Sigo con mi promesa de colgar todas las semanas un vídeo positivo: un spot que cumpla estas tres condiciones: 1) Que haga pensar; 2) Que aporte optimismo; 3) Que muestre que lo comercial es compatible con la ética. En definitiva, un anuncio que pueda inspirar y ayudar a ser mejores. Hace dos semanas, coincidiendo con el día de la Madre, puse el anuncio de "Los tres deseos"; y hace tres, el de "La entrevista para el trabajo más difícil del mundo". En el de hoy, una niña de 6 años nos roba por entero el corazón y nos enseña a amar...
La mayoría de los anuncios nos hablan de ideales muy teñidos de egocentrismo: nos animan a triunfar, a seducir, a llevar una vida cómoda; cifran la felicidad en ser admirados o deseados; en tener o en disfrutar. Éste que hoy os ofrezco no habla nada de todo eso. Habla de generosidad, de entrega, de dar lo mejor que tenemos -de darse, más que de dar-, y de sentirnos bien queriendo a los demás. Sobre todo, habla de la inocencia de los niños, de esa aspiración que todos debiéramos sentir por volver un poco a nuestra infancia. Y, allí, aprender a ser mejores.
Este anuncio fue realizado en Barcelona por la agencia Bassat & Ogilvy para la Asociación AFANOC (Asociación de Familiares y Amigos de Niños Oncológicos de Cataluña), y recibió un merecido galardón en el Festival Internacional de Cannes en el año 2003.
A mí me alegró que lo premiaran. Porque es bueno que la publicidad diga también esto: “Hay más alegría en dar que en recibir”. Y este mensaje no lo oímos demasiadas veces en la publicidad.
La mayoría de los anuncios nos hablan de ideales muy teñidos de egocentrismo: nos animan a triunfar, a seducir, a llevar una vida cómoda; cifran la felicidad en ser admirados o deseados; en tener o en disfrutar. Éste que hoy os ofrezco no habla nada de todo eso. Habla de generosidad, de entrega, de dar lo mejor que tenemos -de darse, más que de dar-, y de sentirnos bien queriendo a los demás. Sobre todo, habla de la inocencia de los niños, de esa aspiración que todos debiéramos sentir por volver un poco a nuestra infancia. Y, allí, aprender a ser mejores.
Este anuncio fue realizado en Barcelona por la agencia Bassat & Ogilvy para la Asociación AFANOC (Asociación de Familiares y Amigos de Niños Oncológicos de Cataluña), y recibió un merecido galardón en el Festival Internacional de Cannes en el año 2003.
A mí me alegró que lo premiaran. Porque es bueno que la publicidad diga también esto: “Hay más alegría en dar que en recibir”. Y este mensaje no lo oímos demasiadas veces en la publicidad.
Gran Blog Alfonso!
ResponderEliminar"Para entrar en el Reino de los Cielos habremos de ser como niños", sentenció Cristo.
ResponderEliminarY es que con la mirada tierna, limpia e inocente de un niño, las cosas más hondas, profundas y divinas llegan el alma e impregnan la vida, la conducta, los deseos y las perspectivas de la persona.
"Dejad que los niños se acerquen a mÍ", dijo también cuando, llenos de buena intención, algunos pretendían que no molestasen al Maestro, obstaculizando el paso de unos niños hasta Él.
Solo si somos como niños, aunque humana, social y pragmáticamente eso esté mal visto o equivalga a haber fracasado en la vida, al alma descansará en la paz de una inocencia (que nó ignorancia), solo privativa de quiénes, venturosamente, desprecian o echan a un lado los triunfos sociales, económicos y de cualquier otro orden, delante de todo lo cual se sitúa el amor a Dios.