cierta distancia– o con el mejor amigo que tenemos, lo más seguro es que no nos lo creyéramos. “Imposible. ¡Si le quiero de veras, si –aunque estemos lejos– no puedo vivir sin él, si por verle haría cualquier cosa…!”. Sin embargo, cuando examinamos un poco nuestra vida, nos damos cuenta de que en el último año apenas hemos pasado tiempo con él. El estrés diario, las series televisivas, las redes sociales y un ritmo de vida demasiado acelerado han ido robándonos gran parte del tiempo que antes dedicábamos a nuestras relaciones personales. El «ya te llamaré» es hoy de lo más cotidiano, y se acentúa a medida que nos hacemos mayores. ¿Con qué frecuencia veo a ese amigo con el que antes quedaba todos los sábados? ¿Y a aquel hermano o primo que siempre fue mi consejero?
En este marco, la campaña navideña de Ruavieja está resultando de lo más impactante. Tras ver el spot, muchos lo reconocen en los correos electrónicos o en sus publicaciones en las redes sociales. Porque esa campaña –a través de unas breves historias en las que todos podemos sentirnos reflejados– nos invita a descubrir cuánto tiempo pasaremos con nuestros seres queridos hasta el día en que nos muramos. El test, que está disponible en la página web de la marca, pretende sacudir nuestra conciencia y animarnos a dedicar más horas a aquellos que de verdad nos importan. Porque un día no muy lejano les echaremos en falta.
Buen mensaje para esta Navidad. Volver a disfrutar las relaciones humanas, y muy especialmente las familiares: tíos, sobrinos, primos… y, sobre todo, hermanos y padres.
Como siempre un excelente análisis
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