jueves, 23 de diciembre de 2021

Feliz Navidad y feliz 2022

Queridos amigos:
El año 2021 ha sido un año de noticias oscuras. Algunas fueron sombrías, como la toma del Capitolio por los seguidores de Trump, la conquista de Afganistán por los talibanes, que amenaza los derechos humanos de millones de mujeres, o la crisis migratoria en la frontera de Bielorrusia. Otras han sido luctuosas, como la expansión mundial del coronavirus o las muertes del Duque Felipe de Edimburgo, la del astronauta Michael Collins o la artistas como Jean Paul Belmondo, Christopher Plummer, Almudena Grandes o Raffaella Carrà.
En España, la naturaleza convulsionó con fuerza, y nos dejó “temblando”. De frío primero, con la borrasca Filomena, que devastó la Casa de Campo y dejó daños por valor de 1.400 millones de euros; y de miedo después, con las erupciones del volcán Cumbre Vieja y los terremotos en la isla de La Palma (más de 5.000 en 3 meses) que han dejado 2.300 personas sin hogar, 1.200 hectáreas devastadas y más de 900 millones de euros en pérdidas.
Fueron, en general, noticias que generaron intranquilidad. Por eso resulta muy gratificante compartir la noticia más luminosa del año: la Noticia de la Navidad, la única verdaderamente importante, la que merece ser celebrada por todos los hombres año tras año. En la tele, en Internet o en los periódicos quizás salga lo más superficial de ella (festejos, cotillones), pero es en las cartas personales y los encuentros familiares -¡gran fracaso de los medios de comunicación!- donde esta Noticia crece y se comunica: entrañable y amorosamente. Porque la comunicación, o es humana y en favor de las personas, o no es nada.
Que paséis unas muy felices Navidades, y que los Reyes Magos traigan los mejores regalos: ante todo, la paz y el amor; y, para todos, la salud y el final de la pandemia. Que se acaben las crisis humanitarias, los conflictos migratorios, la violencia y el paro; que acabemos con el hambre, las guerras y la falta de solidaridad; que la familia –tan castigada– vuelva a ser defendida por las instituciones, y pueda estar siempre unida y feliz; que se respete la vida, también cuando es débil o terminal, y sepamos cuidar siempre a nuestros mayores, que nunca estén solos ni abandonados; que respetemos y cuidemos el planeta, comprometidos con la sostenibilidad; que todos podamos dar a nuestros hijos una educación conforme a nuestras creencias, y que haya ilusión, amor y esperanza en todos los hogares. Personalmente, me contentaré con el regalo de veros más a menudo.
El 2021 ha sido para mí un año relevante, porque he asumido un gran reto como rector de UIC Barcelona. Gracias por estos meses que he compartido con vosotros. Y que en 2022 seamos un poco mejores. Sobre todo, que no perdamos la sonrisa ni un solo día.
Un fuerte abrazo navideño,
Alfonso Méndiz

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