(JUAN JESÚS DE CÓZAR) Un título rotundo para una de las mejores películas familiares europeas de la última década, que se estrena en nuestro país el próximo 4 de diciembre. Reconocida como Mejor Película Infantil en los Premios del Cine Alemán 2019 y segunda más votada en los Premios del Público Joven de la Academia del Cine Europeo 2020, Rocca cambia el mundo es uno de esos filmes que muchos profesores desearían que viesen sus alumnos… con sus padres. Una cinta que atesora abundantes elementos didácticos y educativos, con un enfoque enormemente positivo, llena de acción y muy divertida.
Pero, ¿quién es Rocca? Pues una niña de 11 años valiente y alegre, con una trayectoria algo peculiar. Ha vivido con su padre, astronauta, en el espacio exterior y ahora debe trasladarse a la casa de su abuela en Hamburgo para acudir a un colegio normal por primera vez en su vida. Rocca destaca enseguida por su inteligencia, su simpatía y su actitud despreocupada e inconformista. Pero a la vez es una chica sensible y responsable, respetuosa con la naturaleza, que sabe hacerse amiga de los ‘sin techo’ a los que trata de ayudar, y que no teme enfrentarse a los acosadores de la clase, porque defiende la justicia contra viento y marea.
El guion pone sobre el tapete una serie de sugestivas cuestiones que nos pueden afectar a todos, niños jóvenes y adultos: la presencia-ausencia de los padres en el hogar; el bullying y el ciberacoso; la soledad y la incomunicación; los miedos, los prejuicios y los remordimientos; las desigualdades sociales; el uso-abuso de las redes sociales… Pero también el valor de la amistad y de la sinceridad, la alegría de rectificar, la generosidad para ocuparse de los más desfavorecidos o la responsabilidad en el cuidado del medio ambiente. Chapó por la directora, Katja Benrath, que ha sabido presentar este mosaico vital de una forma accesible, emocionante y entretenida, y regarlo con un contagioso entusiasmo y grandes dosis de buen humor.
El reparto infantil cumple con creces y la expresiva Luna Maxeiner se transforma en una Rocca encantadora. Estupendos también los secundarios adultos, con la veterana Barbara Sukowa (la protagonista de Hannah Arendt, 2012) en el papel de abuela. Un montaje rítmico y el moderno envoltorio musical completan el notable nivel técnico del filme.
Rocca, la niña, no es ni repipi ni perfecta, pero sí una luchadora rebosante de optimismo. Ella no lo sabe pero, con sus amigos, está cambiando el mundo. La película propone un realismo idealista, tan necesario en la cinematografía actual. Porque, ¿no cumple el cine también su misión cuando nos hace soñar con un mundo mejor?
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