Una vez oí esta expresión en labios de una persona sabia: "El amor es ingenioso". Con el tiempo, he podido comprobar la profunda verdad que encierran esas palabras.
Cuando alguien siente un verdadero afecto hacia otra persona (el marido hacia la mujer, la mujer hacia el marido; un amigo hacia su amigo, hacia su padre o su hijo) la inteligencia se agudiza, la imaginación se explaya. El amor da alas a la memoria, al ingenio y a la prudencia. Y se sabe cómo acertar, cómo agradar al otro.
En la historia que nos narra este spot, una mujer cualquiera que pasa por la calle se siente movida por la triste situación de un vagabundo. Su amor le lleva a ver lo que otros no ven, a calar en una situación lamentable que a otros les pasa inadvertida. Pero no sólo se percata: el amor, que es ingenioso, le lleva a dar con la clave para solucionar la indigencia de aquel hombre.
Cuando el afecto se enriquece con la imaginación, ¡qué energía tan grande se libera en nuestras mentes!, ¡qué capacidad descubrimos en nosotros para resolver los problemas de los que amamos!
En este anuncio descubrimos también el inmenso poder de las palabras. Con ellas podemos herir, difamar, destrozar, aniquilar la reputación de alguien... y también llevar a cabo las acciones más elevadas: alabar, educar, compartir, comunicar, instruir, ayudar, deleitar, dialogar... Y, sobre todo, amar. ¡Qué importante es que el amor se exprese también en las palabras, que sepamos siempre usarlas en beneficio de los demás!
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