(JUAN JESÚS DE CÓZAR) “Concussión” (conmoción/ conmoción cerebral) es el título original y más adecuado para la última película protagonizada por Will Smith. Estrenada en España el pasado viernes y denominada “La verdad duele”, se trata de una interesante cinta que plantea una cuestión poco conocida: las graves secuelas físicas y psíquicas que sufren algunos jugadores de fútbol americano.
La NFL (National Football League) ha estado siempre muy atenta a estos aspectos médicos, y todos los equipos cuentan con especialistas para estudiar y mitigar esos “daños colaterales” del deporte rey en USA. Porque el fútbol americano es también un gran negocio, que da trabajo a cientos de miles de personas y congrega cada semana, en los campos y ante el televisor, a millones de aficionados. La última Super Bowl, por ejemplo, fue vista por 112 millones de televidentes.
“La verdad duele” cuenta la historia real del Dr. Bennet Omalu (Will Smith), un inteligente y honesto neuropatólogo forense nigeriano que quiso vivir su sueño americano. Por diversas circunstancias, el Dr. Omalu se trasladó a los Estados Unidos, y en 1994 recaló en Seattle. En el año 2002, momento en que se sitúa la cinta, lo vemos ya trabajando en Pittsburgh, a las órdenes de su jefe y protector, el Dr. Dr. Cyril Wecht (Albert Books). Con su apoyo y el del Dr. Julian Bailes (Alec Baldwin) investigará las posibles causas de los suicidios de varios grandes exjugadores todavía jóvenes, y descubre lo que denominó la CTE (Encefalopatía Traumática Crónica). O sea, que los fallecidos padecían –previamente al suicidio– una conmoción cerebral derivada de los miles de golpes recibidos en la cabeza a lo largo de su vida deportiva.
Después de que el Dr. Omalu publique sus conclusiones, los rectores de la NFL se quedan conmocionados y buscan la manera de silenciar el descubrimiento de ese… extranjero. Ya tenemos así planteada la cruzada del hombre individual contra el todopoderoso sistema, un esquema que recuerda a algunas producciones de Frank Capra. Un hombre solo, pero con dos firmes soportes: su sólida fe católica, patente en muchos momentos del film, y su mujer, Prema Mutiso, papel que encarna la británica Gugu Mbatha-Raw.
Con un argumento atractivo, un actor carismático (Will Smith estuvo nominado a los Globos de Oro por esta interpretación), unos secundarios solventes (entre los que hay que destacar a David Morse), y una inspirada banda sonora de James Newton Howard (que incluye la bonita canción “So Long” de Leon Bridges), esta notable “La verdad duele” no llega a la excelencia por diversos motivos: una dirección algo convencional de Peter Landesman, algunos tópicos del guión (escrito por el propio director) y un montaje necesitado de tijeras que hubieran evitado varias arritmias en el desarrollo de la acción. Quizá por estas razones ha sido ignorada por los académicos de Hollywood en la ceremonia de los Oscars.
Pero estos defectos no impiden recomendar una película que tiene calidad, cuenta una buena historia –muy americana, es cierto– y resulta muy respetuosa con el espectador. Parece que “La verdad duele” ha creado cierta inquietud entre los máximos responsables de la NFL, algo que posiblemente se traducirá en mejoras para proteger la salud de los jugadores, porque como señala con sorna el personaje interpretado por Alec Baldwin: “mi padre me decía que en los Estados Unidos lo primero es Dios –y vemos al actor extender dos dedos de una mano– y lo segundo –y aquí sólo extiende un dedo‑ el fútbol americano”. Junto al trailer, dejo también la canción de Leon Bridges.
La canción “So Long”, de Leon Bridges:
La NFL (National Football League) ha estado siempre muy atenta a estos aspectos médicos, y todos los equipos cuentan con especialistas para estudiar y mitigar esos “daños colaterales” del deporte rey en USA. Porque el fútbol americano es también un gran negocio, que da trabajo a cientos de miles de personas y congrega cada semana, en los campos y ante el televisor, a millones de aficionados. La última Super Bowl, por ejemplo, fue vista por 112 millones de televidentes.
“La verdad duele” cuenta la historia real del Dr. Bennet Omalu (Will Smith), un inteligente y honesto neuropatólogo forense nigeriano que quiso vivir su sueño americano. Por diversas circunstancias, el Dr. Omalu se trasladó a los Estados Unidos, y en 1994 recaló en Seattle. En el año 2002, momento en que se sitúa la cinta, lo vemos ya trabajando en Pittsburgh, a las órdenes de su jefe y protector, el Dr. Dr. Cyril Wecht (Albert Books). Con su apoyo y el del Dr. Julian Bailes (Alec Baldwin) investigará las posibles causas de los suicidios de varios grandes exjugadores todavía jóvenes, y descubre lo que denominó la CTE (Encefalopatía Traumática Crónica). O sea, que los fallecidos padecían –previamente al suicidio– una conmoción cerebral derivada de los miles de golpes recibidos en la cabeza a lo largo de su vida deportiva.
Después de que el Dr. Omalu publique sus conclusiones, los rectores de la NFL se quedan conmocionados y buscan la manera de silenciar el descubrimiento de ese… extranjero. Ya tenemos así planteada la cruzada del hombre individual contra el todopoderoso sistema, un esquema que recuerda a algunas producciones de Frank Capra. Un hombre solo, pero con dos firmes soportes: su sólida fe católica, patente en muchos momentos del film, y su mujer, Prema Mutiso, papel que encarna la británica Gugu Mbatha-Raw.
Con un argumento atractivo, un actor carismático (Will Smith estuvo nominado a los Globos de Oro por esta interpretación), unos secundarios solventes (entre los que hay que destacar a David Morse), y una inspirada banda sonora de James Newton Howard (que incluye la bonita canción “So Long” de Leon Bridges), esta notable “La verdad duele” no llega a la excelencia por diversos motivos: una dirección algo convencional de Peter Landesman, algunos tópicos del guión (escrito por el propio director) y un montaje necesitado de tijeras que hubieran evitado varias arritmias en el desarrollo de la acción. Quizá por estas razones ha sido ignorada por los académicos de Hollywood en la ceremonia de los Oscars.
Pero estos defectos no impiden recomendar una película que tiene calidad, cuenta una buena historia –muy americana, es cierto– y resulta muy respetuosa con el espectador. Parece que “La verdad duele” ha creado cierta inquietud entre los máximos responsables de la NFL, algo que posiblemente se traducirá en mejoras para proteger la salud de los jugadores, porque como señala con sorna el personaje interpretado por Alec Baldwin: “mi padre me decía que en los Estados Unidos lo primero es Dios –y vemos al actor extender dos dedos de una mano– y lo segundo –y aquí sólo extiende un dedo‑ el fútbol americano”. Junto al trailer, dejo también la canción de Leon Bridges.
La canción “So Long”, de Leon Bridges:
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