Hoy he rescatado del archivo un spot emocional que fue muy comentado: la campaña “1440”, producida por Mercedes Benz para su modelo Clase C Sport Coupé. El anuncio, desarrollado por la agencia española El Laboratorio Springer & Jacoby, fue seleccionada entre las 100 mejores campañas españolas de todos los tiempos.
Aunque el look es muy internacional, el spot fue rodado en España. La casa está en Sabadell, los ambientes en Barcelona, y los exteriores corresponden al Puerto de La Molina. Los actores son ingleses, pero la música es de José Battaglio y el locutor es el mítico Claudio Rodríguez. Como anécdota, cabe destacar que el realizador se empeñó en rodar los planos del coche con nieve real, si bien las tomas de la casa se hicieron con los mismos efectos especiales que se utilizaron en Las Crónicas de Narnia.
El planteamiento inicial puede parecer arriesgado: “¿Qué harías si todos los días te lloviera dinero del Cielo?”. Esa hipótesis, en la sociedad consumista en la que vivimos, resulta enormemente atractiva y egocéntrica: ¡Dinero gratis, todos los días!. ¡¡Podré disfrutar de todo lo que se me antoje!!
En efecto. ¿A quién no le gustaría -aparentemente- disponer cada día de un montón de dinero para gastarlo en lo que quiera? La única condición que se le pone al espectador (como si estuviera en un maravilloso cuento de hadas) es que lo que no use, cada noche desaparecerá... Aquí las tornas empiezan a cambiar. ¿Qué quiero hacer con ese dinero? ¿Quiero gastarlo todo en mí, quiero invertir en mi futuro o en el de mi familia? ¿Cabe un mínimo planteamiento altruista, que haga partícipes a los demás de ese regalo que yo he recibido? Antes de seguir adelante, prefiero que veas ahora el anuncio...
Según se nos dice, la vida funciona del mismo modo que nuestros sueños. Cada mañana, todo lo que hemos soñado durante la noche, desaparece. Cada día comenzamos una jornada nueva, como si todo lo anterior desapareciera y la vida se estrenara de nuevo.... Pero no es así; sabemos bien que, de cada jornada, permanece lo que hicimos para bien o para mal. Y ese es el sentido que, cada día, vamos ando a nuestra entera existencia.
Pero el anuncio tiene una segunda lectura aún más interesante. Ese aparente cuento de hadas apunta a una dimensión muy profunda de nuestra vida: la dimensión temporal. Cada mañana, al despertar, nos encontramos delante de nuestra puerta un regalo inmenso. No es dinero, sino algo mucho más valioso: 1440 minutos. Un regalo que podemos malgastar, disfrutar o perder, pero que también puede beneficiar -y mucho- a todos los que nos rodean: la mujer, los hijos, los compañeros, los amigos...
"Así es como funciona la vida". Los creativos de Springer & Jacoby han sabido expresar muy bien esa idea. Por eso, tras contemplar este spot surge en el espectador el deseo de vivir con auténtico sentido cada minuto de nuestro día. Esa es la ecuación que sustenta el anuncio: tiempo = vida. Con el tiempo que se nos regala -con nuestras decisiones- construimos nuestra vida.
Quizás el Director General de una gran compañía brille mucho, consiga fama y dinero; pero todo eso ¿permanece cuando muere, sirve a los demás, los hace mejores?... Quizás una madre brille poco, porque ha decidido gastar su vida en el cuidado de su familia; pero esta tarea, aparentemente escondida, ¿no será acaso más importante para ella y para el futuro de sus hijos?
Es sólo una comparación apresurada, que necesitaría de muchísimos matices para aceptar su propuesta. Pero sirve para reflexionar... Cada mañana se nos regalan 1440 minutos. ¿Permanece algo de eso en nuestra vida?. Como escuchamos en el anuncio: "Piensa bien que vas a hacer con tu vida".
Aunque el look es muy internacional, el spot fue rodado en España. La casa está en Sabadell, los ambientes en Barcelona, y los exteriores corresponden al Puerto de La Molina. Los actores son ingleses, pero la música es de José Battaglio y el locutor es el mítico Claudio Rodríguez. Como anécdota, cabe destacar que el realizador se empeñó en rodar los planos del coche con nieve real, si bien las tomas de la casa se hicieron con los mismos efectos especiales que se utilizaron en Las Crónicas de Narnia.
El planteamiento inicial puede parecer arriesgado: “¿Qué harías si todos los días te lloviera dinero del Cielo?”. Esa hipótesis, en la sociedad consumista en la que vivimos, resulta enormemente atractiva y egocéntrica: ¡Dinero gratis, todos los días!. ¡¡Podré disfrutar de todo lo que se me antoje!!
En efecto. ¿A quién no le gustaría -aparentemente- disponer cada día de un montón de dinero para gastarlo en lo que quiera? La única condición que se le pone al espectador (como si estuviera en un maravilloso cuento de hadas) es que lo que no use, cada noche desaparecerá... Aquí las tornas empiezan a cambiar. ¿Qué quiero hacer con ese dinero? ¿Quiero gastarlo todo en mí, quiero invertir en mi futuro o en el de mi familia? ¿Cabe un mínimo planteamiento altruista, que haga partícipes a los demás de ese regalo que yo he recibido? Antes de seguir adelante, prefiero que veas ahora el anuncio...
Según se nos dice, la vida funciona del mismo modo que nuestros sueños. Cada mañana, todo lo que hemos soñado durante la noche, desaparece. Cada día comenzamos una jornada nueva, como si todo lo anterior desapareciera y la vida se estrenara de nuevo.... Pero no es así; sabemos bien que, de cada jornada, permanece lo que hicimos para bien o para mal. Y ese es el sentido que, cada día, vamos ando a nuestra entera existencia.
Pero el anuncio tiene una segunda lectura aún más interesante. Ese aparente cuento de hadas apunta a una dimensión muy profunda de nuestra vida: la dimensión temporal. Cada mañana, al despertar, nos encontramos delante de nuestra puerta un regalo inmenso. No es dinero, sino algo mucho más valioso: 1440 minutos. Un regalo que podemos malgastar, disfrutar o perder, pero que también puede beneficiar -y mucho- a todos los que nos rodean: la mujer, los hijos, los compañeros, los amigos...
"Así es como funciona la vida". Los creativos de Springer & Jacoby han sabido expresar muy bien esa idea. Por eso, tras contemplar este spot surge en el espectador el deseo de vivir con auténtico sentido cada minuto de nuestro día. Esa es la ecuación que sustenta el anuncio: tiempo = vida. Con el tiempo que se nos regala -con nuestras decisiones- construimos nuestra vida.
Quizás el Director General de una gran compañía brille mucho, consiga fama y dinero; pero todo eso ¿permanece cuando muere, sirve a los demás, los hace mejores?... Quizás una madre brille poco, porque ha decidido gastar su vida en el cuidado de su familia; pero esta tarea, aparentemente escondida, ¿no será acaso más importante para ella y para el futuro de sus hijos?
Es sólo una comparación apresurada, que necesitaría de muchísimos matices para aceptar su propuesta. Pero sirve para reflexionar... Cada mañana se nos regalan 1440 minutos. ¿Permanece algo de eso en nuestra vida?. Como escuchamos en el anuncio: "Piensa bien que vas a hacer con tu vida".
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