martes, 10 de agosto de 2010

Videojuegos: ¿aislamiento o participación social?

Una de las acusaciones más frecuentes que suelen hacerse a los videojuegos es que fomentan el aislamiento, la incomunicación, el estilo de vida individual. Para evaluar con cierta objetividad ese reproche, me parece interesante la lectura de el artículo que acaba de publicar Miguel Soria titulado "Videojuegos: mejor en compañía" (Aceprensa, 27.VII.2010), del que extraigo esta síntesis:


Si se observan detenidamente los videojuegos más vendidos y que más dan que hablar, la tendencia es clara: Wii Sports, Wii Fit/Plus, New Super Mario BROS. Wii, Call of Duty: Modern Warfare 2, Uncharted 2, las series Guitar Hero o SingStar, etc.; todos ellos no sólo admiten disfrutarlos en su esplendor con más de un jugador, sino que precisamente en ello basan su principal atractivo destacando que dicha opción está potenciada y mejorada.
Antes muchos acusaban a los videojuegos de promover el individualismo. Aunque no tengo nada en contra de la aventura en solitario, reconozco que, probablemente, parte de razón no les faltase. Sin embargo, hay que ser justos: había medidas para evitar esa marginación a la que hacían referencia. Y hoy más que nunca, esa posibilidad es una realidad llevada muy lejos: los famosos modos cooperativos, competiciones online, etc.

Cierto es que la opción para un jugador sigue existiendo, y, con ella, los consiguientes peligros. Pero recordemos que al incorporar por fin tantas y tan variadas opciones de disfrute para dos o más jugadores, es el usuario el que debe decantarse, y, por tanto, él tiene la responsabilidad de jugar o no con más personas.
Todos tenemos en ello una parte muy importante a realizar: los padres pueden ver jugar a sus hijos o jugar con ellos en familia, tutelando así una labor que necesita la misma supervisión que muchas otras en la vida de los niños. Los hijos, a su vez, pueden evitar jugar largos períodos de tiempo ininterrumpidos, compartir la partida con hermanos, padres, amigos o turnarse en el uso de los juegos. Esto es válido por igual tanto a los más pequeños como a los mayores. Recordemos que el susodicho individualismo es un riesgo, no una actitud inherente a los videojuegos. Es, por tanto, perfectamente (y debe ser) evitable.

Efectos beneficiosos del juego compartido
Diversos estudios han intentado demostrar, o al menos han conseguido comprobar, que jugar en compañía favorece las relaciones personales, la verdadera competitividad y las capacidades psicomotrices y mentales de aquellos que juegan con los videojuegos. Por supuesto, depende de la temática del juego, la edad de los que los juegan y multitud de circunstancias sociales de los jugadores. Pero en cualquier caso, normalmente suele ser mejor jugar en compañía a títulos que favorezcan esa competitividad de una forma sana y saludable, que se puede entender como la búsqueda de las mejores opciones: si se juega contra otro, saber cuándo se ha ganado y cuándo se ha perdido, aceptándolo y entendiendo que sólo es un juego; si se juega con otro, buscando las mejores formas de colaboración.
Es, por tanto, altamente recomendable disfrutar de los videojuegos en compañía: también aquí se cumple que dos (o más) mandos son mejores que uno.

2 comentarios:

  1. He caído en este blog por casualidad, y me parece fantástico. Felicidades, y que sigas adelante.

    Un saludo, Carlos G.

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  2. Excelente articulo, me encanta la forma tan amena en que planteas los beneficio de jugar vídeojuegos acompañado, si puedes visita nuestro blog chicken monkey y comenta saludos y gracias !!

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