En los días que sigan a la Navidad, es imposible no hacer referencia a ese clásico de la literatura navideña que es “A Christmas Carol”, el cuento que Charles Dickens publicó un 17 de diciembre de 1843 y del que se han publicado millones de copias en todas las lenguas. De él se han hecho versiones cinematográficas de todo tipo: mudas, habladas, musicales; animadas, con actores reales, con teleñecos… (En el próximo post hablaré de ellas).
Uno podría suponer que ya está todo dicho –o filmado- en este campo. Pero no es verdad. Las historias inmortales pueden contarse una y otra vez, porque siempre dicen algo a las audiencias. Es lo que pasa con esta versión de la Disney, dirigida por Robert Zemeckis, que nos ofrece una de las versiones más fieles al cuento original.
Londres del siglo XIX. Scrooge es un viejo avaro, con un corazón de piedra, incapaz de realizar un acto de bondad, ni siquiera con su fiel empleado Bob Cratchit o su sobrino Fred. Tampoco sabe disfrutar de la vida. Especialmente odia la Navidad, le parece absurdo que en esa época la gente emplee su dinero en hacer regalos y se esfuerce en demostrar amor. Un día se le aparece el espectro de su difunto socio atrapado por unas cadenas que señalan su estado de condenación. Y le anuncia la próxima visita de los fantasmas de las navidades pasadas, presentes y futuras: un auténtico examen de conciencia de lo que ha sido su vida hasta entonces, y de lo que podría llegar a ser.
"Decine21" ha publicado una espléndida crítica con la que coincido plenamente. De ella entresaco estos dos párrafos: "Zemeckis, autor también del guión, logra mostrar la vigencia del cuento, sus valores universales y su fondo cristiano, que hablan del tiempo limitado de que disponemos los seres humanos en este mundo, y de la necesidad de aprovecharlo para hacer el bien y ocuparse de los demás. Y lo consigue sin caer en el empalago de otras aproximaciones y dosificando los momentos de acción, humor y lágrimas, o el de aquellos que apelan directamente al corazón. Los actores, que han sido filmados con sensores para luego trabajar las imágenes en la animación fotorrealista, ya utilizada por el director en Polar Express y Beowulf, están muy bien, de modo especial Jim Carrey, que no sólo compone un Scrooge contenido en sus diversas edades, sino que pone voz a otros personajes como los fantasmas de las navidades.
Zemeckis siempre ha demostrado una gran capacidad para usar los efectos especiales y el 3D sin caer en la rutina, no hay más que repasar su filmografía. Aquí vuelve a probar su pericia en el magnífico diseño visual, con las cadenas del primer espíritu, en el diseño de los tres fantasmas, especialmente el aterrador y silencioso de las navidades futuras, en los vuelos fantásticos, incluida la imagen que homenajea al barón Munchäusen, en las carreras por la nieve. Resulta además un acierto la incorporación de momentos de acción -como el deslizarse sobre la nieve- que no distraen de la narración principal".
Antes de dejaros con el tráiler del filme, os recomiendo que visitéis el blog "Palomitas de maíz", donde habla extensamente de este blog y de mi libro. Una crítica bien fundamentada. ¡Muchas gracias, José Luis Panero, por tu elaborada y generosa reseña!
sábado, 26 de diciembre de 2009
"Cuento de Navidad", de Dickens, según Robert Zemeckis
Publicado por
A. Méndiz
Etiquetas:
TEMA: Cine y Valores,
TEMA: Navidad
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Gracias usted, Alfonso, por un producto tan digno, tan bien elaborado y escrito con sencillez y sabiduría.
ResponderEliminar¡A seguir triunfando!
¡Abrazos!
Gracias a ti, José Luis, por tu magnífico blog "Palomitas de maíz". En él me inspiro.
ResponderEliminarQue sigas triunfando tú también, y que muchos proyectos nos unan en el 2010.
Un fuerte abrazo.