domingo, 20 de enero de 2013

"Las ranitas de hojalata de colores" (De nietos y abuelos)

Este es un gran anuncio mexicano, ganador de varios premios, que resalta algunos de los valores familiares más bellos: la inocencia, la generosidad, el amor a la familia y el respeto a los mayores; el pensar en los demás, el sacrificio oculto para que otros logren sus metas... Y, sobre todo, el cariño de unos nietos por su abuelo, al que saben ya mayor y necesitado de ayuda.

La escena comienza de un modo muy normal y cotidiano. En el desayuno de un sábado cualquiera, cuatro hermanos hacen planes para esa mañana: "¿Qué tal si vamos de tiendas? Podemos...". De repente, todos reparan en que el abuelo se ha puesto su mejor traje, y se hace el silencio. Sólo el más decidido se atreve a decir: "Hoy va a ser un gran día, abuelo". Y logra la primera sonrisa de su yayo: "Gracias, mi vida".

Entonces, como impulsados por un resorte, todos dejan sus platos de cereales y salen de estampida a por las bicicletas. En realidad, les mueve el amor. Por eso se atreven a pedir en las tiendas de chucherías una cosa verdaderamente extraña: "Señor, ¿no tiene Vd. esas ranitas de hojalata de colores?". Sorpresa en el tendero. Y el chico se va. Y vuelta a empezar en otra tienda: "¿No tiene Vd. ranitas de hojalata de colores?" Nueva sorpresa. Y nueva apariencia de desidia: "Bueno, adiós. Gracias".

Al final -no quiero desvelar el secreto- advertimos que todo ha sido una pequeña muestra de amor. Me corrijo: una gran muestra de amor. Porque ese amor es gigantesco, y hace que esta historia sea inmensa y haga derramar lágrimas de gratitud a todos los abuelos que aún mantienen joven su corazón.

El lema final es todo un legado: "Que tengan un buen corazón depende de ti". Ojalá hubiera más anuncios como éste. Porque los niños aprenderían la grandeza que han atesorado sus mayores. Y los mayores descubrirían la inocencia y el amor que pueden encerrar esos nietecillos aparentemente traviesos.

2 comentarios:

  1. Si yo pudiera poner a mi equipo de hijos para ayudarme a vender eliminaba a la competencia.
    La estrategia es formidable.
    Un abrazo Alfonso
    Rafa Cañizares

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  2. Gracias, Rafa. Tú solo vendes más que nadie. No necesitas ningún equipo de ventas. Y, además, sabes que puedes contar siempre con el equipo de tus hijos. ¡Eres un privilegiado!
    Otro abrazo.
    Alfonso.

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