Todavía no me lo creo, pero es verdad. Desde el 30 de mayo soy catedrático después de un recorrido de muchos años, que ahora me parecen meses. Primero fue la defensa de la Tesis, con Premio Extraordinario. Luego la promoción a Profesor Adjunto, en la Universidad de Navarra. Más tarde, y por concurso de méritos, la plaza de Titular Interino en la Universidad de Málaga. Y, por fin, la plaza de Titular de Universidad, que parecía el cénit.
Me equivocaba. La carrera universitaria empezaba entonces: estancias en el extranjero, publicación en revistas indexadas, dirección de Tesis y proyectos de investigación… El pasado 2 de noviembre, siendo ya Decano de Comunicación en la Universitat Internacional de Catalunya, me llegó la tan ansiada acreditación de la ANECA. Era ya "catedrático acreditado", pero aún sin cátedra. La obtuve la semana pasada, tras defender mi plaza ante 5 catedráticos y superar los 3 ejercicios: Curriculum, Lección magistral y Proyecto investigador. Como en los buenos relatos, hubo final feliz. Y mi sueño se hizo realidad.
La verdad es que ha sido un sueño largamente acariciado. Han sido diez años los que, de una forma u otra, he invertido en alcanzar el último peldaño del escalafón universitario. Por eso, si hace unos días presumía de hermano (dos Goyas y una Palma en Cannes: ¡vaya carrerón lleva este chico!), hoy me toca a mí. Pero no para presumir, sino para agradecer. Escribo estas líneas para compartir con vosotros este triunfo y para daros las gracias.
Gracias a los que me habéis acompañado en este proyecto. A mis padres, en primer lugar, que tanto han sufrido todas y cada una de mis caídas. A mis hermanos, que han seguido el proyecto desde lejos, pero siempre muy cerca. A mis compañeros y colegas de las 3 universidades por las que he pasado: Navarra, Málaga y la UIC (muy especialmente, a los de ésta ultima). A mis amigos de los lugares donde he vivido (Pamplona, Málaga, Marbella y Barcelona), y a los de todo el mundo: también los que hice en las estancias en Milán, Colombia y Perú. A tantos colegas de otras universidades que me han apoyado, estimulado y ayudado cuando hacía falta… ¡Muchas gracias! Gracias, sobre todo, por estar siempre ahí.
Me equivocaba. La carrera universitaria empezaba entonces: estancias en el extranjero, publicación en revistas indexadas, dirección de Tesis y proyectos de investigación… El pasado 2 de noviembre, siendo ya Decano de Comunicación en la Universitat Internacional de Catalunya, me llegó la tan ansiada acreditación de la ANECA. Era ya "catedrático acreditado", pero aún sin cátedra. La obtuve la semana pasada, tras defender mi plaza ante 5 catedráticos y superar los 3 ejercicios: Curriculum, Lección magistral y Proyecto investigador. Como en los buenos relatos, hubo final feliz. Y mi sueño se hizo realidad.
La verdad es que ha sido un sueño largamente acariciado. Han sido diez años los que, de una forma u otra, he invertido en alcanzar el último peldaño del escalafón universitario. Por eso, si hace unos días presumía de hermano (dos Goyas y una Palma en Cannes: ¡vaya carrerón lleva este chico!), hoy me toca a mí. Pero no para presumir, sino para agradecer. Escribo estas líneas para compartir con vosotros este triunfo y para daros las gracias.
Gracias a los que me habéis acompañado en este proyecto. A mis padres, en primer lugar, que tanto han sufrido todas y cada una de mis caídas. A mis hermanos, que han seguido el proyecto desde lejos, pero siempre muy cerca. A mis compañeros y colegas de las 3 universidades por las que he pasado: Navarra, Málaga y la UIC (muy especialmente, a los de ésta ultima). A mis amigos de los lugares donde he vivido (Pamplona, Málaga, Marbella y Barcelona), y a los de todo el mundo: también los que hice en las estancias en Milán, Colombia y Perú. A tantos colegas de otras universidades que me han apoyado, estimulado y ayudado cuando hacía falta… ¡Muchas gracias! Gracias, sobre todo, por estar siempre ahí.
Ey! que emocionante!! enhorabuena, te lo mereces de todas todas.
ResponderEliminarUn orgullo haber trabajado contigo (y que sigamos :)
Enhorabuena Alfonso!
ResponderEliminarUn honor tenerte en la UIC
Enhorabuena muy sincera. La universidad en general y la UIC en particular gana teniéndote al frente de una cátedra. Es una buena noticia que, como periodista, celebro porque de tu docencia, de tu vocación periodística y de tus demostrados conocimientos se beneficiarán los futuros profesionales de la Comunicación Audiovisual y de las Ciencias de la Información. Felicidades.
ResponderEliminarPilar Urbano.
Muchas felicidades, Alfonso.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Gonzalo
¡¡Enhorabuena Alfonso, era un reconocimiento que te merecías hace años!!
ResponderEliminar¡Me alegro un montón, Alfonso!
ResponderEliminarTe lo mereces y espero que lo disfrutes.
Un gran abrazo y ¡¡ENHORABUENA!!
¡Muchas felicidades! Como profesor universitario, valoro especialmente tu trayectoria profesional y personal. Tus alumnos te aprecian y tus amigos te queremos. Este blog es una muestra de tu buen hacer y de tus inquietudes por trasmitir los valores que facilitan la vida y desarrollan a las personas. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminar¡Cuánto me alegro Alfonso! Ganamos todos. Comunicar bien y comunicar el bien ha sido siempre tu empeño. Muchas felicidades. Un abrazo. B.Menchén
ResponderEliminarMi más sincera enhorabuena: ya intentaré darte un gran abrazo cuando pase por Barcelona.
ResponderEliminarEnhorabuena
ResponderEliminarCreo que desde que te conocí en Navarra te lo mereces y nunca dudé que lo consiguieras, ENHORABUENA, Alfonso;disfruta de tus logro y no dejes de hacer el bien y de ser tan generoso. No te lo reconocerán con una figura pública pero si nuestros corazones Un abrazo! ��
ResponderEliminar