domingo, 5 de febrero de 2017

¡"Timecode" gana el Goya y acaricia ya el Oscar!

Hoy estamos de fiesta en mi familia y en el blog. Mi hermano Arturo, profesor de Producción Cinematográfica en UIC Barcelona y director de Bastian Films, ha ganado el Goya 2017 al Mejor Cortometraje de Ficción. Ha ganado el Goya por tercera vez (y por segunda consecutiva) gracias a la cinta “Timecode”, dirigida por Juan José Giménez y producida por él mismo, que ha obtenido ya más de 50 premios.

Lo más sorprendente es que ¡opta también al Oscar! El día 26 de febrero esperamos verle recoger la estatuilla en Hollywood, y agradecer a sus alumnos de UIC Barcelona -eso le he pedido- toda la ilusión que le transmiten en sus clases.

Todos los estudiantes y los profesores (conmigo a la cabeza: yo me he declarado el "fan nº 1 de Arturo") le agradecemos lo que ha hecho por nuestra Universidad, y todo lo que impulsa a soñar a nuestros estudiantes de Comunicación Audiovisual. 

El Goya fue anoche un notición para toda la familia (Aunque no una sorpresa: seis días antes le habíamos acompañado a recoger el Gaudí). Yo seguí anoche la ceremonia por Twitter, porque en mi casa estábamos viendo una película. Y de repente... un wasap de mi hermana anunciando que van a entregar el premio al mejor cortometraje. Logro que dejemos la peli  unos momentos y pasemos a la 1. Son momentos de tensión y de esperanza. Y, de repente ¡Timecode es el ganador!

Los hermanos andamos bastante dispersos (en Roma, Bombay, Tarragona, Barcelona), pero pudimos celebrarlo juntos gracias a las nuevas tecnologías: la distancia física fue salvada por mails, wasaps, llamadas de wasap, SMS…

La verdad es que Arturo es un genio. Ha sabido seleccionar bien los proyectos que quiere producir, como señala en la entrevista que le hicieron anteayer en El Confidencial. Ahí le calificaban de "apóstol del cine humano que nos hace mejores". Y es que él no sólo ha sabido organizar los proyectos para que pudieran convertirse en películas, sino que ha sabido elegir los guiones que iluminaran la vida de los espectadores. Su cine es un cine que aporta valores y ayuda a pensar.

Hace cinco años, produjo un cortometraje titulado “La historia de siempre”, con el que cosechó más de 130 premios: en festivales prestigiosos como los de Lucania (Italia), México D.F., Montecatini (Italia), Seattle (U.S.A.), Honk Kong (China), Cartagena de Indias (Colombia) o San Diego (U.S.A).

Al año siguiente su película “El barco pirata”, del que hablé en su momento, ganó en 2012 el Goya al Mejor Cortometraje de Ficción. ¡Fue una gran alegría que compartimos pocos días después toda la familia! (La foto de al lado nos la hicimos una semana después, y en ella se me puede ver más feliz aún que el propio Arturo).

Un año más tarde, “El corredor” obtuvo en la SEMINCI el premio al Mejor Cortometraje Europeo, lo que le permitió representar a nuestro país en los premios EFA (European Film Award), los más prestigiosos del cine europeo. Después ganó en los Gaudí, como ya conté en esta página, y ha estado presente en las secciones oficiales de muchos festivales: Flickerfest, en Australia; Clermond Ferrand, en Francia; Palm Spring, en California...

Pero lo mejor para Arturo llegó anoche: su tercer Goya con Timecode, una excepcional historia de amor sin palabras. Es el gesto, la mirada ¡y sobre todo, la danza! lo que va desgranando un argumento sorprendente y, a la vez, cautivador. Ésta es la sinopsis oficial: "Luna es una vigilante de seguridad que trabaja en el parking de unas oficinas. Cansada de su trabajo y de su jefe, se turna con Diego, a quien apenas ve unos segundos al día. A partir de un curioso hallazgo, Luna descubrirá una manera de comunicarse con su compañero".

En palabras de Arturo, "Timecode está llamado a ser el cortometraje español más importante de la historia". Y no le falta razón: Palma de Oro en Cannes, Gaudí al mejor corto, ¡Goya anoche con todos los honores! (Aquí el momento en que recogen el Goya). Y ahora afronta con esperanza el reconocimiento de la Academia de Hollywood. ¡El Oscar sería la locura completa! Y como dice Óscar Sueiro, profesor de Cine en UIC Barcelona: "Este corto es una maravilla; tiene arte, tiene emoción, y tiene ese 'no-sé-qué' que solo encuentras en las obras maestras".

Como fin de fiestas, os dejo tres regalos: el tráiler de Timecode (el corto no está disponible, porque está en el circuito de los festivales), el Making of de la cinta y el primer gran corto de Arturo: "La historia de siempre". Que los disfrutéis.




“La ciudad de las estrellas (La La Land)”: un musical moderno... como los de antes

(JUAN JESÚS DE CÓZAR) Brillante, romántica, nostálgica y de una energía contagiosa, “La ciudad de las estrellas” o “La La Land” –su título original, mucho más sonoro y pegadizo– se acaba de convertir en la película con más Globos de Oro de la historia: los 7 a los que aspiraba. Recientemente estrenada en nuestro país tras su éxito en USA, se ha situado en lo más alto de la taquilla española y es previsible que tenga un prolongado boca-oreja. Con un encanto irresistible, “La La Land” no solo convence al espectador sino que lo conquista.

El filme, que está lleno de guiños cinéfilos, quiere ser también un agradecido homenaje a los famosos musicales de las décadas de 1950 y 1960: “Cantando bajo la lluvia”, “Melodías de Broadway”, “Un americano en París”, “West Side Story” o “Los paraguas de Cherburgo”. Pero Damien Chazelle, director y guionista, no se ha conformado con imitar o rememorar el pasado, porque su cine tiene personalidad propia como ya demostró en la intensa “Whiplash” (2014), una cinta donde la música también es un factor clave.

En “La La Land” se puede confirmar ese algo casi imperceptible que llamamos “química entre los actores”. Porque Ryan Gosling y Emma Stone, en su tercer trabajo juntos, se suman en la era moderna a esas míticas parejas de cine que formaron Humphrey Bogart y Lauren Bacall, Fred Astaire y Ginger Rogers, Spencer Tracy y Katharine Hepburn o Dick Powell y Myrna Loy.

Estamos en Los Ángeles y la película comienza con un vibrante plano secuencia, que la coreografía de Mandy Moore y la música de Justin Hurwitz convierten en una escena espectacular. Será ocasión para el primer encuentro entre Sebastian (Gosling) y Mia (Stone), él pianista y gran amante del jazz, y ella aspirante a actriz y –de momento– camarera en la cafetería de un estudio de cine. Lo que viene después es mejor verlo y no contarlo, pero les aseguro que es una delicia.

La La Land” se mueve en terreno conocido argumentalmente, porque habla de perseguir los propios sueños, de sacrificio, de renuncia y de un amor que querría ser para siempre. Pero lo hace con tal simpatía que el espectador se rinde al hechizo de unas canciones que se tararean con los pies, de un colorido vestuario con toques retro de Mary Zophres y de unos actores soberbios, muy bien dirigidos por un Chazelle –32 años recién cumplidos– que apunta al Oscar.

domingo, 8 de enero de 2017

Un repaso a los mejores anuncios de la Navidad

Esta Navidad ha sido pródiga en bellos anuncios navideños. Algunos se han comentado en este blog, como la bella historia de amistad entre un iman y un sacerdote que nos contó Amazon, o como la tierna historia de Carmina, que cree haber ganado el Gordo por un error que nadie se atreve a desmentir. Sus paisanos -nos lo contó Lotería de Navidad- crearon un improvisado y solidario simulacro  para evitarle esa gran desilusión.

Otros spots se han hecho famosos en las redes, como un anuncio polaco en el que el protagonista pide como regalo un curso de inglés (delicada ironía ante tantos regalos llamativos e inútiles) y se pasa horas y horas estudiando la lengua. Durante días escucha casetes, repite en voz alta los conceptos que va memorizando y llena su casa de post-it para recordar esas palabras que aprende.

Al final descubrimos el porqué de tanto esfuerzo: viaja a un país de habla inglesa para pasar las fiestas con su hijo y la mujer de éste, y cuando llega a destino, le espera ansiosa su nieta, a la que ve por primera vez. ¿Qué mejor regalo que poder decirle en su idioma: "Hola, soy tu abuelo y te quiero mucho"?

También resultó muy comentado este anuncio de Milka, ambientado en los Alpes suizos, cuyo protagonista es un niño al que se le hace eterna la espera para recibir los regalos el día de Nochebuena. De repente, se le ocurre una brillante idea: construir una máquina del tiempo que le lleva a la noche del día 24. Ante el ferviente anhelo del pequeño, toda la familia se confabulará para crear la ilusión del salto temporal. Un maravilloso ejemplo de cariño, solidaridad y amor familiar que podéis ver aquí.



Pero, de todos, yo me quedo con este anuncio de Volkswagen, que nos hace olvidar lo más efímero de estas fiestas (las prisas, el consumo, las compras de última hora) y nos descubre la realidad: la Navidad es la época más hermosa del año, la más entrañable y familiar. Estar con los nuestros es, sin duda, el mejor regalo navideño. Ideado por la agencia OgilvyOne, el spot narra la historia de una pequeña que está triste el día de Nochebuena. De repente, se le ilumina el rostro. Pinta motitas rojas en la cara de su hermanito para que todos piensen que está enfermo y le lleven al hospital. Una vez allí, aparece inesperadamente su madre, que es médico de profesión y está de guardia esa noche... El desenlace no puede ser más conmovedor.



Espero que hayáis pasado unas felices fiestas de Navidad. Y os deseo, para el nuevo año, la realización de todos vuestros sueños. ¡Feliz 2017!

"Silencio": La inquietud religiosa de Martin Scorsese

(JUAN JESÚS DE CÓZAR) “Quiero provocar en la gente algún tipo de reacción, ya sea emocional o intelectual. Pretendo que reaccionen. (…) Hay quien opina que si nos limitamos a hacer películas que muestren cómo debería ser el mundo, las cosas acabarán siendo de ese modo. No estoy de acuerdo. No es que diga que todo el mundo debe hacer películas como yo las hago, pero la provocación es importante para fomentar la discusión y la acción”.

Estas declaraciones realizadas por Martin Scorsese a mediados de la década de 1990 resultan plenamente aplicables a “Silencio”, quizá su obra más ambiciosa recientemente estrenada en España. Se trata de un proyecto largamente deseado por el director italoamericano durante más de tres décadas, y a uno se le antoja que la espera ha sido beneficiosa, porque sin renunciar a sus preocupaciones fílmicas y antropológicas estamos ante un Scorsese evolucionado, con una subjetividad mejor dominada y una libertad creativa exenta de la gratuidad y los excesos tan presentes en la mayoría de sus filmes anteriores.

Básicamente, el argumento gira en torno a la persecución, tortura y martirio de muchos cristianos en el Japón de la segunda mitad del siglo XVII. El centro de la acción se sitúa en los sufrimientos y las luchas internas del Padre Rodrigues (Andrew Garfield), un jesuita que acude a esas tierras evangelizadas por San Francisco Javier para encontrar al Padre Ferreira (Liam Neeson), su profesor, sobre el que se dice que ha apostatado.

En el aspecto técnico la película es impecable y cuenta con una maravillosa fotografía de Rodrigo Prieto, que sabe extraer belleza de un paisaje duro y hostil; con el montaje de Thelma Schoonmaker –tres Oscars le contemplan–; y con el diseño de producción y el vestuario de Dante Ferreti, también ganador de tres estatuillas.

Pero si la crítica se muestra unánime en cuanto a la exquisita factura del filme, no ocurre lo mismo en relación con su contenido. Y es que estamos ante una obra compleja, con variedad de intenciones no todas convergentes; o mejor, con una intención multidireccional abierta a diversas interpretaciones. Justo, quizá, lo que pretendía Scorsese, que adapta con bastante fidelidad la novela homónima de Shûsaku Endô pero que también ha aportado al guión algunos matices que alimentan esa complejidad.

Después de lo escrito es fácil entender que escribir una reseña “objetiva” y certera de “Silencio” resulta una aspiración no sólo difícil sino pretenciosa. De modo que estas líneas solo pretenden preparar el ánimo y la mente del lector que acuda a ver este filme de 160 minutos, áspero y doloroso, intencionadamente provocador y ambiguo  el último plano es una clara muestra, que estimula la reflexión sobre la presencia de Dios en el mundo, la persona de Jesucristo y la dimensión espiritual de la persona.

Hay que tener en cuenta que Scorsese, a pesar de declararse católico y de mostrar una gran inquietud religiosa, no ha cultivado una sólida formación cristiana –él mismo reconoce que lee poco–, y que observa la fe más bien desde su sensibilidad de maestro del cine. Así lo ha venido haciendo a lo largo de toda su filmografía, convencido de que “no nos liberamos de nuestros pecados en la iglesia sino en la calle y en casa”, por citar sus propias palabras.

¿Dónde estaba Dios cuando mataban a esos inocentes cristianos japoneses? Scorsese prefiere que sea cada espectador quien responda a esa cuestión. ¿Dónde estaba Dios cuando el Holocausto, y el 11-S, y el 11-M…? ¿Dónde está cuando persiguen y matan a tantos cristianos en Irak, en Siria o en varios países de África? Esta pregunta, legítima e inevitable, se ha convertido en un lugar común y ha llevado a algunos a sentar a Dios en el banquillo. Pero pienso que esos interrogantes sólo tienen una respuesta con sentido: Dios estaba clavado en una Cruz, precisamente por todas esas barbaridades de la historia humana.

domingo, 18 de diciembre de 2016

"Rogue One": Infundir coraje e ilusión en los niños

Las cross promotions (o promociones cruzadas) entre una marca y un filme en su lanzamiento, son muy habituales en los Estados Unidos. Para el estreno de "Rogue One: A Star Wars Tale" se han creado algunas muy buenas,  el anuncio de Duracell en que un grupo de rebeldes galácticos “rescata” a una niña enferma,  recluida en un hospital –como si fuera la Princesa Leia– y la libera justo el día de Navidad.

La promoción cruzada que he seleccionado para este blog es una conmovedora campaña de la compañía filipina de telecomunicaciones Globe. Creada por Publicis JimenezBasic, narra la historia de dos hermanos, uno mayor y responsable, y la otra pequeña y aparentemente alocada, que se niega a ir a ninguna parte sin usar su casco imperial, tipo Darth Vader.

La acción se desarrolla a lo largo de un día, en el que vemos cómo la niña lleva puesta su máscara blanca en su trayecto al cole, en el desayuno, montando su bicicleta… ¡hasta cepillándose los dientes! Todos la miran con displicencia, pero su hermano mayor está siempre a su lado, y mantiene ante los demás una sorprendente actitud de lealtad y apoyo.

Al día siguiente se plantan de nuevo en la escuela. Pero esta vez, cuando entra en el aula, todos llevan una máscara blanca de Darth Vader. Al ver su solidaridad, ella se quita la máscara... y el final nos sorprende, a la vez que nos arranca una lágrima.

El spot, dirigido por Joel Limchoc de Film Pabrika, anima a los consumidores a #CreateCourage y a publicar fotos de ellos mismos con ese hashtag y luciendo un casco blanco tipo Vader. También pide su colaboración con el Hospital General de Filipinas para llenar de ilusión y coraje a los pacientes infantiles que allí se tratan.

Una campaña con valores que promociona un filme a la vez que nos hace pensar y nos conmueve.

"Hasta el último hombre": fe y altruismo en la barbarie

(JUAN JESÚS DE CÓZAR) Podrá gustar o no, pero hay que reconocer que Mel Gibson es un valiente. A pesar de los palos recibidos desde que realizara esa obra maestra titulada “La Pasión de Cristo”, vuelve a la dirección con otro film comprometido. Se trata de “Hasta el último hombre”, un biopic bélico sobre la figura de Desmond Doss, un objetor de conciencia que participó como improvisado médico en la II Guerra Mundial. Fiel a sus creencias cristianas, pero sobre todo a su conciencia, Doss se alistó voluntariamente en el ejército en 1942 advirtiendo que no utilizaría ningún arma y que se dedicaría sólo a tareas sanitarias.

El aviso que sigue al título en los créditos iniciales es contundente y revelador: “Una historia real”. Porque Gibson –cabezota o fiel a sí mismo, según quien lo mire– cuenta lo sucedido a Doss sin complejos en lo argumental y con su estilo hiperrealista en lo formal. Y así, por un lado nos quiere mostrar al hombre cabal, generoso y coherente con su fe; y por otro, incomoda al espectador con unas imágenes brutales que exigen un buen “estómago” para soportarlas. De modo que “Hasta el último hombre” podría calificarse paradójicamente como una película pacifista muy bélica.

Las impactantes escenas de guerra resultan sobrecogedoras y muy poderosas visualmente, y están concebidas para que duelan y conmuevan a la vez. La fotografía de Simon Duggan y la banda sonora de Rupert Gregson-Williams completan la formidable calidad del apartado técnico. Andrew Garfield brilla en su papel de Desmond Doss, y le acompañan unos secundarios de lujo: Vince Vaughn, Teresa Palmer, Sam Worthington, Rachel Griffiths

Señor, ayúdame a salvar uno más”, rezaba una y otra vez Desmond Doss. Mientras otros destruían, él arriesgaba su vida para atender a los heridos: una misión que entendió como la voluntad de Dios para él. Sus jefes y sus compañeros, que al principio le consideraban un cobarde o un loco, acabaron reconociendo su enorme valentía y le vieron como un héroe; incluso más, como alguien dotado de un halo sobrenatural, una persona que infundía esperanza y que nunca abandonaba a los demás.

Insisto en que la película puede herir sensibilidades debido a la crudeza de las imágenes, pero quien se anime a verla tendrá también la oportunidad de disfrutar con la delicada historia de amor que vive el protagonista, y se conmoverá hasta las lágrimas con el emotivo final.

jueves, 8 de diciembre de 2016

Las 10 mejores películas navideñas

Aunque estamos a mitad del Adviento, para muchos la Navidad está ya a la vuelta de la esquina. Muchas calles están adornadas, y El Corte Inglés lo pregona a los cuatro vientos.

En este contexto, dentro de poco empezará a programarse en televisión un particular género televisivo que podríamos denominar películas navideñas. Estas cintas incorporan algunos de los valores más típicamente cristianos: el sentido de la Navidad, la conversión a lo "Scrooge" (el personaje de Dickens), los deseos de felicidad, el reencuentro familiar, o el anhelo de retornar a la inocencia y a la infancia.

Como sugerencia para alquilar o ver en casa durante estas próximas semanas, incluyo mi personal lista de "las diez mejores películas sobre la Navidad": incluye filmes familiares, y -junto a películas clásicas- prima algunas más recientes, que puedan ser asequibles para todos y más fáciles de encontrar en los videoclubs:

1. ¡Qué bello es vivir! (1946), de Frank Capra. La víspera de Navidad, George Bailey está con el agua al cuello. Toda su vida ha renunciado a proyectos personales para ayudar a su comunidad; pero ahora el banco que ha creado para socorrer a la gente está al borde la quiebra, y Bailey va a un puente dispuesto a arrojarse al agua, pensando que todos sus esfuerzos han sido en balde. La repentina aparición de Clarence, un ángel que todavía no se ha ganado las alas, le hará ver cómo hubiera sido la vida de su familia y sus amigos si él no hubiese existido. Número uno indiscutible del género, que sigue transmitiendo esperanza y optimismo a públicos de todas las culturas.

2. La Natividad (2006), de Catherine Hardwicke. Recrea con acierto los escenarios, costumbres y utillaje de la época en que nació Cristo, pero falla en el retrato de la Virgen, que aparece siempre tímida e introvertida. Con todo, una buena preparación para vivir el sentido religioso de la Navidad.

3. Las Crónicas de Narnia (2005), de Andrew Adamson. Todo un clásico de la literatura infantil, escrito por C. S. Lewis. Durante la II Guerra Mundial, cuatro hermanos ingleses son enviados a una casa de campo para huir de los bombardeos alemanes. Un día, mientras juegan al escondite, la pequeña Lucy se esconde en un armario y de repente aparece en Narnia, un mundo fantástico que vive un invierno perpetuo. Cuando vuelva al caserón, nadie creerá su increíble aventura. Pero Narnia lanzará más mensajes a los niños, porque necesita de su inocencia para ser redimido. Y en esa misión encontrarán al majestuoso león Aslan, una respetuosa analogía del personaje de Jesucristo. Filme aún reciente que gustó a niños y adultos, y que aúna simbolismo cristiano junto a una gran aventura épica.

4. Maktub (2011), de Paco Arango. Manolo atraviesa una grave crisis en su matrimonio. Un día, cercano a la Navidad, conoce a Antonio, un chico con cáncer que tiene unas extraordinarias ganas de vivir, y eso le cambia la vida. Esta película familiar, con formato de cuento navideño, logra divertir y conmover, apelando a los buenos sentimientos. El director propone una fábula con enseñanzas sobre el sentido de la vida y la enfermedad, hablando sin complejos de la muerte, la trascendencia, el amor, la familia, la capacidad de perdonar, la fidelidad y las relaciones entre padres e hijos. Una gran opción para jóvenes y adultos.

5. De ilusión también se vive (1947), de George Seaton. Cercana la Navidad, la jefe de unos grandes almacenes contrata a un viejecito barbudo y simpático para que haga de Santa Claus. El anciano acapara pronto la atención de todos por su derroche de simpatía, y también porque afirma que es el verdadero Santa Claus. Con este planteamiento, la jefa quiere devolver a todos los ciudadanos el auténtico sentido de la Navidad, incluyendo a su escéptica hija. Cinta entrañable, nominada a los Oscar, donde se hace una dura crítica a los impulsos materialistas y consumidores que se anteponen, en estas fechas, al verdadero significado de la Navidad.

6. Family man (2000), de Brett Ratner. Entrañable fábula sobre un personaje que prefirió alcanzar el éxito en vez de casarse con la chica de sus sueños. En vísperas de Navidad, sólo y sin familia, tiene un extraño encuentro con su “Ángel de la guarda” que le hará ver lo que podría haber sido su vida con un matrimonio feliz, con hogar y con hijos.

7. La gran familia (1962), de Fernando Palacios. Un espléndido homenaje a la familia numerosa, que tiene como clímax la pérdida de uno de los hijos en la víspera de la Navidad. La mejor para el sentido familiar de estas fechas.

8. Polar Express (2005), de Robert Zemeckis. Un niño que ha perdido la ilusión de la Navidad se ve metido en un tren rumbo al Polo Norte, para conocer a Santa Claus. A través del viaje, plagado de increíbles aventuras, misterios y canciones , el protagonista viajará a un lugar mucho más escondido e importante, el de su propio corazón. Excelente película de animación en 3 D.

9. Mientras dormías (1995), de Jon Turteltaub. Una joven taquillera de metro, secretamente enamorada de uno de los pasajeros, tiene la oportunidad de salvarle la vida, aunque él queda en coma; por una confusión, todos creerán que ella es su novia. Comedia romántica por excelencia, al estilo Capra o LeoMcCarey, que trae a colación la necesidad de afecto y compañía cuando llega la Navidad.

10. Feliz Navidad (2005), de Christian Carion. Narra lo que sucedió el 24 de diciembre de 1914 en el frente de Ypres (Bélgica), durante la Primera Guerra Mundial. Se decretó una tregua para esa noche que implicaba permanecer en los puestos sin disparo alguno, pero las tropas alemanas iniciaron un villancico, y las tropas británicas respondieron con "Adeste fideles". Luego intercambiaron gritos de alegría y deseos de una feliz Navidad para todos. Al poco, hubo encuentros de unos y otros en la tierra de nadie, y allí se intercambiaron regalos y recuperaron a los caídos. Celebraron funerales con soldados de ambos bandos, llorando las pérdidas y ofreciéndose mutuamente el pésame. Una gran lección de solidaridad cristiana.

domingo, 4 de diciembre de 2016

Amazon: preciosa historia de amistad entre un iman y un sacerdote

Amazon ha dado la campanada con un sorprendente y emotivo spot navideño. Su historia es completamente original: trasciende el ámbito de lo comercial y prescinde de la iconografía navideña: nieve sobre las calles, luces en las ventanas y árboles cargados de adornos. En su lugar, nos propone, un mensaje con los valores más genuinos de la Navidad: el deseo de paz, las muestras de cariño, el sentido auténtico del regalo, el encuentro con los amigos.

El anuncio nos cuenta la historia de amistad entre un iman y un sacerdote. Su mutua veneración y afecto muestran un valor universal: actúan como símbolo y demostración de que la concordia entre las religiones es algo deseable y posible; más aún: que es una realidad en muchas partes del mundo. Entre los creyentes de distintas confesiones hay más puntos de encuentro y más respeto que lo que el laicismo imperante quiere hacernos creer.

Como señala Gary Bradley, el actor que en este spot interpreta al cura católico, la historia "habla de respeto y comprensión mutuos, y habla también de las cosas que unen a la gente de distintos credos en lugar de lo que las separa".

El vídeo, que se emite en diversas televisiones de Inglaterra, Estados Unidos y Alemania, acumula millón y medio de visitas en apenas dos semanas. En Facebook, después de que lo compartiese el imán Zia Sheikh en su muro, se ha hecho viral. El post lleva diez millones de visualizaciones, más de 130.000 reacciones y lo han compartido más de 160.000 usuarios. El brillante e inesperado final -que muestra el amor que encierra un simple regalo- ha hecho que muchos deseen compartirlo con sus contactos.

Lo más sorprendente es que ambos actores se interpretan a sí mismos. Gary Bradley, de 63 años, es el párroco de Little Venice en Londres, que fue actor antes que sacerdote; y Zubeir Hassam, de 55, que interpreta al iman, es el director de la escuela musulmana Oadby, en Leicester. Como consecuencia del rodaje, ambos se han hecho verdaderamente amigos. Y así, una vez más, la vida supera a la ficción, y el mensaje de la Navidad ha vuelto a hacerse realidad.

Un diez para Amazon por esta valiosa campaña.

miércoles, 16 de noviembre de 2016

El tráiler de "La Bella y la Bestia" emociona y arrasa

Hace dos días, Disney lanzó el esperado tráiler de “La bella y la bestia”, que retoma los personajes y la historia del clásico de animación que marcó la infancia de millones de niños en 1991. Bajo la dirección de Bill Condon, los personajes de Bella (Emma Watson) y Bestia (Dan Stevens) son revisitados ahora por actores de carne y hueso en una historia que encierra una lección inmortal: “la belleza está en el interior”.

El tráiler arranca con el tenebroso interior del castillo que habita la bestia. Sobre sus paredes cuelga un cuadro rasgado, que revela cómo fue cuando era humano y el calvario que vive desde que recibió una maldición. Inadvertidamente, el padre de Bella se adentra en el bosque cercano al castillo y acaba preso de la indómita fiera, quien acepta su intercambio por Bella.

Podemos comprobar que el filme recoge todos los personajes que hicieron tan deliciosa la versión animada: incluyendo el candelabro Lumiére, el reloj Ding Dong, la tacita Chip y la tetera Mrs. Pott., además del presumido Gastón (Luke Evans). También vemos que sigue con bastante fidelidad el relato animado, aunque introduce también elementos del cuento literario original.

De fondo, reconocemos algunas de las inolvidables canciones del filme animado. Y así, se nos anticipa una cinta que tendrá acción, aventura, romanticismo y más tensión que la anterior. Todo ello sin desvelar cómo será la famosa escena del baile, y en una angustiosa carrera contra reloj para romper el hechizo que aprisiona a la bestia, antes de que caiga el último pétalo de rosa.

Después de ver el tráiler, que ha batido todos los récords de visitas en Internet (127 millones en su primer día de exhibición), va a resultar difícil aguardar hasta el 17 de marzo, la fecha de su estreno. Al menos, nos queda la convicción de que Disney ha vuelto a dar en el clavo. Porque la historia de una bestia enamorada de una Bella volverá a los cines para quedarse.

Lotería de Navidad: La tierna historia de Carmina

Hace diez o quince años, la Navidad llegaba a nuestros hogares con campañas emotivas de turrones El Almendro, que narraban la vuelta a casa por esas fechas y el feliz reencuentro en el hogar. Desde hace tres años, sin embargo, Lotería de Navidad parece haber cogido el relevo, y este tiempo mágico y entrañable parece llegar con el lanzamiento de su nueva campaña.

En el anuncio de de 2014, se nos encogió el corazón con las lágrimas de Manuel, cuando descubre que el dueño del bar donde siempre toma café le ha guardado un décimo premiado. En 2015, aunque en versión animada, fue Justino, el guardia de seguridad de una fábrica de maniquíes, quien nos conmovió con su historia al ver recompensada su simpatía y generosidad por todos aquellos a los que sirvió de forma callada durante años.

Este año la historia tiene aún más fuerza, y parte de su encanto procede del lugar donde se ha rodado: Villaviciosa, un pueblo asturiano encantador y lleno de gente amistosa que parece haber sido hecho para este bello relato. La protagonista es Carmina, una maestra jubilada que, el 21 de diciembre, mientras la televisión emite imágenes del Sorteo del año anterior, cree que le ha tocado el Gordo. Rápidamente sale a la calle a celebrarlo. Su hijo intenta detenerla, pero al ver lo contenta que está y lo feliz que está haciendo a sus vecinos, decide no romper ese momento mágico. Los paisanos del pueblo, conscientes de la ilusión de Carmina, se unen con afecto al juego de seguirle la corriente.

El dueño del bar que pone copas de cava para celebrarlo, la peluquera con la que se funde en un abrazo y hasta el lotero que se viste con la camiseta del «Primer premio vendido aquí». El hijo y el nieto de Carmina se encargan de ir poniendo sobreaviso a todos los habitantes, para que se sumen a la fiesta. Y hasta la Guardia Civil se presta a escoltarlos en una alegre procesión hacia el faro, donde el pueblo entero celebra “el Gordo”. Al final, ese juego acaba por tocar sus corazones, y ese ejercicio de altruismo y de bondad hace que todos salgan de alguna forma renovados.

Lotería de Navidad ha vuelto a confiar en la agencia creativa Leo Burnett y en el director Santiago Zannou (ganador de un Goya), que ya se encargó del anuncio de 2014. Y, de forma aún más entusiasta que en años anteriores, la respuesta de los internautas ha sido fabulosa: sólo hace dos días que se publicó en la Red y ya contabiliza 3’8 millones de visitas.

«Anda que... como nos toque mañana...», dice una de las vecinas en la fiesta del faro. El anuncio se cierra con el lema de las últimas campañas: «El mayor premio es compartirlo». Y así nos hace llegar su mensaje de alegría, ilusión y solidaridad para estas fechas navideñas.