viernes, 9 de abril de 2010

El cristianismo, ¿de moda en Hollywood?

Recientemente, hemos hablado en este blog del creciente interés de las grandes productoras por filmes de inspiración cristiana, como The Blind Side.

En los últimos años, la película que más ha contribuido a poner de moda el hecho cristiano es, sin duda, La Pasión de Cristo (2004). Su impacto sobre las audiencias fue enorme, y sus registros en taquilla (612 millones de dólares en todo el mundo) hicieron ver a los ejecutivos de Hollywood que existía una demanda fílmica que hasta entonces no habían sabido atender adecuadamente.

La primera lección que las grandes productoras aprendieron de esa cinta es que existía un público potencial (personas que hasta el filme de Gibson no habían ido casi nunca a los cines) que justificaba un replanteamiento de las estrategias de producción y un nuevo tipo de argumentos cinematográficos. La segunda lección es que ese público, a juicio de los expertos en marketing del entretenimiento, suscribe y defiende valores propios de la fe cristiana, y estaría dispuesto a respaldarlos con su presencia en las salas —y aun a convertirse en promotor de ese tipo de cine— si lo viera aparecer de nuevo en la cartelera.

Al mismo tiempo, el éxito de La Pasión de Cristo pareció despertar también la conciencia aletargada de no pocos cristianos que trabajaban en Hollywood casi a escondidas. Aprovechando que ese filme había abierto las puertas a nuevos proyectos, y sintiéndose respaldados por esa pública manifestación de fe, en un par de años esos cineastas culminaron dos grandes proyectos de alcance internacional. El primero fue Las crónicas de Narnia: el león, la bruja y el armario (2005), cinta inaugural de una serie que adaptaría al celuloide la conocida saga de C. S. Lewis. Estaba producida por Walden Media, una compañía de inspiración cristiana que habían fundado Michael Flaherty y Cary Granat en 2001 con el fin de producir “películas que entretengan y eduquen a la vez”; por eso se han orientado a la producción de filmes basados en clásicos infantiles que difunden valores cristianos y familiares. El simbolismo atribuido al león Aslan (Jesucristo, que muere para redimir a los hombres de sus pecados) no ha pasado inadvertido a los críticos ni a los espectadores, con claras referencias a la traición de Judas, a la agonía en Getsemaní y a su posterior resurrección.

El segundo proyecto fue El exorcismo de Emily Rose (2005), dirigido por Scott Derrickson, que se confiesa cristiano evangélico. La película recrea el caso real de una joven católica que sufrió en los años setenta una posesión diabólica en medio de una intensa vida de fe. La chica finalmente murió, y su historia trascendió a los medios de comunicación por lo paradójico del caso. Sin embargo, llegaría a ser aún más famosa cuando un jurado condenó al sacerdote católico que la atendió por supuesta negligencia médica. La intransigencia religiosa de aquel asunto se plasma aquí en la crisis de conciencia que sufre la abogada que defiende de oficio al presbítero. El conflicto entre fe y razón, la compatibilidad entre lo sobrenatural y lo razonable, la necesaria apertura de mente para aceptar que Dios pueda existir… estos y otros temas de fondo golpean la conciencia del espectador a lo largo de todo el metraje. No en vano, decía el director de la cinta: “Durante muchos años me ha resultado muy duro conciliar mi vida de fe y mi amor al cine, porque Hollywood parecía olvidado por completo de lo religioso. Con esta película no he pretendido hacer propaganda, pero sí hacer recapacitar sobre la importancia de lo trascendente; plantear abiertamente algunas cuestiones: ¿Existe lo espiritual? ¿Existe el diablo? Y, aún más importante: ¿existe Dios?”.

En los años siguientes, el desarrollo de proyectos cristianos ha seguido creciendo. Tras estos dos primeros, de clara inspiración católica, surgieron otros directamente impulsados por iglesias protestantes. El primero fue Abandonados: mundo en guerra (2005), que centraba su argumento en la simbólica venida del Anticristo, y que fue exhibido en más de 3000 iglesias evangélicas antes de su lanzamiento en DVD. Mayor difusión alcanzó la película Lutero (2005), producción europea que fue financiada por la Iglesia luterana en Estados Unidos, y que contó con la participación estelar de Joseph Fiennes. También tuvo amplia notoriedad el filme Natividad (2006), realizado con sincera piedad por la directora Catherine Hardwick, aunque mostraba una imagen poco atractiva de la Virgen. Más recientemente, Prueba de fuego (2008), un alegato en defensa del matrimonio frente al drama del divorcio, fue realizado con tan solo 500.000 dólares gracias a la colaboración desinteresada de numerosos voluntarios y al apoyo institucional de la Iglesia Baptista. Logró un éxito sorprendente: llegó a recaudar más de 33 millones en Estados Unidos, y fue la cuarta más taquillera durante el mes de lanzamiento (octubre de 2008).

En la parte católica, dos proyectos se han sumado últimamente a los ya reseñados. En 2006 se estrenó en México y en Estados Unidos la película Guadalupe, dirigida por el franco-ecuatoriano Santiago Parra, que dos años más tarde llegó a las pantallas españolas (De ella hablé en un post de hace tres meses). Cuenta la historia de dos jóvenes científicos, marcados por una infancia traumática, que deciden investigar los misterios de la tilma de Guadalupe. Lo que comienza como un simple estudio científico se irá transformando en un descubrimiento personal que cambia por completo sus vidas. Rodada a los 500 años de la misteriosa aparición de la imagen, la cinta muestra que su carácter sobrenatural sigue vivo y fascinante hoy, y nos lo hace ver a través de los ojos de un agnóstico que sufre un profundo drama familiar.

El otro gran filme católico ha sido Bella (2008), primer fruto de la joven productora creada por Eduardo Verástegui a finales de 2004. Este conocido actor y cantante mexicano, que había logrado abrirse camino en Hollywood, experimentó una profunda convulsión interior tras leer la biografía de San Francisco de Asís. Decidido a manifestar su fe católica en sus películas, fundó con Alejandro Monteverde una productora “para la realización de filmes de grandes valores espirituales y morales”, y la denominó Metanoia (conversión, en griego). Y, en efecto, su película Bella es un canto a la vida, a la dignidad de la persona humana, y un precioso antídoto frente al aborto: de hecho, más de cincuenta mujeres —según afirma el propio Verástegui— han decidido seguir con su embarazo después de ver la cinta, “y ése es mi más preciada recompensa”, afirma él.

¿Se ha puesto de moda el cristianismo en Hollywood? Tal vez. En todo caso, a los espectadores nos toca reclamar que se hagan las películas que nosotros queremos ver: porque nosotros las pagamos. Y así, tal vez en unos años podamos preguntar en este blog: ¿se ha puesto de moda el cristianismo en España?

9 comentarios:

  1. La saga del Señor de los anillos no fue concebida como reivindicación de historias cristianas como estos filmes, pero sin duda su historia emana por todas partes el espíritu cristiano. Sólo hay que conocer un poco la biografia de Tolkien para darse cuenta que no es nada casual.

    Aunque fue antes del boom de La Pasión de Cristo, y que yo sepa sus autores en el cine no están muy comprometidos con el cristianismo, sin duda el éxito que tuvo, fue porque la historia deja a un lado ese relativismo tan frecuente en nuestros dias y habla de la verdad.

    Me sorprende mucho que gente tan poco religiosa e incluso antireligiosa, les encante ese libro y la pelicula. Tenia razón Tolkien, se les puede enseñar la verdad de una manera más sutil a todas esas personas que jamás se interesarian por cualquier tema cristiano. Un saludo.

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  2. Josefina López del Moral9 de abril de 2010, 19:04

    ¡COMO ME GUSTA LO QUE HACES Y COMO LO HACES!! Y TIENES RAZON, SI EN HOLLYWOOD SE HACE CINE CRISTIANO, Y SE VEN EN TODO EL MUNDO ESAS PELICULAS, ES POSIBLE QUE NUESTRA ESPAÑA, SU SOCIEDAD, TAMBIEN CAMBIE, SIEMPRE PARA MEJOR. Un saludo Josefina.

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  3. Desengáñense señores;en Hollywood lo que prima es el dios dinero, porque sus mentores son proverbialmente materialistas, aunque formen parte de un todo monoteísta. Y si lo que da dinero es el tema religioso; pues adelante; excepción hecha de producciones como la de Mel Gibson y algún que otro ave rara.
    No seamos ingénuos.

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  4. Se dicen nada más que simplezas. A quién hay que halagar en este espacio ?. El cine no va por esa senda. Ojalá lo fuera; pero si hay que decir que sí, que es así, pues nada.

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  5. Hola, Quinto Arrio: Es verdad que en Hollywood prima el dinero, pero con él pueden hacerse películas que llenen de esperanza o de escepticismo, que promuevan valores o contravalores.

    Esto sólo no basta: se ha de partir de un buen guión y un equipo aceptable, pero las historias pueden ir en varios sentidos. Que, además de otras direcciones, ahora se inicie esta otra senda, creo que es una noticia para compartir y para seguir trabajando. No para desilusionarse.

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  6. Jorge Hernandez Mollar11 de abril de 2010, 14:22

    Me parece un tema de gran interés para cumplir una de las grandes misiones que tenemos los católicos que no es más que estar presentes e todos los ambientes sociales, culturales, económicos o políticos. ¿Por qué dejarles el terreno a los agnósticos, esoteristas, relativistas etc? ¿por qué no hacer películas o series televisivas sobre grandes hombres y mujeres que desde su gran humanidad con sus caidas, defectos o dudas pasaron a ser propagadores del bien, de la libertad, de la VERDAD, de la paz etc? se me ocurren dos grandes personajes de la historia de la humanidad y del cristianismo como han sido San Pablo o San Agustín...¿conoces Alfonso alguna película sobre ellos?
    Es curioso cón en el cine o la televisión se propagan historias sobre sucesos demoníacos o crímenes rituales o perversión del sexo y se gastan cientos de millones d euros para ello ¿no tnemos productores o directores católicos que se lancen en sentido contrario? hay que trabajar en esa línea Alfonso, ánimo...

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  7. Estoy de acuerdo con Alfonso. Hollywood se mueve por dinero, eso es evidente, pero para ello necesita buenas historias. ¿¿Por qué no iban a ser buenas historias aquellas que dirigiéndose al hombre de hoy, a sus problemas y afanes cotidianos, le hablen de los valores humanos y sean capaces de dar esperanza?

    En España considero que entre ese 50 % de espectadores que no va a ver una película si sabe que es española, habría muchos que acudirían si viesen sus valores representados en ellas. Hay una demanda insatisfecha, eso es evidente. Hace falta crear el círculo virtuoso que permita sacar a la luz las buenas ideas que sin duda hay. Por mi parte me encantaría ver una película sobre Cortés (me extraña que el cine no haya sido capaz de ver el potencial de esa historia: acción, aventura, amor, escenarios exóticos, civilizaciones fascinantes,...) y salvando La Misión, algunas películas más sobre la evangelización de América.

    Por cierto Alfonso, se te ha "olvidado" "There be dragons" ;-).

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  8. Me parece importante destacar que la mayoría de las películas "católicas" o "cristianas" se han hecho por productoras del tipo. La Pasión de Cristo se hizo gracias a que Gibson supo dinero de su propio bolsillo. Romero, Dorothy Day y El Cuarto Rey Mago gracias a un sacerdote que fundó la productora Paulist, Spitfire Grill gracias a un católico director de una organización católica que quería ver películas católicas. Por último Fireproof o Prueba de Fuego se hizo gracias a una, una sola, iglesia protestante, que gracias a Alex Kendrick fundaron la productora Sherwood, de ahí las tres películas que han hecho con voluntarios de esa iglesia.

    Hace poco, casi una década, Fox creó Fox Faith, donde están haciendo películas exclusivamente para la audiencia cristiana.

    El problema es determinar bien qué entiende Hollywood por cristianismo. Yo creo que desde lo de Gibson, 2004, se dieron cuenta que hay un mercado real y bueno, y por ello van para allá, y Las Crónicas o El Señor se debe, principalmente a la tecnología actual.

    Solo queda esperar la nueva película sobre La Vírgen María con el guionista de La Pasión... y otra católica de guionista, con Camila Belle y Al Pacino... habrá que esperar.

    Saludos cordiales

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