viernes, 21 de mayo de 2010

El impacto multi-sensorial del cine sobre el espectador

Hablábamos anteayer en este blog de la capacidad sugestiva de las películas, de su enorme capacidad de influencia psicológica. Ciertamente nos fascina y nos transporta a otros mundos. Pero esta fascinación, cuando acontece en una sala cinematográfica, parece como si se multiplicara por diez.

Y es que el cine ejerce sobre los espectadores un impacto multidimensional, porque afecta simultáneamente a todos nuestros sentidos, y es casi imposible no dejarnos arrastrar por la trama del filme o de la teleserie. Esto, llevado hasta el extremo, es lo que explica esos fenómenos de fascinación -y hasta de "locura" colectiva- en estrenos cinematográficos como el de "Luna nueva", del que ya hablamos en otro post.

A diferencia del periódico o de la revista, que afectan sólo al sentido de la vista; o a diferencia de la radio, que incide sólo sobre el oído, el cine influye en varios sentidos al mismo tiempo. Ofrece una imagen cautivadora y estética, como la pintura o la fotografía (cuidando el encuadre, la composición, la luz); pero añade a la vez la sugestión del movimiento (como en la danza); y, al mismo tiempo, nos envuelve con la banda sonora (como en una audición musical); y realza la acción con efectos de sonido: la modulación de la voz, la retórica verbal, los diálogos…

Todo ello actúa simultáneamente en nuestro interior, en nuestra capacidad cognitiva y en nuestras emociones, y nuestra mente es incapaz de separar esos diferentes estímulos y anteponer para cada uno de ellos el filtro adecuado. En consecuencia, resulta muy difícil sustraerse al impacto que puede producir una secuencia bien planificada, y más aún atemperar el juego de emociones que va desarrollando el argumento del filme, pues la historia se “siente” al compás de la música, mediada por unos actores determinados, con una determinada opción interpretativa, bajo ciertos efectos de luz, de decoración, etc.

Y esto, insisto, provoca un impacto mayor en el cine. El propio ambiente de la sala contribuye a que “nos metamos” en la historia ficticia. Se apagan las luces, se enciende un proyector sobre una pantalla de grandes proporciones y arranca una música que procede de todas partes. Nada nos distrae de esa trama que comienza: no hay contertulios, como cuando vemos el televisor, ni llamadas telefónicas o tareas pendientes. Todo está pensado para invitar a la relajación y la contemplación; y, de hecho, los ojos no pueden mirar más que en la dirección de la pantalla.

7 comentarios:

  1. Tus artículos invitan afortunadamenete a la reflexión y a la toma de conciencia de la vulnerabilidad respecto a los MC a la que estamos expuestos en nuestra vida diaria, en este caso a través del maravilloso pero también en potencia alienante medio cine.

    Va en la línea de aquello que quizás sea lo más bonito que me he llevado de mi carrera de Publicidad y RRPP: conocer la realidad que por desconocimiento nos somete y nos hace ser menos libres para decidir, al menos de una forma consciente.

    En los tiempos que corren, con jóvenes cuya educación a menudo se nos van de las manos, no se ha sabido transmitir ese mensaje de advertencia a la sociedad, y aunque no apuntemos al pensamiento único (o sí...), sí que se pierden criterios que conducen a caminos con perspectivas muy enriquecedoras.

    En definitiva, si algo he aprendido en estos años, es la verdadera falta de actitud crítica que azota nuestra raza, y la permisividad ante dicho auténtico problema.


    "y, de hecho, los ojos no pueden mirar más que en la dirección de la pantalla"

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  2. Salvador González Barón21 de mayo de 2010, 12:47

    Me parece muy interesante el artículo que has escrito sobre el impacto multisensorial del cine, más aún si se tiene en cuenta mi “deformación neurofisiológica”. Es muy buena cosa que los padres se enteren de ello, para que sepan elegir bien la película que ven: ellos y su familia.

    ¡Sigue con tu gran tarea de difusión de información -y formación- sobre el cine!

    Un fuerte abrazo,

    Salvador González Barón
    Catedrático de Fisiología

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  3. Buenísimo.

    No sé cómo puedes conseguir temas tan intensos e interesantes. Enhorabuena.

    Juan Ángel

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  4. "Salvador González Barón dijo... para que sepan elegir bien la película que ven: ellos y su familia."

    Si bien eso creo que llegaría a ser "censura" en determinados casos, los padres y las madres tienen en su mano la oportunidad de compartir más tiempo y diálogo con sus hijos, y conversaciones en las que profundizar sobre el contenido, potenciando el espíritu crítico, y que sepan digerir lo que les va a llegar en la vida el día de mañana

    No es malo ver alguna peli incorrecta, mientras se quede claro que hay una serie de motivos que hace de esa película algo denigrante para la persona, la sociedad etc. Apuntar a ésto me parecería muy positivo

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  5. Josefina López del Moral21 de mayo de 2010, 17:43

    Después de leer el artículo completo, y todos los comentarios (!tan buenos y acertados!), a mí me surge el deseo de buscar buenos guionistas y buenos productores -y también buenos directores y actores- que sepan plasmar historias (reales o ficticias, da igual), pero que al tratar el tema en la película sepan dejar un fondo positivo, enriquecedor y transcendente. Por lo que veo en el cine y en la tele, creo que es eso lo que necesita el mundo actual: un poco de orientación, también en las películas.

    Sé que no hay dinero, y que estamos en crisis (monetaria y de valores), y no será fácil encontrar buenos guionistas, pero soñar no cuesta dinero. Y si no somos capaces de soñar, ¿cómo vamos a cambiar el mundo?

    Sigo aprendiendo. Felicidades por tu blog y tu fantástica labor. Josefina.

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  6. José C. Martín Palanca21 de mayo de 2010, 19:08

    Mis queridos amigo: El problema no es tanto -repito- el cine como exhibición en salas que, prácticamente, no existen o quedan muy pocas cuanto la inmersión cinematográfica a través de la "pequeña" pantalla televisiva.
    Por ese ventanal, se introducen en los hogares (los teleclub es cosa casi prehistórica) todo cuanto cinematográficamente existe o se halla disposición de los televidentes o con DVD.
    Esas bandas cinematográficas de los grandes autores en su día y que, efectivamente, impactaron. Aquellos diálogos; aquellas secuencias; aquellas escenas y aquellos escenarios naturales (o en estudios, depende), en los que actuaban cientos de extras. Todo eso, ya pasó a la historia.
    ¿ De qué cine hablamos ?.
    Un profesor que yo tuve, años ha, solía repetirnos aquello de que "la televisión es la estupidez dentro de casa". Y aquellos tiempos en que eso decía aquella persona, distaban bastante de estos otros en que lo mismo abunda la basura televiva que los programas buenos e ilustrativos. Por suerte, ahora existen muchos canales para elegir.
    Pero las películas verdaderamente buenas, incluyendo las del oeste, siempre serán aquellas que pasaron a la historia del cine.
    Ya no se hacen.

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  7. Hola, José Carlos:

    Tiene razón tu profesor: “la televisión es la estupidez dentro de casa”. Es cierto que llenar las 24 horas diarias de una parrilla de programación se hace habitualmente con menos arte y menos ingenio que las 2 horas con que se hace –después de uno o más años de trabajo- en una película para los cines.

    Sí, y lo peor es que eso llena más nuestras vidas que las buenas películas. Cuidamos que nuestros hijos no vean nada desagradable, aprendan sólo buenas actitudes y buenos comportamientos y, sobre todo, que vean en nuestro hogar un modelo maravilloso de lo que debe ser una familia. Pero esa pequeña ventana gris –por lago la llaman “la caja tonta”- les quita la ilusión, la alegría y la inocencia; les llena de violencia y, por tanto, de desconfianza hacia los demás y hacia su futuro; y aprenden modelos de familia que colisionan frontalmente con el que nosotros les inculcamos y al que nos entregamos cada día.

    Si no dejamos que entre en nuestro hogar nadie que pueda dañar físicamente a nuestros hijos, ¿por qué no actuar igual con los que quieren dañarles psíquica y moralmente?

    Gracias a todos por vuestra colaboración en el blog. Un abrazo a todos, con todo mi cariño y mi más sincero agradecimiento.

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