Continúo con la selección de Alberto Fijo en Aceprensa sobre los filmes más destacados de 2010. Ahora le toca el turno a los jóvenes, por eso en este listado abundan las películas de acción y las de intriga. Esas cintas pueden ser una opción acertada para estas fechas navideñas.¡Felices y cinematográficas fiestas!
1. The Blind Side (Un sueño posible) (Director: John Lee Hancock. 130 min.)
Un chico negro y sin hogar es acogido por una familia blanca que le querrá, dándole la oportunidad de triunfar como jugador de fútbol americano. No es una gran película pero es muy eficaz: es una hermosa y poderosa historia, con una actuación magnífica de Sandra Bullock, que le mereció el Oscar a la mejor actriz. La historia es real y el jugador Michael Oher es una de las grandes estrellas del fútbol americano.
2. En tierra hostil (The Hurt Locker) (Directora: Kathryn Bigelow. 131 min. (V))
A los 59 años, la californiana Kathryn Bigelow ha hecho la película de su vida, que le mereció los Oscar a película y director. La cinta sigue los pasos de un equipo de desactivación de explosivos de los Marines destacados en Bagdad. No hay políticos, no hay divagaciones sobre el sentido o sinsentido de la guerra, no hay aquí y allá. Lo único que hay es un trío de artificieros que se juegan la vida a diario.
3. Sherlock Holmes (Director: Guy Ritchie. 128 min.)
Una de las mejores películas de aventuras de los últimos años, muy bien dirigida por Ritchie, con buenos guión, realización, reparto, montaje y puesta en escena. El guión, siendo fiel al original, sabe actualizar el personaje y dotar a la película de una simpatía arrolladora y un ritmo frenético, con una espectacular recreación del Londres victoriano y unas secuencias de acción muy imaginativas.
4. Green Zone (Distrito protegido) (Director: Paul Greengrass. 115 min.)
Thriller bélico, una mezcla de Bourne y En tierra hostil, a cargo del director de cine de acción de moda. Retrata las idas y venidas de un suboficial de los Marines que con su grupo va buscando las armas de destrucción masiva en Bagdad. Greengrass cuenta su historia con un ritmo endiablado, un Matt Damon solvente y secuencias extenuantes. La trama política se queda un poco corta y peca de simplista.
5. Origen (Director: Christopher Nolan. 147 min.)
El director de El caballero oscuro cuenta una historia de unos sujetos a los que se puede contratar para que entren en los sueños y satisfagan los deseos e intereses del cliente alterando la realidad. El reparto, soberbio, y la asombrosa puesta en escena, con efectos visuales impresionantes, son de alto nivel. Ciertamente, el guión es enmarañado y sobra metraje, pero Nolan sigue siendo un realizador poderoso.
6. Fantástico Sr. Fox (Director: Wes Anderson. 88 min.)
Un zorro periodista felizmente casado y con un hijo echa de menos su “vida salvaje”. Con unos colegas asalta las granjas vecinas, para enfado de los propietarios. Inteligente adaptación del cuento de Roald Dahl. Tiene una bonita animación tradicional y un gran trabajo de grandes actores, que ponen voz a los personajes. La película es graciosa, blanca y juguetona para los chicos y jocosa para los mayores.
7. Ajami (Directores: Scandar Copti, Yaron Shani. 120 min. (VS))
Un barrio de la ciudad de Jaffa da nombre a este vigoroso cuadro del sufrimiento de los árabes cristianos, los árabes musulmanes y los judíos por la tensa situación que vive Tierra Santa desde hace tantos decenios. Dos cineastas israelíes, un palestino y un judío, construyen una historia coral bien hilada con un discurso fragmentado en el tiempo. Hay un retrato de familias tierno y lleno de humanidad.
8. Cinco minutos de gloria (Director: Oliver Hirschbiegel. 89 min. (V))
Treinta años después de que un adolescente protestante asesine a un joven católico en el Ulster, una cadena de TV pretende reunir al arrepentido asesino y al hermano de la víctima, que fue testigo del crimen. El guión sabe acercarse a los traumas que deja la violencia y a lo que cuesta superarlos. Hay un juicio severo del trabajo de algunos medios de comunicación, que tienden a convertir el sufrimiento humano en un espectáculo, soslayando cualquier reparo ético.
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