Festejar un aniversario es un arte difícil. Requiere esmero y delicadeza. Supone afirmar el valor del tiempo vivido: recordar los momentos compartidos, tal vez menudos y cotidianos, pero que han dado sentido a nuestra vida. Por eso el aniversario se celebra allí donde hay una relación profunda: en la familia, en el matrimonio, en el amor.
El aniversario se apoya en dos columnas maestras. Una de ellas es la nostalgia, ese sentimiento agridulce que nos lleva a revivir acontecimientos pasados: aquel viaje, aquella charla… Aquel día en que te vi, o en que nos conocimos, o en que nos prometimos o compartimos algo…
La otra columna es la fidelidad. En cada nuevo aniversario, mi compromiso con aquel proyecto, con aquel trabajo, con aquella persona… se hace más firme y profundo, más vivo y alegre, más lleno de sentido.
Todo esto me venía a la cabeza al seleccionar esta semana el anuncio con el que una marca festejó en 2011 su 30 aniversario en España. En marzo de 1981, McDolnald’s abrió su primer restaurante en nuestro país. Muchos de sus clientes habituales no habían nacido en esa fecha, pero todos se han sentido interpelados por este breve relato, que hace un simpático guiño a “Regreso al futuro”.
Un joven con ropa de los 80 pasa junto a una cabina y oye sonar el teléfono. Descuelga el auricular y recibe una llamada de sí mismo… ¡treinta años después! Es una voz que le tranquiliza: “Hola, Carlos. No te agobies por los exámenes, te va a ir bien; y trabajarás en lo que te gusta”. “¿Abogado?”, pregunta con desgana (se ve que la decisión no es suya). “No, no hagas caso a papá. Tendrás tu propia empresa en Internet” “¿¿En qué??”…
La nostalgia ha invadido ya el anuncio, y el paso del tiempo se hace evidente: las cabinas han caído en desuso por los móviles, Internet ni siquiera existía hace 30 años. Ahora, el salto temporal crea un momento divertido: “¡Ah! Y España va a ganar el Mundial”. “¿El del 82?”, pregunta ilusionado el chico.
En la última parte del spot, Mcdonald’s nos recuerda que su marca está implicada con el valor de la familia. El adulto de 2011 le dice al chico que entre en ese nuevo restaurante que se acaba de abrir. Allí le espera Julia: “Cuídamela”.
Este anuncio nostálgico, lleno de sensibilidad, nos habla de la “permanencia” de la marca y de sus valores. Cuando pasen los años y la nostalgia se haya unido a la fidelidad, Carlos y Julia recordarán ese encuentro, que se habrá cargado de sentido. Y querrán festejar su aniversario...
El aniversario se apoya en dos columnas maestras. Una de ellas es la nostalgia, ese sentimiento agridulce que nos lleva a revivir acontecimientos pasados: aquel viaje, aquella charla… Aquel día en que te vi, o en que nos conocimos, o en que nos prometimos o compartimos algo…
La otra columna es la fidelidad. En cada nuevo aniversario, mi compromiso con aquel proyecto, con aquel trabajo, con aquella persona… se hace más firme y profundo, más vivo y alegre, más lleno de sentido.
Todo esto me venía a la cabeza al seleccionar esta semana el anuncio con el que una marca festejó en 2011 su 30 aniversario en España. En marzo de 1981, McDolnald’s abrió su primer restaurante en nuestro país. Muchos de sus clientes habituales no habían nacido en esa fecha, pero todos se han sentido interpelados por este breve relato, que hace un simpático guiño a “Regreso al futuro”.
Un joven con ropa de los 80 pasa junto a una cabina y oye sonar el teléfono. Descuelga el auricular y recibe una llamada de sí mismo… ¡treinta años después! Es una voz que le tranquiliza: “Hola, Carlos. No te agobies por los exámenes, te va a ir bien; y trabajarás en lo que te gusta”. “¿Abogado?”, pregunta con desgana (se ve que la decisión no es suya). “No, no hagas caso a papá. Tendrás tu propia empresa en Internet” “¿¿En qué??”…
La nostalgia ha invadido ya el anuncio, y el paso del tiempo se hace evidente: las cabinas han caído en desuso por los móviles, Internet ni siquiera existía hace 30 años. Ahora, el salto temporal crea un momento divertido: “¡Ah! Y España va a ganar el Mundial”. “¿El del 82?”, pregunta ilusionado el chico.
En la última parte del spot, Mcdonald’s nos recuerda que su marca está implicada con el valor de la familia. El adulto de 2011 le dice al chico que entre en ese nuevo restaurante que se acaba de abrir. Allí le espera Julia: “Cuídamela”.
Este anuncio nostálgico, lleno de sensibilidad, nos habla de la “permanencia” de la marca y de sus valores. Cuando pasen los años y la nostalgia se haya unido a la fidelidad, Carlos y Julia recordarán ese encuentro, que se habrá cargado de sentido. Y querrán festejar su aniversario...
Fantástico. Y la M con "palito" de Ñ triplemente genial. Donde hay creativos, brilla la inteligencia.
ResponderEliminarUn saludo,
Anónimo Dos